muchodeporte.com Sevilla FC

125 años sin Banega

Javier Santos
Javier Santos
26/01/2020

El sábado que vivió el Sevilla fue intenso. Aniversario, partido y notición. No siempre se cumplenn 130 años y no siempre se anuncia que tu mejor jugador se va a ir de nuevo y sin dejar un buen saco de millones. Aquí, en lo de Banega, hay que compaginar dos emociones. Una, de justificado cabreo, aunque las maldiciones se pierdan por el aire, pues nadie tiene culpa de que Banega se vaya. Y otra, de tranquilidad. Son ya 125 años de Sevilla FC sin Banega. Y más en un club acostumbradísimo a decir adiós a sus mejores hombres. Es menester insistir en lo de no buscar culpables, pues a Banega se le ha vuelto a cruzar un ofertón al que no puede llegar el club de Nervión. Ni el argentino ha tirado del tradicional populismo barato para engañar al sevillista o al club (no hace falta recordar casos pasados) ni ha hecho nada que no hubiéramos hecho la mayoría. Ni ha sido él quien lo ha anunciado justo antes de un partido. La vida es así. ¿Que son dos veces que se le ha escapado al Sevilla casi gratis (un millón y medio dejó en 2017)? Sí. ¿Que el Sevilla tuvo que pagar por él dos veces? También. ¿Que fichar a 'dos Banegas' por algo más de 11 millones son dos buenísimos fichajes? A ver quién es capaz de negarlo. Vaya lo que ha dado el argentino en Nervión...

El caso es que justo este sábado, como durante 125 años, el Sevilla jugó sin Banega. Su mejor jugador, indiscutiblemente. Y ganó, como tantas otras veces. El segundo partidazo consecutivo de Óliver hizo que sólo se hablase de Banega en árabe. Con poca ayuda de un Franco Vázquez de capa caída, el extremeño organizó el plan diseñado por Lopetegui y mantuvo al Granada a raya en todo momento. Todo rematado por un excepcional De Jong. Y no es la ojana típica tras un gol y victoria, sino porque está firmando un mes de enero de nota alta, mostrando cualidades en la distribución del juego y creación de espacios para sus compañeros de ataque que hasta ahora sólo enseñó a cuentagotas, siempre bajo la manta de sus groseros fallos ante el gol. Si el holandés 'despierta', la columna vertebral del Sevilla dejaría de estar coja: Diego Carlos, Fernando (me niego a hablar sólo un par de líneas de Fernando, ya le dedicaré un texto entero), Ocampos y el '9'. Otro partido redondo de un Sevilla que sigue en velocidad de crucero, pese a los lógicos altibajos en resultados, pues apenas los ha habido en sensaciones.

La fiesta de cumpleaños salió, pues, perfecta. Una celebración que, como casi todo lo que suele hacer el Sevilla, genera ruido. O incomprensible insomnio. Los creyentes en que tener 15 años más de antigüedad te otorga algo que antes no podías tener tendrán que explicarlo mejor que hasta la fecha, pues sigo sin saber con qué intención el club de Nervión se habría inventado todo esto (lo del supuesto decanato ya que lo expliquen los Teletubbies con una calculadora, que me quedo sin espacio). Tenga 130 años o 115, juegue Banega o no, el Sevilla siempre hará ruido, de ese que no deja dormir.