Teoría, práctica y miseria del paso atrás

Lucas Haurie 16/06/2020

La definición canónica de estupidez se ha atribuido, seguramente de forma apócrifa, a Albert Einstein: “Es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Julen Lopetegui, cuyo estupendo trabajo tiene al Sevilla de momento en una tercera plaza por encima del poderío real del plantel que maneja, se ha empeñado en repetir una fórmula que quizá parafrasea a la regla de oro de los almuerzos comunales de los jornaleros andaluces: “Golito y paso atrás”. En demasiadas ocasiones le ha sido adversa la fortuna como para plantearse variar, pero tiene la cabeza dura, ay, como aquellas piedras que levantaba su forzudo padre.

El dato que añade rigor a la impresión generalizada lo ofreció, como tantas veces, la cuenta de Twitter @LaLigaenDirecto nada más terminar el partido en La Nucía. El Sevilla es el equipo de Primera que más veces ha empezado ganando esta temporada (22). Sin embargo, sólo terminó consiguiendo la victoria en 13 de esas 22 ocasiones. Nada menos que en nueve ocasiones, o sea, tuvo castigo la consigna de amarrar la ventaja lograda de Lopetegui, que escuchó una bronca memorable en el Sánchez-Pizjuán cuando el Osasuna, en inferioridad numérica, le remontó dos goles, aunque ese partido no se refleja en esta estadística porque En-Nesyri acertó a marcar el 3-2 en el minuto noventa y muchos.

El partido contra el Celta lo descerrajó Mudo Vázquez en los minutos finales y aún dio tiempo para que los gallegos empataran (1-1). En Eibar, los cambios de Lopetegui y un recital de errores de Vaclik, Koundé y Diego Carlos propiciaron la remontada armera del 0-2 al 3-2. En tres días, Valencia y Atlético encerraron a un Sevilla en ventaja para privarlo de cuatro puntos con sendos 1-1 e idéntico desarrollo tuvo el duelo en Pamplona. El partido de Vigo se pareció al del Levante, excepto que en La Nucía no aprovechó Borja Mayoral la ocasión que sí embocó Pione Sisto para hacer el 2-1 en el descuento. Ocampos adelantó a los sevillistas contra el Espanyol al cuarto de hora, pero Suso tuvo que rescatar un punto al final tras los dos goles pericos, lo mismo que pasó en el 2-2 del Wanda justo antes de la cuarentena.

Los meritorios 51 puntos que luce el Sevilla han llegado a ser 71 en la clasificación virtual que cada aficionado tiene en su cabeza durante los encuentros. Son muchos puntos, veinte, los que han volado por ese defecto evidente de “no saber cerrar los partidos”, un grial que Lopetegui pretende alcanzar con la fórmula del atrincheramiento y que tal vez sería mejor buscar mediante la rotundidad del tiro de gracia.