0-0: Cuando un cero suma mucho

Lucas Haurie 19/06/2020

Ningún punto es desdeñable en una pelea por las plazas europeas, por todas ellas, que se anuncia apretadísima desde el tercer al octavo puesto. Si la suma es contra el Barcelona de Messi, esa fiera que la tiene tomada con el Sevilla, doble motivo para festejar. Corren tiempos de contención en los que no conviene desbocar nada, tampoco las ambiciones, y el equipo de Lopetegui da para lo que da. (Defina cada cual el alcance que crea.) Si al puntito de este viernes suma otro el lunes en Villarreal, el negocio habrá sido redondo.

Las señas de identidad de los entrenadores preludiaban un inicio del partido, la primera media hora en realidad, que no defraudó las expectativas: tocón Setién y reservón Lopetegui, valgan las connotaciones peyorativas de los sufijos aumentativos para expresar el aburrimiento, era casi inevitable, que recetaron los técnicos hasta que González González mandó sacar las neveritas. Más que intentar provocarlo con las acciones de sus futbolistas, parecía que Julen y Quique invocaban con fe de chamán la aparición del gol, el uno con una carrera de Ocampos, el otro con una inspiración de Messi y ambos con el balón parado, como más cerca estuvo: Koundé rozó el palo con un tiro cruzado tras un mal despeje en una falta lateral y sacó de la escuadra, con la testa, un libre directo de Leo. 

Entre el refresco y el descanso, pareció que el Barça se había hartado de presionar alto y pudieron los centrocampistas locales iniciar alguna jugada o, al menos entrar el contacto con el balón. Media hora de trabajo abnegado había dado sus frutos, pues no es poca cosa dejar al líder con una ocasión y media en el casillero, una labor que cabía agradecer a la fiabilidad del triángulo que conforman los dos centrales y Fernando. La mitad del plan se había cumplido con eficiencia, sólo faltaba el pequeño detalle de pisar el área culé, para lo que Lopetegui recurrió a Banega en el sitio de un desafortunado Óliver. Casualidad o no, el primer balón que tocó el argentino fue para habilitar a Munir, que obligó con su centro a un salvamento in extremis de Piqué.

La clarividencia de Banega le cambió la cara al partido. El Barcelona está diseñado para tener la pelota y cuando Éver se la apropia, hay poco que hacer. Ofreció un gran primer cuarto de hora del segundo tiempo el Sevilla, que se estrelló con Ter Stegen en dos ocasiones de Ocampos, firmísimo el manotazo del alemán, y Munir. Setién quiso compensar este desequilibrio metiendo a un centrocampista más, Arthur, por Braithwaite. Aculó otra vez Lopetegui a su equipo con la salida de Gudelj, más defensa que pivote, quizá con la idea de enjaretar un contragolpe como el que armaron Suso y Reguilón, malogrado por el mal pase del lateral a En-Nesyri, que se aprestaba a empujarla. 

Las oportunidades más claras, una por bando, se vieron al filo del minuto noventa. Luis Suárez, solo en el punto de penalti, mandó inexplicablemente alto un centro raso de Jordi Alba que era una invitación al gol; y Reguilón, más solo todavía y más cerca todavía, mordió su remate para entregárselo, manso, al portero. Meritorio encuentro y buen punto del Sevilla. 

FICHA TÉCNICA

Sevilla FC (0): Vaclík, Jesús Navas, Diego Carlos, Koundé, Reguilón, Fernando, Joan Jordán (Gudelj, minuto 69), Óliver Torres (Banega, minuto 46), Ocampos (‘Mudo’ Vázquez, minuto 84), Munir (Suso, minuto 59) y De Jong (En-Nesyri, minuto 69).

FC Barcelona (0): Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Rakitic (Riqui Puig, minuto 88), Busquets, Arturo Vidal (Griezmann, minuto 75), Leo Messi, Luis Suárez y Braithwaite (Arthur, minuto 62).

Árbitro: González González, castellano-leonés. Amarillas para Reguilón, Piqué, Busquets, Fernando y Banega.