Y los americanos, ¿por qué pactan ahora con Del Nido?

Paco Cepeda 24/07/2020

Que José María del Nido quiera ser presidente del Sevilla por encima de todo y de todos, es algo que damos por hecho muchos, todos los que lo conocemos mejor o peor. Que vaya más allá de lo que puede, también lo hemos comprobado, alguna veces incluso para bien. Pero lo que aquí extraña (algo) es la postura del grupo de los americanos, que ya hemos dicho que no lo son, que son españoles que representan a un israelí. En teoría un inversor no cambia lo que funciona y le da beneficios.

Andrés Blázquez Ceballos, en representación de Sevillistas Unidos 2020, el capital no sevillista que trajo José Castro y su grupo al Sevilla, entró en juego porque Del Nido empezó a comprar vorazmente acciones para echar a Castro. El presidente reaccionó con el grupo que le apoya y también compraron, pero la liquidez acabó y tuvieron que financiarse. Aquí metió baza el grupo que representa Blázquez Ceballos, que al final se ha hecho con poco más del 6% del capital social del club, que no es ninguna tontería. 

En ese primer momento, estos señores lo que estaban buscando es su comisión de una probable venta del Sevilla. Tenían que conseguir que un capital de más de un 50% quisiera vender y al final pillar lo suyo. Había una guerra, no se podían ni querían poner de acuerdo los contendientes, y en principio asistieron a Castro y los suyos, con un acuerdo de sindicación de accciones hasta mayo de 2021 y, en su momento, incluso un derecho de compra de esas acciones, de ese poco más del 6%, con una cantidad ya cerrada, con los intereses metidos, si el Sevilla no se terminaba vendiendo. Si se vendía, pillaban su 6% y a otra cosa.

Pero llegó el gran pacto por la gobernabilidad, de capital enemigo pero sevillista. Ese pacto anuló algunas estipulaciones anteriores, no hay derecho ya de recompra de esas acciones de Sevillistas Unidos 2020, si algunos otros derechos, pero no ese. Como todos los accionistas, reciben sus dividendos, importantes, lo que daba un nuevo aliciente a su inversión, pero no suficiente. Con Castro, Carrión, Del Nido, Alés, Guijarro... de acuerdo, y con la venta ya frenada, ellos tienen poco que rascar.

Así que seguro que han esperado el momento más adecuado, para ellos, para quebrar la unidad. No velan por su inversión, porque cualquiera que invierte no cambia lo que funciona. Pero eso no les interesa. Y Del Nido les ha puesto en bandeja una baza para intentar conseguir su verdadera pretensión. Ellos son intermediarios de una gran venta y lo único que quieren es su comisión. Y saben que la guerra, que ahoga a todos, puede ser el caldo de cultivo adecuado para tener una oportunidad de lograr sus pretensiones. 

De todos modos, no han dicho esta boca es mía, sí que han mostrado hostilidad al actual consejo, han roto el acuerdo de sindicación de forma unilateral, se supone que para apoyar a Del Nido. Otra cosa es que eso puedan hacerlo en la próxima Junta, cuando sea. Si logran pillar de una gran venta, les dará igual unos que otros.