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Rastreadores de acciones en el Sevilla

Paco Cepeda
Paco Cepeda
26/08/2020

Mientras Monchi se remanga en la extraña planificación que va a tener que afrontar este verano de locura, mientras el club asimila el nuevo éxito y prepara el presupuesto del año que viene, con la que está cayendo, los actuales dirigentes del Sevilla están obligados a vigilar los pasos de José María del Nido Benavente, que ha mostrado su interés explícito en volver al Sevilla como presidente incluso limpiando del consejo a su propio hijo. 

Con el reciente apoyo ganado por Del Nido Benavente de los llamados accionistas americanos, Sevillistas Unidos 2020, las fuerzas se han igualado, al punto de que ninguna de las partes sabe exactamente quién tendría el control en la próxima Junta de Accionistas, ya fuera extraordinaria o la ordinaria. Del Nido sabe que los triunfos, indiscutibles, le vienen fatal, pero su intención de recuperar el control va más allá de lo conveniente o inconveniente.

Es tal la posible igualdad de fuerzas, que pese a que la inmensa mayoría de las acciones del Sevilla han ido aflorando ya porque se pagaba un buen dinero por ellas, ahora se ha comenzado un trabajo más al detalle de tratar de localizar a esos accionistas que jamás van a una Junta, algunos que ni saben que son accionistas, que los hay. Más de un 10% de las acciones están como desaparecidas. No es así exactamente, pero por lo que sea nunca se sindican o nunca son representadas en la Junta. Ahora son más decisivas que nunca y los accionistas han organizado incluso equipos de rastreadores, vamos a llamarlos así, que título por título van buscando quién puede tener esas tres acciones del abuelo o del padre... que duermen en un cajón como recuerdo, más que como un bien de alto valor.

Es evidente que tanto Del Nido Benavente, muchos años presidente y mandamás, como el actual consejo, tienen el listado de accionistas. A partir de ese listado, ya muchas veces cribado, se le está dando una vuelta de tuerca, con gente de mucha confianza realizando muchas llamadas para localizar hasta la última de las acciones del Sevilla. Es un trabajo minucioso pero el único posible porque en caso de guerra accionarial, que parece que la habrá, la contienda se puede decidir por un estrecho margen, por eso son tan importantes esas acciones que nunca nadie ha controlado.