De la lluvia del 20-N a los gozos de diciembre

Javier González-Cotta 20/11/2021

20-N, la otra lluvia. Escucho bromear a los colegas de la Cope cuando comentan que hay previsión de lluvia para el partido de este sábado 20-N en Nervión, ante el Alavés. El uno, Isaac Escalera, informaba que la Aemet da agua para la hora del partido. Quería referirse, más bien, al dato estadístico y curioso de que este año, pese a la sequía que padecemos, siempre o casi siempre ha llovido casualmente cuando el SFC ha jugado en casa. El otro, Víctor Fernández, le ha dicho con retranca que referirse a si lloverá o no en la hora de un partido suena en la era del algoritmo a información intrascendente, cuando no viejuna. Los dos tienen razón y con los dos nos hemos reído. Pero, si tuviéramos que elegir, nos ponemos del lado de Isaac Escalera. El dato sobre previsión meteorológica no nos resulta viejuno para quienes ya somos esto mismo: viejunos. Por eso nos ha gustado que se diga que dan agua para la hora del partido. La sequía que ahora padecemos nos recuerda un tanto a aquellas restricciones de los ochenta que sufrimos en la niñez (por entonces, uno jugaba al fútbol en el parque trasero de Reina Mercedes con, entre otros niños, el hijo de Cardeñosa). Por otra parte, como nota analógica añadida, el partido contra el Alavés caerá en un 20-N, fecha que antaño tenía algún significado, si se quiere sentimental o retrógrado o ambas cosas. De hecho, caer hoy en la cuenta de que el partido contra el Glorioso toca un 20-N, nos hace ver de nuevo que somos lo que somos en realidad: viejunos. Por eso aguantaremos la lluvia que nos toca por partida doble. Por un lado, la que al parecer caerá este sábado. Y, por otro, la que ya viene ensopándonos desde hace tiempo con su calabobos. Para la primera hay paraguas en los chinos. Para la segunda, no.

Fútbol+fútbol+fútbol. La eliminatoria de Copa del Rey contra el Córdoba se intercala ahora en medio de un promiscuo calendario de partidos entre el llamado torneo del KO, la Liga de San Francisco Javier Tebas, la Champions y una deliciosa coda con la que nos topamos como regalía final. A saber, el partido aplazado en su día contra el FC Indepe, que se jugará finalmente el 21 de diciembre. Esto es lo que queríamos. Partidos y más partidos del SFC. Uno tras otro. Qué maravilla de exceso y cuánto nos acordamos del proverbio de William Blake, con ese nombre que tiene de mediocentro defensivo del West Bromwich Albion (“el camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría”). Quedan ya atrás los parones de selecciones de septiembre, de octubre y de este mismo noviembre. Olvidemos la injuria, el sufrimiento causado. Por fin se aviene lo que siempre queremos: fútbol en fin de semana y en días laborables. Lo que resta de noviembre nos llevará a los gozos de diciembre, que no hacen alusión a la programación navideña de la Fundación Cajasol. Los gozos de diciembre nos lo aportan los partidos que han de disputarse, uno detrás de otro, sin sucesión, hasta que, irónicamente, la luz prodigiosa del pesebre nos traiga consigo un nuevo apagón de fútbol. Pero hasta el 21 de diciembre hay gozos por delante.