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Hace 60 años, el Real Madrid 'habló con Dios' para dejar sin Copa al Sevilla... del que el portero Mut no tiene 'ni un escudo'

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
09/07/2022

Han pasado hace horas 60 años cabales de aquellos sucesos. El 8 de julio de 1962, en la final del Campeonato de España, entonces 'Copa del Generalísimo', en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid, el Sevilla CF (entonces y desde la Guerra Civil, aún Club de Fútbol) se disponía a cerrar con broche de oro -o de plata modelada- una campaña que, como club, había resultado espectacular: 1961-62. En esa temporada, el Sevilla, presidido por Guillermo Moreno Ortega y cuyo primer equipo era adiestrado nada menos que por Antonio Barrios Seoane, el 'Tito Antonio' de los béticos viejos... había contabilizado el ascenso a Segunda División del filial, Sevilla Atlético, el Campeonato de España de juveniles y, pasara lo que pasara ese 8.7.1962 en el recinto madridista de Chamartín... como mínimo, la clasificación para la tercera edición de la Recopa de Europa, la extinta Copa 'de Vencedores de Copa'... dado que el Real Madrid se presentaba en la final copera como imparable campeón de la Liga española 1961-62. 

Esto, aunque en la final de la Copa de Europa de 1962, en el Estadio Olímpico de Amsterdam, el Realísimo había sido apisonado y sobrepasado a babor y estribor por el tremendo Benfica de 'La Pantera Negra' de Mozambique, Eusébio da Silva, autor de los dos tantos que sellaron el 5-3 definitivo... pese a las tres dianas madridistas de Ferenc Puskás que situaron el marcador del 'Olympisch Stadion' (hoy, desmochado y 'enanizado') en tanteos tales como 0-2 y 3-3. Esa fue la última Copa de Europa lzada por 'las águilas' del gran Benfica de Eusébio, Coluna, Simoes, etc antes de que sobre el 'Sport Lisboa e Benfica' planeara y cayera la llamada 'Maldición del (despedido) Béla Guttmann'. Los benfiquistas ya no han vuelto a conquistar ningún título europeo y cedieron, por ejemplo, las dos grandes finales continentales de 1963 y 65, ante Milan e Inter, o la de Europa League en 2014, ante el Sevilla. Pero no desvariemos.

LA GRAN TEMPORADA... Y LA GRAN FINAL.- Por contextualizar, y según la propia web oficial del propio club, del Sevilla, "(el presidente) Guillermo Moreno Ortega se caracterizó por poseer una enorme valentía al hacerse cargo de la presidencia del club en un momento en el que no se encontraban soluciones a la deteriorada economía que atravesaba el Sevilla. En su mandato, de casi dos años, expuso su patrimonio hasta el punto de que muchos aficionados asegurarían que se arruinó en pos de buscar una salida a la delicada situación del club. La construcción del nuevo estadio había dejado al club en una situación económica realmente paupérrima". Moreno Ortega y su directiva se hicieron cargo del club de Nervión entre 1961 y 63, entre las presidencias de Ramón de Carranza y Gómez-Pablos y la de Juan López Sánchez.

El Sevilla de Moreno Ortega y Antonio Barrios se presentaba en la final del 8.7.1962 tras haber rematado la Liga 61-62 en sexta posición del Campeonato (lo que le habilitaba inicialmente para la Copa de Ciudades en Feria, 1962-63, antecesora de la Uefa Cup y de la Europa League)... con 'picos' tan brillantes como la victoria liguera del 17.12.61 sobre el potentísimo Barcelona (1-0, gol de Enrique 'Fifirichi' Mateos, recuerden este nombre), un Barça a las órdenes de Laszi Kubala... y 'bajíos' tan pronunciados como doble derrota en Liga ante el Betis (1-2, 3-1), un Betis que navegaba con el motor de la calidad y pujanza de Luis Aragonés, Andrés Bosch, Fernando Ansola o... Antonio Pallarés.

Pero la doble derrota en Liga ante el Betis iba a quedar redimida de sobra con el brillante KO a los verdiblancos en octavos de la Copa, que entonces siempre venía de inmediato tras la Liga: 5-3 en Nervión (cuando el Betis dominaba por 1-2 a la media hora de juego) y escaso 1-0 para los verdiblancos en el retorno, en Heliópolis. El navarro José Luis Areta ('Areta III'), había firmado dos goles para el Sevilla cuando el 5-3. Los cuatro tantos globales del Betis fueron muy repartidos, pero Luis abrió el marcador para el Betis en Nervión, el 1-1... y al fin, un insuficiente gol del ariete Fernando Ansola cerró eliminatoria en Heliópolis.

'Ipso facto', y con las velas a reventar de aire a favor y moral, el Sevilla de Barrios voló durante todo un gran mes de abril de 1962 hacia la final... sin volver a perder ni uno de los cinco partidos de las eliminatorias restantes, con 1-0 en el desempate de cuartos ante el Tenerife, gol de Manuel Ruiz Sosa en el viejo velódromo Metropolitano del barrio madrileño de Cuatro Caminos. En semifinales, ya el 23 de junio, en temporada 'de Mundial' (Chile)... los de Barrios apearon al Valencia (2-2, 3-0; del 2-2 de Mestalla volveremos a hablar)... mientras que el Real Madrid iba despachando en cuartos y semifinales al potente Zaragoza de 'Los Cinco Magníficos' y al Barcelona. El temible Atlético de Madrid se había estrellado increíblemente, 3-0 y 0-3, en un triste desempate en dieciseisavos ante el... Basconia (1-2); un Basconia cuyo joven y antológico portero respondía a un nombre que luego sería mítico: José Ángel Iríbar Cortajarena. 'El Chopo'.  Era el mismo Atlético de Madrid que había batido al Real por 3-1 y 3-2 en las finales de 1960 y 61. Y...

LA GRAN FINAL... Y FRANCO.- A partir de ahora, intentaremos centrar al máximo los hechos, ya lejanos excepto para unos afortunados supervivientes con memoria... y otros pocos -cada vez menos- protagonistas a los que el Padre Tiempo va devorando a pasos agigantados. Aquellos hechos del domingo 8.7.1962 junto al madrileño Paseo de la Castellana...

Ésta se trataba de la 22ª final de Copa o 'Campeonato de España' para un Real Madrid que no iba a llegar siquiera al 50% de triunfos/títulos ni con el éxito de este mismo Campeonato de España: 10/12. En Copa y en España, la hegemonía pertenecía al 'Athletic' o Atlético de Bilbao de la 'furia española', con nada menos que 19 títulos hasta ese 1962... incluido el que los vascos, con el equipo llamado de 'los aldeanos' sellaron ante el Sevilla de Helenio Herrera con el 1-0 de 1955 en el mismo 'Estadio Santiago Bernabéu', gol de Ignacio Uribe.

Bajo dirección de Antonio Barrios, el Sevilla se presentaba por quinta vez en la final del 'Campeonato de España', con triunfos en 1935, 39 y 48 (Sabadell, 3-0; Ferrol, 6-2 y Celta, 4-1), además de la ya referida derrota ante 'los aldeanos' bilbaínos, que entonces entrenaba Fernando Daucik. Entre el sábado 29 de junio y el domingo 30.6.1935 y a fin de presenciar el gran éxito de su equipo en Chamartín ante el Sabadell, con arbitraje de Pedro Escartín, el sevillismo ya había producido un 'éxodo' hacia Madrid por vía de coches, trenes ('especiales y ordinarios')... e incluso, aviones ('al módico precio de 75 pesetas'), según relatan la Prensa de la época... y los sevillistas de corazón más añejo. El sevillismo viajó junto a los de Encinas... 'con gorros, banderas, emblemas y escudos'.

Para esperar la gran cita, el Sabadell (entonces, en Segunda) se concentró en El Escorial durante tres días mientras que el Sevilla prefirió llegar el día antes. Con 0-0, Pedro Aurrecoechea, 'Euskalduna', estrelló un penalti en uno de los postes del Sabadell y del portero Masip. Pero luego, entre una gran actuación de Guillermo Eizaguirre, meta sevillista, dos goles de Guillermo Campanal, el jefe de los 'Stukas' y otro de Bracero firmaron el 3-0 y primer título de Copa del Sevilla, entrenado por Ramón Encinas. Por primera vez desde 1931 el propio Jefe de Estado, en este caso Niceto Alcalá-Zamora, presidente de la República, fue el encargado de forma personal de entregar a Eizaguirre ('hombre del partido', según el semanario gráfico 'As') la Copa llamada 'del Presidente de la República'. Justo antes de la final, el Sevilla vio cómo su filial se imponía al Ciosvin en la otra final, la 'amateur', y así se proclamó por primera vez campeón de España. "Tarde rotunda y completa del Sevilla F. C...", esto fue lo que el singular cronista Eduardo Teus escribió en 'El Sol'...

Pasados 27 años, una terrible Guerra Civil y otras tres finales de Copa más, con los éxitos de 1939 y 48, más la derrota del 55... aquel 8 de julio de 1962, el Sevilla regresaba a Chamartín, pero ya (como en 1948 y 55) al nuevo y gran estadio 'Santiago Bernabéu', cuyos planos habían inspirado los del mismísimo Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán al arquitecto Manuel Muñoz Monasterio. Y también... numerosísimos entusiastas sevillistas, de nuevo 'con banderas, pancartas, emblemas y escudos', habían acompañado al equipo; al que animaban, inclusive, con 'letreros luminosos', según nos narraría la 'Hoja del Lunes' del 9.7.62.

"Tocando palmas por sevillanas y dando voces de aliento, los partidarios del Sevilla, muy numerosos en el Estadio Bernabéu, ya veían la Copa del Generalísimo en las vitrinas del club, allá en la calle San Miguel...", escribiría en 'ABC' (martes 10.7.62) el cronista 'Espectador': Javier Smith Carretero, hijo de 'Cirilo', Cirilo Smith, exjugador del Sevilla en los años '10' del Siglo XX, casado con una 'Carretero Luca de Tena'. Tras escribir en 'ABC' y 'El Correo de Andalucía', Javier Smith Carretero dirigiría después el vespertino 'Nueva Andalucía'. Su padre, Cirilo Smith, trabajaba como jefe de contabilidad en la empresa de aguas SWW...

...Pero Smith remontaba ese párrafo lleno de esperanza al lapso de tiempo en el que el Sevilla vencía por 0-1 al Real Madrid, a los ojos de Francisco Franco y ante una excelente entrada en el 'Santiago Bernabéu', sin llegar al lleno. Arbitraba, en la noche de su despedida, el gallego José Castiñeiras Díaz. Todo de blanco inmaculado -y sin cambios, que no existían aún-, el Real Madrid jugó con: Araquistain; Marquitos, Santamaría, Miera; Isidro, Pachín; Justo Tejada, Del Sol, Di Stéfano, Puskás y Gento. De rojo, con calzonas azules, el Sevilla alineó a: Mut; Juan Manuel, Marcelo Campanal, Luque; Ruiz Sosa, Achucarro; Mateos, Moya, Areta II, Diéguez y Agüero. También tecleaba Smith/'Espectador', en 'Ficha técnica': 'Asistió al encuentro el Caudillo, cuya llegada al palco presidencial fue acogida con largas y rotundas ovaciones que se reprodujeron con la misma intensidad al abandonar el palco y hacer entrega de la Copa al capitán del equipo campeón'.

Así relató 'Espectador' los tres goles... además de una cuarta jugada, definitiva y vital. 'Minuto 49. Agüero regatea a dos contrarios... el balón llega a Diéguez, quien burla a un defensa y chuta fuerte y colocado, batiendo a Araquistain. Fue el mejor gol del partido...

(Cabe agregar que en 'YouTube' se puede encontrar una digna grabación del partido, en blanco y negro, procedente de las cámaras del noticiario cinematográfico 'No-Do', con los goles de Diéguez y de 'Pancho' Puskás, 'Cañoncito Pum' o 'El Coronel Galopante'. Una de tantas típicas averías en el repetidor televisivo de Guadalcanal privó a Sevilla y a media Andalucía Occidental de la naciente cobertura televisiva; pero sigamos con 'Espectador' y su relato)...

...'Minuto 74. Gento se fuga y Juan Manuel lo agarra. El árbitro pita 'penalty', que lanza Puskás muy bien. Es el empate a uno.

(...) 'Minuto 82. Pachín hace una falta a Achucarro dentro del área, y el señor Castiñeiras señala otro 'penalty'. Lo ejecuta Mateos, esquinado, pero sin contundencia, y el portero madridista, en buena parada, envía el balón a córner'.

...'Minuto 90. Gento lanza un castigo, la pelota llega a poder de Tejada quien centra sobre Puskás, el cual, oportuno, gana la acción a Luque y Moya y consigue el gol de la victoria'.

Los ti-tu-la-res de 'ABC', aquel martes 10.7.1962: "El Real Madrid consiguió en el último minuto de juego el gol que le ha hecho campeón de la Copa del Generalísimo... pero excepto al principio, el Sevilla lo superó en clase, velocidad y tesón... asistió al partido el Jefe del Estado, que fue objeto de entusiastas aclamaciones". Relato de Smith del tiro de penalti del 1-1: "Puskás se aproxima sin tomar carrerilla... Mut espera tenso como las cuerdas de un violín, y Puskás, el utilísimo, el muy oportuno, el requetemalicioso Puskás, el domador de balones y maestro de artilleros da un paso hacia adelante, luego otro y ¡zas¡, la pelota entra en órbita con la fuerza de un obús y la exactitud de una pieza de relojería". "No había nadie como Alfredo Di Stéfano, que era único y era el más grande; pero tampoco he visto a nadie armar el tiro, el 'chut', con tanta precisión en tan poco tiempo y en sólo uno o dos pasos como hacía Puskás con la pierna izquierda", recordaba siempre Luis del Sol, 'Sette Pulmoni', gran leyenda del Betis y de cuyo fallecimiento acaba de cumplirse un año. 

Esta final de Copa de 1962 fue el último partido en absoluto de Luis del Sol Cascajares como jugador del Real Madrid; al que 'Don Luis', ya 'Luigi'. abandonaría ese mismo verano para marcharse a Italia, a 'la' Juventus de Turin y de los Agnelli, en un megatraspaso -para aquellos tiempos- de 350 millones de liras, unos 35 milones de pesetas de la época, como algo más de 200.000 euros de hoy; seis décadas después. 

Naturamente, el 'Espectador' Smith Carretero -brlllante periodista- define como 'jugada clave' el 'penal' fallado por Enrique Mateos ('centro de las caricias madridistas'...), en el minuto 82 y con 1-1. La crónica de Smith en 'ABC' concluye así, el martes 10.7.1962: 'Entreverado con la amargura de la derrota, el Sevilla recibe la satisfacción -nada corriente- de que la Prensa de la capital de España y el público que asiste a la emocionante final afirman que la superioridad estuvo vestida de encarnado. Un consuelo nada despreciable". Había otro consuelo 'poco despreciable'. El Sevilla pasaba a jugar la Recopa 62-63.

EL FALLO DE MATEOS; RUIZ SOSA... Y DI STÉFANO.- Nadie que no haya conocido al mediocampista internacional y entrenador Manuel Ruiz Sosa (fallecido en 2009, primo de Rogelio Sosa, la gran leyenda del Betis) y uno de los más grandes mitos sevillistas de Coria del Río, puede hacerse idea de los singulares improperios que, muchas décadas después, Manolito aún seguía dedicando a 'Fifirichi' Mateos (cuñado de Del Sol) por ese triste penalti fallado... que arrebató al Sevilla, casi literalmente de las manos, aquel Campeonato de España de 1962, ante el tremebundo Real Madrid de las cinco primeras Copas de Europa. Así. Ruiz Sosa: "Es que ese penalti lo tenía que haber tirado Diéguez... se lo dijimos todos a Mateos y él estaba muy nervioso porque quería vengarse del Madrid, que lo había echado el año antes, y de ahí se vino al Sevilla. Es increíble lo que nos costó su cabezonería... cuando habíamos sido superiores al Madrid, lo habíamos m...". José Carlos Diéguez, que nos dejó en 2005, tampoco lo llevaba muy bien.

En 1959 y con el mismísimo Real Madrid, Mateos ya había hecho algo similar en la final de la IV Copa de Europa (Stuttgart) ante el Stade de Reims. Con 1-0 para el Real, gol del propio Mateos, el madrileño 'Fifirichi' se adueñó de un 'penal' contra el Reims que iba a lanzar... nada menos que Alfredo Di Stéfano. Lo hizo con la excusa de que lo necesitaba (el presunto gol del penalti) precisamente para renovar contrato, el portero francés Dominique Colonna, del Stade, detuvo el tiro, flojo y mal colocado... y Mateos se llevaría en casetas una riña soberana de Di Stéfano. 

Incluso el notable médico sevillano Antonio Calderón, gerente del Real Madrid, entró en la caseta en el descanso para recriminar la acción a ambos jugadores, en pleno rifirrafe, señalando Calderón a... Di Stéfano, por no tirar el penalti, 'como era su obligación'. "Usted, haga el favor de irse de aquí, que esto es de los jugadores y dedíquese a sus cosas, contar las entradas, el dinero y eso...", reaccionó como un resorte ante Calderón la llamada 'Saeta Rubia': Alfredo Di Stéfano Laulhé, quien años después diria... "Mateos siempre alegaba la excusa del contrato para ir tirando los penaltis que pudiera; 'ché', es que siempre estaba renovando". Afortunadamente para todos los interesados del Real Madrid, el propio Di Stéfano sentenció aquella final del Neckarstadion-Stuttgart con el 2-0, a los 47 minutos, tras estampida de Paco Gento; resultado definitivo y cuarta Copa de Europa para el Real Madrid. Enrique Mateos falleció en 2001 tras haber jugado (...después del Sevilla y a partir de 1964) en Betis, Recreativo de Huelva y Gimnástica de Torrelavega... y haber sido un entrenador carismático, nada menos que en Cádiz y Coruña.

EL TESTIMONIO DE MUT, DIOS... Y DI STÉFANO.- Para esta pieza, 'Muchodeporte' ha podido contactar nada menos que con el guardameta valenciano Salvador Mut Latorre: el portero del Sevilla en aquella final de hace 60 años, el mismo de la fotografía que encabeza estas líneas, volando junto al paraguayo Ignacio Achucarro, su compañero, amigo... y también un capitán del Sevilla de mediados de los años 60. Notable, sólido cancerbero de 1,75 de altura (hablamos de los años 60...), nacido el 4.1.1936 y que se caracterizaba por su sobriedad y seguridad ágil, gracias a unos grandes reflejos, Mut dejó un gran recuerdo en el sevillismo de los años 60. Desde su debut en 1959-60 (llegó desde un Alcoyano en Segunda División) y hasta el final de 1966-67, cuando fichó por el Levante, Salvador Mut permaneció ocho temporadas completas en el club de Nervión, con 138 partidos oficiales; entre ellos, los dos -tan remotos en la memoria- ante el Glasgow Rangers en 1/16 de final de la Recopa 1962-63. 

El Glasgow Rangers sacó adelante la eliminatoria (4-0, Rangers, más 2-0 para el Sevilla -Diéguez y Mateos- en el Estadio 'Ramón Sánchez-Pizjuán'; todo quedó sentenciado con las tres dianas del artillero Jimmy Millar en la ida, Ibrox Park, Glasgow). Esa fue la única vez que el Sevilla disputó aquella 'Copa de Europa de Campeones de Copa' (extinguida en 1999)... y lo hizo sin haber ganado la Copa española, sólo como 'finalista' ante el Real Madrid campeón de Liga. Mut también defendería el marco sevillista en los dos partidos de la ronda 1/16 de Copa de Ferias 66-67 que el Arges Pitesti rumano dominó por 2-0 y 2-2 ante el Sevilla, entre septiembre y octubre de 1966.

"Hombre, me llama usted de Sevilla. Ocho temporadas en el Sevilla... y no tengo ni una insignia del Sevilla", fue el saludo jovial de Mut, a través del teléfono y a sus 86 años. "Esa final, la Copa de 1962 la podíamos haber ganado si el amigo Mateos no se empeña en tirar aquel penalti. En la semifinal con el Valencia, en 2-2 de Mestalla, me vino cuando nos iban a tirar un penati y me dijo: 'Salva, que te lo van a tirar a ese lado'. Lo tiraron por ahí, creo que Ribelles... y lo marcó. Mateos se me vino para mí a voces y me reprocho: 'Pero si te dije que iba por ahí, haberte tirado antes'. Siempre he pensado que, después de todo, yo a él, a Mateos, no le dije nada cuando falló aquel día en Madrid. Ese penalti que falló era casi al final del partido, era el último partido del árbitro, que se retiraba... y después apareció Puskás. Con tantos partidarios del Sevilla como había en el Estadio Bernabéu... tampoco sé si el penalti de ellos, el que pitaron a favor del Madrid, era como para pitar penalti. Creo que no era. Al final de todo, después de perder por 2-1, Di Stéfano se vino y me dijo: 'Pibe, hemos estado hablando con Dios'. Y yo le dije a Di Stéfano: 'No, Dios no tiene nada que ver con esto, Dios no tira los penaltis'.

Perfectamente lúcido, Salvador Mut recuerda: 'Hombre, no es para estar muy contento que no tenga ni un escudo del Sevilla después de haber jugado ocho temporadas con el club, incluidas dos competiciones europeas, una final de Copa, seleccionado para la Sub 23, con Pereda y Ruiz Sosa... mi equipo es el Sevillla, cómo no va a serlo; yo era un c... cuando vine del Alcoyano, me hice un hombre en Sevilla, me hicieron un hombre y aquí me pude comprar el primer traje, con el dinero del contrato del Sevilla. ¿Vive aquel periodista, Blázquez... vaya 'palizas' que me daba. Mis tres hijos son de Sevilla, bautizados en la Macarena y el Gran Poder...  y muy orgulloso de que sea así. Había esa rivalidad terrible con el Betis y el primer año mío, en 1960. ganamos por 1-4 en su campo, ellos con Del Sol y todo, y la gente del Sevilla nos llevaba a hombros cuando volvimos al Estadio. Esta fue una temporada estupenda; quedamos arriba, cuartos, sólo detrás de Barcelona, Real Madrid y Bilbao".

Desde Valencia, Salvador Mut establece que 'en la Recopa 1962-63, después de perder 4-0 en Glasgow con el Rangers, aún pudimos ganar en la vuelta. Tuvimos 2-0 a favor al principio del segundo tiempo, pero ahí nos quedamos. Tengo grabada 'mi' alineación titular del Sevilla de 1959-60 al que yo llegué, la del año de aquel 1-4 en el campo del Betis. Mut, Santín, Campanal, Valero, Ruiz Sosa, Achucarro, Aguero, Pereda, Diéguez, Szalay y Antoniet. Mi mejor amigo en el Sevilla fue Ignacio Achucarro. Siempre salíamos juntos y cuando salíamos, mi mujer decía... 'ah, si estás con Achucarro, entonces estoy tranquila'... José Manuel Moya, el que después fue cantante de sevillanas con 'Los Romeros de La Puebla', era el que nos daba la alegría en el autobús, con sus canciones y las sevillanas... hemos pensado muchísimas veces en ir por Sevilla, pero es que cada vez va costando más, claro". De la final Real Madrid-Sevilla de 1962 que estamos recordando, quedan tres jugadores sevillistas en este mundo: Mut, el lateral gallego Juan Manuel Tartilán y José Manuel Moya.

Quizá el mejor amigo personal de Salvador Mut fue todo un campeón de Europa: Antonio, 'Toni' Calpe, otro defensa férreamente valenciano, 'granota' levantinista desde 1962... y desde 1965 hasta 1971 en el Real Madrid. Aquí, en 1971, Toni Calpe retornó al Levante. "Calpe no sólo era mi compañero, incluso de habitación sino quizá mi mejor amigo", diría Mut cuando fue a acompañar el féretro de Calpe durante el funeral del campeón de Europa (y tres veces de Liga) con el Real Madrid: 7 de abril de 2021. Cuando sólo llevaba una temporada en el Bernabéu, en 1966, Calpe dijo que él no iba a ir la recepción que el General Franco iba a dar a la plantilla madridista 'ye-yé', campeona de Europa en Bruselas ante el Partizán de Belgrado (aunque Calpe, lesionado, no jugó la final). "No le podía dar ese disgusto a la familia", alegó después. Antonio Calpe se llamaba 'Antonio' en recuerdo de un tío fusilado por el bando 'nacionalista' durante la Guerra Civil. Entonces y en las filas del Real Madrid... hacía falta bastante valor para semejante gesto.

"No podía ir a ver a quien había provocado tanto mal en mi abuela y mi padre", explicaba entonces Calpe. El Madrid le permitió esa ausencia... no sin que Ernesto, padre del jugador -y pese al orgullo que sintió por el gesto-, se lo recriminara inicialmente por los posibles problemas que esa decisión podría acarrear al hijo. Al fin, entre 1971 y 1973, Mut y Calpe compartían la misma habitación en los viajes del Levante que regresaría a Segunda División en 1973, tras infamante travesía por Tercera que duró cinco años (1968-73). "Calpe era más que mi compañero; era mi amigo", insiste Mut, que también recuerda "La última vez que lo vi, en un homenaje que le hicieron, cuando ya estaba muy mal, me acerqué a ver si aún me conocía; entonces, levantó la cabeza, me miró y sólo dijo con una sonrisa: 'Sevilla'. Me había conocido. Esa fue nuestra despedida".

Aquel Sevilla al que Mut llegó en 1959-60 y donde pudo comprarse su primer traje.. apareció en dos competiciones europeas ya extinguidas, Recopa (62-63) y Copa de Ferias (66-67). Fue también ese Sevilla de aquella gran final de 1962, la que el grave error de un obcecado Enrique 'Fifirichi' Mateos tiró por la borda... directa hacia la artillería 'requetemaliciosa' de 'Cañoncito Pum'; esto, antes de la bella historia de Toni Calpe... y antes de que brille en la casa valenciana de los Mut ese escudo del Sevilla que algún día llegará allí. 

...1962-2022: "Dios no tiene nada que ver con esto, Alfredo, Dios no tira los penaltis"...