1ª División (2014/2015) > Jornada 13

5-1: Reyes acaba con la depresión

Primero las buenas noticias, que fueron muchas. La principal, que el Sevilla volvió a ganar, a sumar tres puntos que de nuevo le colocan muy bien en la clasificación y le devuelve la ilusión, algo básico para competir. Y ganó haciendo un montón de goles, cinco, y tres de ellos de los delanteros, de Bacca y Gameiro, dos jugadores básicos para dar por bueno que el Sevilla quiera ser un equipo sólido con mucho gol. Y dos jugadores que estaban muy tocados en su moral porque no les salía nada. Otra gran noticia es que Vitolo hizo cosas como las del año pasado y que Reyes quiso. No sabemos si esto último sólo sea una noticia buena para el día de hoy, porque seguramente, y desgraciadamnete, no tenga continuidad. Pero Reyes, en esta ocasión, fue el jugador determinante que se echó el equipo a las espaldas cuando más dudas tenía todo el mundo.

Porque antes del festival final hubo minutos, muchos, en los que nadie podía pensar que esto podía pasar. Más bien todo lo contrario. Emery se decidió por probar a Aleix Vidal de lateral derecho, pronto para decir nada al respecto, y por jugar con un centro del campo con músculo y un poco de juego, el que debería aportar Banega, al que le cuesta un mundo cogerla cuando se le adelanta unos metros. No obstante, pese a no jugar un pimiento, el Sevilla se puso por delante, gracias a un fallo colectivo del débil Granada que aprovechó Bacca. Pero nada mejoró y el equipo de Caparrós empató en un justo penalti que llegó en un minuto muy jodido, al filo del descanso. Con la grada apagada, por esa huelga absurda de parte del fondo norte, la cosa se ponía fea pero fea de verdad, porque se intuía el drama, además ante un equipo que no decía nada. 

Pero Emery se decidió por cambiar el rumbo de las cosas. Prescindió de Deulofeu, muy gris, sólo medio entonado a balón parado, para meter a Reyes, con la idea de que se moviese por todos lados y tratase de encontrar los huecos que no se veían. Que jugase al fútbol un poquito. Y salió cara. El de Utrera quiso y pudo y a poco de salir, Banega adelantaba de nuevo a los suyos. El propio Reyes dio un pase de ensueño para Bacca y con el 3-1, efectivamente, a la fiesta se sumó todo el mundo. Injusto sería no destacar de nuevo a Vitolo, porque él sí estaba haciendo un partido decente, más que decente, aunque también aumentó su buen nivel cuando encontró a Reyes al mando de las operaciones. Incluso Gameiro, con pocos minutos, le dio para asistir a Mbia como extremo y para hacer su golito como killer, lo que es. 

Y para finalizar, las malas noticias. Que los radicales sobran siempre. Y que el Sevilla se olvida demasiado de algo básico en este deporte: jugar. Porque el resultado es lo único importante, pero no hay mejor plan para conseguir el resultado que jugar bien. Eso lo debería tener claro a estas alturas todo el mundo, hasta Emery. 

Sevilla FC (5): Beto, Aleix Vidal, Nico Pareja, Carriço, Diogo, Krychowiak, Mbia, Deulofeu (Reyes, m. 62), Éver Banega (Denis Suárez, m. 76), Vitolo y Bacca (Kevin Gameiro, m. 85).

Granada CF (1): Roberto, Foulquier, Babin, Murillo, Juan Carlos, Iturra, Fran Rico, Javi Márquez (Eddy, m. 13), Sissoko (Jhon Córdoba, m. 67), El Arabi y Piti (Isaac, m. 83).

Goles: 1-0, minuto 23: Carlos Bacca. 1-1, minuto 41: El Arabi, de penalti. 2-1, minuto 65: Éver Banega. 3-1, minuto 78: Carlos Bacca. 4-1, minuto 88: Mbia. 5-1, minuto 92: Kevin Gameiro.

Árbitro: Prieto Iglesias, navarro. Amarillas para Piti, Roberto y Krychowiak.

Reyes

Vitolo estuvo muy bien, Bacca hizo dos goles, pero Reyes es especial Cuando tiene el día es distinto y decisivo.