Victoria muy meritoria del Sevilla, que le sirve para mantener las diferencias con el quinto puesto y seguir soñando una semana más con pelear la Liga por si Madrid y Barcelona se pegan un tiro en el pie. Mucho mérito porque las bajas en defensa eran y son importantes, porque en Las Palmas no había ganado nadie esta temporada y porque el equipo no está fino. Pero Sampaoli demuestra una vez más que no es testaduro y si tiene que recurrir al pelotazo para Iborra y la prolongación de éste para habilitar a alguno de los jugadores rápidos (Correa, otro de los cambios), pues lo hace. Otro triunfo en los últimos minutos. Por suerte y sobre todo porque va a por los partidos.
La semana se presentaba fastidiada porque Pareja y Escudero no se recuperaban. Ramí se sumaba a esa plaga defensiva a última hora y Carriço ya saben que está como las chatas. Así que Sampaoli, en Las palmas, ante un equipo con muchas alternativas arriba, se presentaba con una defensa compuesta por Mariano, Mercado, Lenglet y Sarabia. Daba miedo. Además, el entrenador, seguramente porque desconfiaba de esa línea de cuatro, quiso arropar a Nzonzi (anda flojito desde hace unas semanas) con Kranevitter. Ese es un error porque ambos bajan su rendimiento cuando otro juega en sus espacios. Y también quitaba un punta, en este caso a Jovetic, precisamente porque el equipo estaba cogido con alfileres desde el punto de vista del equilibrio defensivo. Porque además Nasri y Franco Vázquez juegan de una manera preciosista, pero que no es tolerable en un fútbol competitivo. Sobre todo en el caso del argentino, juega mucho más de lo que se gana. Tiene calidad, eso se sabe, pero ya está bien de ir a las cuatro cartitas.
Las Palmas no aprovechó la horrible puesta en escena del Sevilla. Hasta tres imperdonables pérdidas de balón en las zonas calientes que propiciaron sendas ocasiones claras de gol, sobre todo la de Jese. Sergio Rico estuvo en gran portero y mantuvo a su equipo vivo cuando más se tambaleaba. En realidad, el portero estuvo inmenso todo el partido. Y cualquier Sevilla que tiene a esos hombres y con Vitolo en el campo, si no lo matas, al final te hace ocasiones y pasa a ser protagonista. En esa primera mitad ocurrió eso, pero sin acierto rematador. El Sevila, como su rival, no tenía dominio de las áreas, y el partido se convirtió en una partida de ruleta rusa con una pistola sin balas. Hubo clarísimas ocasiones de gol (Ben Yedder, Vitolo, Franco Vázquez...) y no se entendía bien cómo ninguno de los contendientes hacía al menos un gol.
Tras el descanso, el Sevilla empeoró, pero mucho además. No era tan frágil detrás, no regalaba tanto, pero no existía. Nasri y Franco Vázquez dimitieron, Nzonzi fue hasta sustituido y Kranevitter no se nota cuando juega, la verdad. Pasaron muchos minutos, demasiados, de control de Las Palmas, con un dominio que aunque falto de profundidad, parecía encaminado a terminar de noquear al arrugado Sevilla. Pero el banquillo reaccionó. De nuevo Sanmpaoli no fue un ultra de sus pregonadas ideas y metió a tres jugadores que le venían muy bien al encuentro, tal y como estaba. El plan B salió a la perfección. Iborra sí se notó en el medio, por su tremendo físico y porque hace dos o tres cosas muy simples pero que siempre dan resultado. Correa es tierno pero rápido y Jovetic es un bicho. Los tres cambios aportaron una barbaridad. Cuando ya Las Palmas no estaba tan cómodo, la jugadita de Iborra, su prolonganción desde arriba del todo, la aprovechó Correa para fusilar a Javi Varas. Era una jugada simple, pero estudiada, porque Correa por un lado y Jovetic y Vitolo por el otro, esperaban esa opción. Todo muy sencillito, pero la mar de efectivo. Ya con el marcador a favor, Jovetic hizo la jugada del encuentro y no sentenció de milagro. El Sevilla se defendió bien y de forma solidaria esos últimos minutos y ahora celebra de nuevo tres puntos que le van a servir para seguir soñando, para saber que puede ganar de muchas maneras y para asustar un poco más al Leicester. Todo cuenta.
UD Las Palmas (0): Javi Varas, David Simón, Lemos, Aythami, Dani Castellano (Mateo García, minuto 90), Montoro (Livaja, minuto 79), Roque Mesa, Halilovic (Tana, minuto 79), Jonathan Viera, Kevin-Price Boateng y Jesé.
Sevilla FC (1): Sergio Rico, Mariano, Mercado, Lenglet, Pablo Sarabia, Kranevitter, N’Zonzi (Iborra, minuto 68), Nasri, ‘Mudo’ Vázquez (Jovetic, minuto 76), Vitolo y Ben Yedder (Correa, minuto 76).
Gol: 0-1, minuto 79: Correa.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea, vasco. Cartulinas amarillas para Kranevitter, Pablo Sarabia, Iborra, Correa, Lemos y Roque Mesa.
Dan ganas de destacar a Iborra y Correa por ser tan decisivos, pero Sergio Rico estuvo todo el encuentro brillante. Se está convirtiendo en un porterazo.
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