1ª División (2013/2014) > Jornada 23

1-4: Primero Texeira y luego Messi

Lo de siempre o casi siempre. Entre los errores propios y dos jugadas clave y claras que el árbitro decantó en favor del poderoso, el Sevilla se quedó otro año sin poder meterle mano al FC Barcelona, que anda regular, con Messi casi apático, pero que tiene la calidad que todos conocemos. La dinámica del Sevilla es tremenda, aunque hoy se va a tapar detrás del horrible arbitraje que padeció y, lógicamente, del nivel del rival. 

Unai Emery se decantó por una alineación mixta. Ni para él ni para el resto del mundo. Apostó por los dos delanteros, porque son buenos, aunque ahora no estén finos, sobre todo Gameiro. Pero no rompió tanto el equipo porque prescindió del inoperante Reyes para dotar al centro del campo de más peso con Carriço e Iborra para darle a Rakitic libertad para moverse con más libertad, que es lo suyo. El Tata, por su parte, hizo de Emery dejando a Dani Alves y, singularmente, a Sergio Busquets fuera del once, para darle cancha a Montoya y Song, dos jugadores manifiestamente inferiores a los titulares. 

Pero las pizarras tuvieron mucho menos relevancia en la primera mitad que el árbitro. Canallesco. En la línea de árbitro que pita a equipo grande. Con el Sevilla muy convencido, porque su presión funcionaba y mandaba en el marcador (gol de Alberto Moreno), y hasta pudo hacer perfectamente un par de ellos más en ocasiones clarísimas de Bacca (al palo) y de Rakitic, de nuevo capitán general con mando en plaza, llegaron los rejonazos. Cuando parecía que la cosa estaba más para el segundo o el tercero sevillista, apareció Texeira y su gente. Dio un gol de Alexis en fuera de juego clamoroso, porque en una jugada a balón parado es difícil fallar como falló en la apreciación de la jugada. Beto, por su parte, tampoco es que hiciera su trabajo como es debido, pero ciertamente el error del equipo arbitral fue mayúsculo. Y luego, esta vez el árbitro en primera persona, tuvo la poca vergüenza de pitar una mano clara e intencionada de Song, que tenía tarjeta amarilla, pero se dejó la segunda en la cartera, para evitar la expulsión. Dos jugadas clave, las dos para el lado de siempre. Olviden el reparto televisivo, donde de verdad se muestra el poderío es en cosas como ésta.

Entre las decisiones arbitrales lamentables, la tromba de agua y las ráfagas de viento terribles, el Sevilla se desconectó y en una contra en los minutos finales de la primera mitad, le llegó un balón a la izquierda de un Messi al ralentí que no perdona una así ni con la cabeza en el Mundial o en Hacienda o en las dos cosas. 

Tras el descanso, el Sevilla tuvo varios minutos en los que acumuló de nuevos claras ocasiones, esta vez de Vitolo y Gameiro, ambos con el punto de mira realmente averiado. Eso no le pasa a Messi, que enganchó otra marca de la casa para matar el partido. Hubo momentos en los que el Sevilla bajó los brazos, porque además desde el banquillo el entrenador hizo de las suyas con cambios que sólo entiende él y quizá alguno de sus ayudantes. Minutos para Trochowski, Cheryshev y Jairo. Pues eso. Pero pese al mazazo del 1-3, pese a esos cambios, al agua que caía y a todo lo demás, el equipo sacó vergüenza en la recta final del encuentro y de nuevo apretó al Barcelona, aunque no lograra gran cosa, es más, hasta le hicieron el cuarto, obra de Cesc.

Sevilla FC (1): Beto, Diogo, Pareja, Fazio, Alberto Moreno, Iborra (Trochowski, m. 63), Carriço, Rakitic, Vitolo (Jairo, m. 76), Kevin Gameiro (Cheryshev, m. 63) y Bacca.

FC Barcelona (4): Valdés, Montoya, Piqué, Bartra, Adriano, Xavi (Busquets, m. 83), Song, Iniesta, Alexis (Sergi Roberto, m. 89), Messi y Pedro (Cesc, m. 73).

Goles: 1-0, minuto 15: Alberto Moreno. 1-1, minuto 34: Alexis. 1-2, minuto 44: Messi. 1-3, minuto 56: Messi. 1-4. Minuto 87: Cesc.

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes, cántabro. Amarillas para Song, Dani Carriço, Pedro, Valdés, Diogo y Cheryshev.

Fazio

El Sevilla encajó cuatro goles, pero el gigante argentino estuvo en una buena línea.