Quedar el décimo

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 14/02/2017

Veo al Betis confundido, absurdamente centrado en un objetivo de medio pelo: quedar el diez. ¿Y qué más da el diez que el doce? ¿Qué objetivo es ése? Sé que la corte mediática rápidamente justificará quedar el diez porque se recibirá 2.8, 3.7 o 4.1 millones de euros por la televisión. Repito: me da absolutamente igual. Sobre todo si ese dinero se invierte en Zozulia o Brasanac. Vender el décimo puesto como un éxito es, una vez más, no haberse enterado de nada. Quizás sea un eufemismo para no decirle crudamente a la afición que la misión es no bajar a Segunda División. Puede ser. En cualquier caso, no le veo mucho sentido a identificar como un éxito tan mediocre propósito. Décimo se quedó la temporada pasada. Y ya ven. Por debajo del décimo pueto seguramente quedará el Alavés, y ya ven el temporadón que hará llevando a los suyos a una final de Copa. Otra cosa es que el equipo se ponga a ganar y ganar, y se acerque al séptimo puesto. Bueno, eso es distinto. Se verá. Hablar del décimo puesto como un objetivo en sí refleja el estado de confusión en el que sigue el club. El objetivo del Betis es hacer feliz a su gente jugando buenos partidos. El objetivo debe ser confeccionar una plantilla de nivel con la que ilusionarse. El objetivo es dotar de calidad al banquillo y no fichar a un elemento como Poyet. El objetivo, como siempre suelo decir, es ser alguien en este complicado mundo del fútbol. ¿Qué cortocircuito se producirá en la mente de todo el que entra a trabajar en el Betis?