La despedida que se merecía Monchi

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 08/04/2017

Ganó el Sevilla y se van los agobios. Antes del partido ante el Deportivo ya apretaba el Villarreal, que ganó su encuentro frente al Athletic. Afortunadamente, cayó la victoria. Se siguen viendo grietas, pese a lo abultado del marcador. Por ejemplo, atrás la defensa a punto estuvo de provocar el hat-trick de Kakuta. Pareja y Mercado no es un dúo de centrales fiable hoy por hoy. Con Pareja, estupendo defensa, supongo que habrá que replantearse el futuro este verano. Mercado ha entrado bien, es un central que marca goles, que no es poca aportación, pero cada vez lo veo más limitado. Y si un equipo no desprende seguridad en esa zona, termina siendo poco equipo. Además, Sergio Rico ha entrado en 'modo transparente'. Sólo lo veo recogiendo el balón de la red. Por todo ello, el Deportivo marcó cada vez que llegó arriba. El Sevilla, también. Cada vez que pisaba el área se encontraba con un regalo de esta madre dadivosa que fue el equipo de Mel. 

Sí hubo un cambio sustancial con respecto a los partidos de la crisis: el ritmo. Al no estar Nasri, la velocidad fue otra. Y se agradeció. Aun con fallos, la energía en las acciones estuvo más acorde a lo que debe ser un partido de verdad. La mayoría de las veces es preferible equivocarse al elegir una opción que echar la pelota atrás a dos por hora para iniciar la jugada. El Sevilla desprendió más vida, aprovechó los regalos y sentenció el partido con trabajo, pues también le falta colmillo en el área rival. La ocasión que tuvieron Franco Vázquez y Jovetic en la misma jugada... La de Iborra en la segunda parte tirando dos veces solo ante Lux... La definición sosa de Ben Yedder en un mano a mano... Estas pifias ante otro equipo son letales. Este Deportivo anda con serios achaques. Ben Yedder marcó el cuarto y el Sánchez-Pizuán respiró aliviado, con cánticos de su grada. Se ha ganado de todas las maneras, con Biris y sin Biris, y se venció por ser mejor que el rival, simplemente. Pero si se cuenta con la energía positiva de la afición, bien está. Monchi se merecía esta despedida.