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¿Por qué se ha podrido lo de Nzonzi?

El jugador tira con bala al afirmar que con Monchi se hubiese arreglado el problema, pero es más complejo

Paco Cepeda
Paco Cepeda
05/12/2017

El Sevilla no es infalible, ni mucho menos, en la gestión del grupo, de hecho en los útimos tiempos, por ejemplo, Vitolo se fue dando una espantada gorda e Immobile se marchó por la puerta de atrás perdiéndole mucho dinero y ahora triunfa en la Lazio... y mil situaciones que se han vivido y que no todas han salido ni siquiera regular. Pero el caso Nzonzi no es ni nunca fue sencillo. El jugador, que es muy largo, no solo alto, tira con bala donde más duele en el Sevilla y asegura que su problema, que cuenta a medias, se hubiese arreglado con Monchi en dos jornadas. Puede ser, pero no era sencillo. Porque Monchi tenía mucha llegada con él, por su prestigio ganado y porque habla francés, algo que no es menor para relacionarse con el gigantón, que piensa que por las nacionalidades pasan algunos de sus males (Berizzo ha preferido a Pizarro). Pero el problema es mucho más gordo.

El detonante está más o menos contado, una fuerte disputa en el vestuario en el descanso del Sevilla-Liverpool. Nzonzi es muy indolente, pasivo, y Berizzo apasionado y directo. Y el jugador se siente humillado porque pasó lo que era imposible, que en el campo ocurrió lo que pedía el entrenador, el equipo se batió el cobre y el Sevilla empató. Gran derrota de un jugador clave y gran victoria de Berizzo ante el grupo, que no es un tema menor.

La plantilla además, que suele ser solidaria con el compañero, no lo ha sido en este caso, porque el entrenador triunfó, pero fundamentalmente el grupo, que ya miraba con cierto recelo al 'ausente' Nzonzi, no entendió que no quisiera entrenar al día siguiente y mucho menos que la persona, el compañero, no estuviera con el entrenador a nivel humano en la visita al hospital después de ser operado. La plantilla, en líneas generales, no comprende cómo Nzonzi no ha tenido más cintura con un señor que, dijera lo que dijera, convivía con el estrés de una enfermedad inquietante.

Y en ese grupo, aunque hay franceses, a Nzonzi se le han marchado apoyos importantes, sus 'hermanos' Ramí y Nasri, especialmente el primero, a disgusto con el Sevilla porque su salida no fue como quiso (quería llevárselo todo y no fue así). Y Nzonzi, que jugando bien es de los mejores o el mejor del equipo, no tiene esa ascendencia sobre sus compañeros en estos momentos. No es el más popular de la clase. Sin embargo, Berizzo ha cuajado entre sus pupilos y su tema personal ha reforzado los lazos afectivos. Banega, hoy, ha sido explícito: "No es mi problema".

Esa falta de empatía ha desquiciado más a un Nzonzi que siempre tuvo su cable pelado, que llegó dando problemas y que se va a ir de la misma manera. 

El otro tema, previo, que lo tenía inquieto, y lo tiene, es el del traspaso en verano. El jugador creía que tanto el Barcelona como la Juventus iban a ir a muerte a por él, que presentarían una oferta que superaría los 35 millones, y que el Sevilla vendería. Su padre, en ese sentido, le ha podido decir más de lo que había realmente, y como el negocio no se dio, de hecho el Sevilla asegura que oferta como tal no llegó ni a existir, que sólo se preguntó, pues el futbolista se frustró y se encastilló en que el Sevilla no le dejaba salir, como él quería. Sólo unos meses antes había renovado, subiendo su cláusula, pero casi de mentira, porque un porcentaje de esa cantidad era para él en caso de salida por esa vía. Al padre se le dio una generosa prima de renovación y al futbolista lo colocaron en el primer escalón salarial del club.

Por todo eso, Monchi lo mismo lo hubiese llevado mejor, seguro, porque no parece que ni Óscar Arias ni el fichaje Javi Guerrero, enlace de la dirección deportiva con la plantilla, tengan las habilidades del crack de San Fernando, pero la cosa estaba y está muy liada, pero mucho.  Ahora, el precio del traspaso baja, porque todo el mundo sabe que el Sevilla tiene un buen jugador pero también un problema. Pero ojo, que el equipo está ganando, y el Mundial, la aspiración del jugador, convocado recientemente por Francia, juega a favor de la entidad. La guerra está lanzada. Si Nzonzi encuentra una gran oferta todo pasará, se irá y punto, pero como el dinero que oferten sea muy por debajo de las expectativas, lo mismo se tiene que quedar en la grada y con un expediente disciplinario gordo encima. Todo puede pasar.