Nuevos objetivos en mitad de una tempestad

Vía de Escape

El Betis, señor Pellegrini, se ha caído. No hace falta que ni lo diga ni lo reconozca, pero sí es bueno que lo sepa, porque a usted y solo a usted, en su soledad más absoluta, le toca salvar los muebles que quedan sin quemar. Hay cosas que no son achacables a ningún mal proceder, ni del entrenador ni de la debilitada estructura del club, por ejemplo algunas decisiones arbitrales o la importancia de las lesiones y los golpes acumulados que ocurren en partidos como el de Barcelona. La combinación de la lesión de Luis Felipe y la expulsión de Edgar explica esa parte del invento en el que la suerte, la mala suerte, también desgasta y lo hace mirar todo de un modo más pesismista. Acabar con nueve, con lesión de Joaquín, más de lo mismo.

Pero hay otras cosas, algunas de ellas contadas en este sitio web al que le cierran la puerta pero no la boca, que sí están hechas para que el invento se vaya al garete. No puede ser que en la fase decisiva del campeonato se prescinda de la estructura profesional deportiva del primer equipo sin recambio inmediato, que se haga un anuncio inexplicable de la marcha de la leyenda Joaquín y que se desatienda a Pellegrini, que quiere que se hable de fútbol, fútbol, fútbol y fútbol. 

Ya no está la gente que le paraba ciertos golpes a Pellegrini, con ese desgaste diario que provoca que Joaquín no juegue todo en busca del récord, que el Panda se engorile con twitter mientras baja su rendimiento, que Juanmi saque los pies del plato... Muchas cosas, más de las que creen, se lo aseguramos. No puede ser lo mismo tener a tres personas como tres trinquetes todos los días del año trabajando que estar sin ellos, vamos, digo yo, porque si no se notara, por qué narices le pagaban el sueldo. ¿De verdad pueden pensar alguien que López Catalán y sobre todo Ramoncito Alarcón y el venido a menos Martínez Feria pueden lidiar un toro así? El propio ascenso de Alarcón es una terrible noticia, porque cada día manda más, sencillamente porque es incombustible, está 24 sobre 24 y 7 sobre 7 en el club. Cada día más cerca de las decisiones finales, cada vez más cerca de la gente con calzonas, aunque no le echan la más mínima cuenta. Eso resta. Para Ángel Haro esta crítica no hace más que reforzar a Alarcón, por eso no me corto. No hay problema. Ningún puesto de trabajo está en juego en ese sentido.

Así que llegado a este tramo final de la temporada, el entrenador, él, no hay más, tiene que convencer a los que le queden sanos y enteros mental y físicamente para cumplir quizá tres objetivos, por este orden: que no le adelante el Sevilla, que se clasifique para Europa y que Joaquín cumpla con el récord, porque se lo merece el jugador-leyenda y porque el club le puede sacar partido a eso, cuando toque, no antes. Esto último va a depender de lo que diga el diagnóstico médico más desagradable de los últimos años. Hay un factor en el que no juega el Betis, que es lo del Sevilla y la Europa League, eso es cosa de la Juventus o los otros dos semifinalistas. Pero es igual de importante o más para que la paz que se había trabajado no vuelva a ser guerra de guerillas.