K.O. y a ver quién arregla esto...

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 01/10/2022

El Sevilla ya ni enfada a los suyos. La resignación ha llegado al Sánchez-Pizjuán, que se mostró más bien frío con el penoso juego de los de Lopetegui. Fue tal la superioridad del Atlético que realmente no entraron ganas ni de protestar. Sólo al inicio de la segunda parte parecía que había partido, dentro de un dominio muy de mentira, más territorial que otra cosa. El Atlético tiene muchísimo más que el Sevilla, no hace falta recordarlo. Le paga a su entrenador 23 millones de euros. Cuestión de que los cracks aprovecharan los regalos y para casa.

La realidad es que el Sevilla no le gana a nadie desde el pasado mes de enero. Lo mucho que puntuó entonces al principio valió para salvar el pellejo y asegurar el puesto Champions, competición que ya me dirán para qué sirve competirla con semejante colección de jugadores, en medio de la depresión. Como salir al mercado a buscar un entrenador siempre es incómodo, y muy arriesgado quedando cuarto, el club optó por la vía conservadora. Se quedó con Lopetegui sin creer en él. Tampoco Lopetegui quería quedarse, pero no lo llamó nadie. Conclusión: el proyecto nació muerto.

El tiro de gracia lo ha dado una planificación sin sentido, como no le recuerdo otra a Monchi. El equipo es una mediocridad en todas las zonas. La defensa es joven y por tanto inexperta. En el centro del campo, hasta el gran Fernando ha pedido un recambio para él. Y arriba sigue sin gol. La plantilla es veterana, no tiene fuerzas para quedarse de pie e intuyo que ni ganas si los resultados siguen siendo los que son. Hay que despedir a Lopetegui porque no queda otra, pero con Lopetegui o con su sustituto conviene rezar todo lo que se sepa para evitar un segundazo.