Mandi y el delicado mundo de las renovaciones

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 29/04/2021

Mandi se marcha al Villarreal. Esta mañana he pasado por el Villamarín y el estadio seguía en pie. No se ha caído. Luce firme al final de La Palmera. No creo que haya que dedicarle muchas lágrimas a un jugador que cuando ha llegado al final de su contrato ha encontrado un muy buen pico de rendimiento, algo que suele ocurrir. Anteriormente, Mandi ha regalado también mucho. Por supuesto que no todo era culpa de él. El Betis, hasta la llegada de Pellegrini, ha sido una perita. Cuando colectivamente se funciona tan mal, los centrales se suelen quedar vendidos. Pero vamos, que alguna responsabilidad de los 218 goles encajados en las cuatro últimas temporadas en Liga debe tener el central que lo ha jugado casi todo

Las renovaciones suelen dar quebraderos de cabeza. No son fáciles de concretar. Si se cree en el jugador, como norma general urge hablar con él dos años antes de que acabe su contrato. Y ofrecerle lo máximo que se pueda en ese momento para que firme. Si no firma, porque no le convenza la oferta, porque su agente le coma la oreja con ofertas o porque simplemente le interese esperar, en verano se debe activar la maquinaria de la venta para ingresar algo. Si es que llega una oferta, claro... De lo contrario, se corre el riesgo de que pase lo de ahora. Ya no es que Mandi se vaya. Es que se va gratis.

Ésta es la teoría. Así, aplicada y escrita, parece fácil, pero no lo es. En la negociación que se abre, el jugador también se las sabe todas y por supuesto va asesorado. Si dos años antes dice 'no', no crean que transmite un 'no' rotundo. La deja correr e incluso manifiesta en alguna entrevista que está feliz y que el Betis, por supuesto, es el club de su vida. Tampoco se le puede apretar más de lo debido si empieza a dar largas, ya que si juega y es importante para el entrenador, cualquiera se atreve a romper ese ecosistema... Y además, seamos francos, Mandi no invitaba a ningún tipo de renovación hace dos años. En fin, que ha elegido. Que le vaya bien en su nueva etapa. Buen club el Villarreal. Sereno, buen pagador y ahora inmerso en su quinta semifinal europea, una de ellas de Champions. Señor Cordón, le toca. ¿Está usted ahí?