Levantarse cuando termine la función, nunca antes

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 12/05/2021

Los hombres de fútbol nos repiten una y mil veces que las cosas están agarradas cuando están agarradas. Y ni un segundo antes. Aplíquense el cuento. Todos. Porque las opciones de Liga efectivamente se pusieron en chino, pero mientras haya vida, si Dios obra el milagro, es obligatorio estar ubicado en el sitio justo. Por eso, entendiendo que estamos en semana de tres partidos, no me gustó la alineación de Lopetegui. Demasiado suplente, demasiado Gudelj, demasiado Óscar... Lógicamente, salió el suplicio esperado. El Sevilla jugó en chanclas. El Valencia directamente venía con la sombrilla y la toalla. Esto no es fútbol. Es un sucedáneo con camisetas oficiales.

Cada vez que el Sevilla se enfrenta al Valencia me gusta recordar el mal de la nefasta mano de su dueño, ese prohombre que aterrizó para construir un Valencia grande, por lo visto. Recuerden, sevillistas y aficionados en general: siempre, siempre atentos a estos mangantes. No ponen nada y se lo llevan todo. Del Valencia queda su escudo y el color naranja de su indumentaria. Lo demás da pena. Cansado del partidito, Lopetegui movió el banquillo a la hora. Con Fernando, Acuña y en menor medida el Papu, la cosa ya fue distinta. Futbolistas todos ellos reputados, que dejaron en mal lugar a algunos de los que salieron. Y cayó el gol de En-Nesyri. Y ganó el Sevilla. Viendo cómo están los grandes conviene seguir apretando. Da reparo pedirle más a este equipo, pero es que la función no ha terminado. Ya veremos cuando termine esta jornada. Por ahora, no se levanten de los asientos, por favor, ni hagan como esos aficionados que se van antes del campo para que no les pille el atasco y a los que por supuesto nunca entendí.