Imposible más con menos

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 08/05/2022

Qué largo se hacen los partidos del Sevilla... Qué ganas de que acaben, de que termine el castigo... ¿Quién jugó una semifinal extenuante de Champions esta semana? ¿Los amarillos o los blancos? Una vez más, el Sevilla mostró una por una sus carencias, que en este momento son innumerables. El equipo está frito. Muerto. Hundido. Sin ganas de nada. Menos mal que una rebullasca terminó con este empate que sabe muy bien. Imposible más con menos. Si los de abajo siguen sin ganar, evidentemente ya mismo el objetivo será una realidad. Quiero ver que le gane al Mallorca. Puede que no haga falta.

Lopetegui fue a por el punto, lo que pasa es que el Villarreal no es el Levante. Los amarillos produjeron mucho. Les faltó acierto. Se encontraron también con un bendito, un yerno de ensueño, un portero de oro. Bono mantuvo con vida a los suyos. Lopetegui le debe mucho a este jugador, que por otra parte para eso está, para evitar que entren los balones en su portería. Más de la mitad del puesto Champions es de Bono. El Sevilla tiró dos veces, una de En-Nesyri al muñeco y el gol. El plan minimalista -es decir, un fútbol penoso- encontró el máximo premio: el puntito.

Con todo, con la Champions casi en el bolsillo, es curioso ver la renuncia continuada a atacar, el ritmo de Rakitic, de Joan Jordán, de Delaney... Con el 1-0, mire por dónde, no. Con el 1-0 el equipo sí se fue arriba. Y marcó. ¿Por qué no antes? Los movimientos torpones de En-Nesyri fueron una invitación a una venta exprés este verano. El equipo está listo de papeles y menos mal que casi todo el mundo está igual. Este juego es imposible de digerir. Por lo menos los mil sevillistas desplazados a Castellón no vuelven con el disgusto padre. El miércoles, en casa, a rematar la faena y que acabe esto ya.