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La modesta y "loca" rebelión del Palomares

Carlos Vizcaíno
Carlos Vizcaíno
11/04/2024

El Betis C ha dominado con mano de hierro el grupo II de Segunda Andaluza, logrando el ascenso a Primera Andaluza. En realidad, juega en otra competición, con la estructura de un club profesional detrás con la que no cuentan el resto de los equipos del grupo, incluyendo históricas entidades como el Algabeño, La Barrera, Lora o Camas, entre otras. Y, ni mucho menos, el modestísimo segundo clasificado: el Palomares.

Netflix haría bien en cargar sus cámaras y dirigirse a la localidad aljarafeña para contar la historia de este equipo dirigido por un "loco del fútbol", como él mismo se define: José Antonio Díaz (en la foto, abajo). Residente en Palomares, este exjugador del fútbol sevillano y segundo técnico de Dioni Arroyo durante muchas temporadas, emprendió una aventura hace tres años en el conjunto verdinegro, al que ha llevado desde Tercera Andaluza a luchar en este momento por el ascenso a Primera Andaluza.

Con 51 puntos, es segundo, con tres puntos más que La Barrera. Es decir, en este momento ocupa plaza de play off de ascenso a falta de cuatro jornadas. Pese a que encadena cinco partidos sin vencer, hay que recordar que esta temporada se cortó una racha que ascendía a un año sin perder y dos sin caer en casa. Todo ello, con unos recursos modestísimos.

En enero del pasado año este portal se hacía eco de una rifa organizada por el Palomares para instalar focos de luz artificial LED, ya que el club presidido por Pablo Casado ganó el concurso de explotación del recinto a cambio de asumir el mantenimiento del complejo. Hablamos de un club que tiene que subsistir con una subvención municipal de 2.000 euros para la temporada, cuando rivales del mismo grupo reciben 40.000.  

Pese a la modestia de sus recursos, que alcanzan también a los balones que dispone en el año (20, de los cuales quedan 10), el Palomares destaca por su compromiso, entrenando habitualmente (tres días por semana) cerca de 25 jugadores, una cifra que evidencia la identificación con el proyecto de José Antonio Díaz, que está firmando las páginas más brillantes de la historia del club. El ascenso, como cabe esperar, es un sueño, no una obligación, pero el Palomares se conjura para romper su mala racha y defender el segundo puesto hasta el final, lo que equivale al primero en el mundo de los mortales (sin contar al Betis C...).