Hasta 2026

Vía de Escape

Manuel Pellegrini estuvo hasta última hora del verano insistiéndole a Ramón Planes en que se limpiara, si podía, a todos sus delanteros, todos son todos. Era un secreto a voces proclamado por todos los que saben un poco lo que pasaba dentro y no tiene una mordaza puesta. Pero una cosa es colocar, como sea, a Loren (pagando), Juanmi (de aquella manera) y Raúl García de Haro (bien vendido) y otra bien distinta es que William José, con un sueldazo y las ruedas de la maletas ya gastadas, y Borja Iglesias, más en el taco que William José todavía y feliz como una perdiz en la luminosa Sevilla, se vayan a ir a otro sitio por mucho que su entrenador, por activa y por pasiva, apretara con las famosas conversaciones personales sobre el rol de cada uno en el año. Eso paso más de una y dos veces, pero siempre con el freno echado porque el chileno es listo y sabía que podía pasar lo que ha pasado, que los dos se iban a quedar.

Y comenzó la temporada con Borja en el inicio, pero sentándolo a la primera de cambio, y con razón. Willian José iba a tener su ocasión, en realidad como le pasa siempre. Y marcó ante el Villarreal, luego en Bilbao y finalmente ante el Rayo Vallecano. Y pese a llevar tres goles como tres soles, con lo que vale eso, el Ingeniero lo sienta en el descanso con 0-1. No busquen otra razones. Es porque no le gusta. Da igual que saquen dos mil reportajes sobre lo efectivos que son, la de goles que meten, que lo que decimos algunos es que Pellegrini Ripamonti no quiere a ninguno de sus delanteros, que esperaba una revolución en ese puesto que no se ha podido dar.

Ante el Cádiz se ha visto lo que tenía en la cabeza el entrenador chileno, que con Willian José ya duchado, con un resultado por remontar, el delantero centro iba a ser Ayoze. Y Borja Iglesias comiendo pipas hasta el pitido final. 

La cosa está clarísima. Y como no son malos jugadores del todo, seguro que Borja Iglesias y Willian José creerán algunos que tapan bocas con la segura rachita de goles que mejore sus cifras. Puede pasar y lo normal es que pase, pero el entrenador que lo mejora todo desea otros elementos para mover el árbol.

No es sencillo colocar a los jugadores que ya sobran a todas luces. Cobran mucho y están felices de la vida en Sevilla. Hasta 2026 tienen firmados los angelitos, con los 30 ya cumplidos. Mal asunto, muy feo para el que le toque arreglar esto. Ese plan de pensiones no hay mucha gente que renuncie a él.