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José Manuel Moya, 'Romero de La Puebla', del Sevilla... y finalista de Copa ante Di Stéfano y Puskás

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
02/03/2024

Hubo cinco 'Romeros de La Puebla', de La Puebla del Río, la misma Puebla de José Antonio Morante Camacho, genio del toreo. Tres 'Romeros' quedan entre nosotros y pudieron recibir en pie y mirando al cielo, este pasado día 28-F, en el Teatro sevillano de La Maestranza, esa 'Medalla de Andalucía' de las Artes, que Pepe Angulo, acompañado por los otros dos 'Romeros' vivos, Manuel Cabello y José Manuel Moya, dedicaba expresivamente 'pallí arriba', a lo más alto del firmamento celestial y marismeño. Allí, y sin duda, Faustino Cabello (hermano de Manolo) y Juan Díaz, 'El Pintor', dejarían correr una descarga de emoción sobre sus compañeros, sus hermanos de la Puebla, rocieros, romeros...

Pero, de todos ellos, de todos 'Los Romeros', sólo José Manuel Moya Díaz (La Puebla del Río, 27.7.1939, 1,85 de altura), al que ojalá podamos conservar en 'su' Puebla todo lo que haga falta... puede enarbolar una especialísima bandera de combate junto al hermoso Simpecado de La Puebla. Dentro de sus cuatro temporadas en el primer equipo del 'Sevilla CF' (1961-65), Moya, gran compositor y 'hombre para todo' dentro de los mismos 'Romeros'... fue uno de los jugadores titulares en el equipo del Sevilla que, de rojo y el 8 de julio de 1962, en el 'Estadio Santiago Bernabéu', entregó de modo casi inconcebible la final del 'Campeonato de España, Copa de S. E. El Generalísimo' ante un fabuloso Real Madrid con Alfredo Di Stéfano y 'Pancho' Puskás... que había ganado la Liga 1961-62 y había cedido ante el sensacional Benfica de Eusébio y Coluna en la final de la VII Copa de Europa, en Amsterdam: 5-3. 

Entrenado por Antonio Barrios, aquel mismo 'Tito Antonio' del Betis, el Sevilla 'de Moya' (y de Mut, Marcelo Campanal, Ruiz Sosa, Achucarro, Diéguez, José Luis Areta... Enrique Mateos...) no cayó en esa final maldita de Chamartín sino hasta que, después de que Josechu Araquistáin, guardameta madridista, detuviese a 'Fifirichi' Mateos, cuñado de Luis del Sol, un penalti que valía el 1-2 para el Sevilla, en el minuto 80, después de goles de Diéguez (0-1, Sevilla, minuto 47) y Puskás: 1-1, minuto 76, penalti. En el 90, Ferenc Puskás, 'Cañoncito Pum' o 'El Coronel Galopante', sentenció el 2-1 definitivo para la causa madridista, tras indecisión/confusión entre el propio Moya y el portero valenciano Salvador Mut Latorre, jugada vital y de la que ahora leeremos palabras del mismo Moya. 

Este equipo del Sevilla en el 'Estadio Santiago Bernabéu', en la atardecida del domingo 8.7.1962, es el que preside nuestro texto. En pie, Mut, Juan Manuel, Marcelo Campanal ('Campanal II'), Luque, Ruiz Sosa, Achucarro y el histórico masajista Manolito Pérez, padre de Domingo Pérez... y el hijo del famoso 'Terrible' Pérez, todo un icono del Sevilla. Agachados, Mateos, Moya, José Luis Areta ('Areta III'), Diéguez y Agüero

De esos doce hombres citados, en pie sobre el pasto ardiente de Chamartín, aquel domingo madrileño de julio de 1962 hoy sólo viven Salvador Mut, homenajeado y condecorado por el Sevilla bien recientemente, en Valencia (...con un escudo 'que se le debía'), gracias a la intervención del Área de Historia sevillista, el defensa lateral Juan Manuel Tartilán... y 'nuestro' José Manuel Moya. El 9.7.2022, al cumplirse 60 años de esta final de 1962, el aquí firmante publicó en esta misma página una pieza sobre esta final: 'Hace 60 años, el Real Madrid 'habló con Dios' para dejar sin Copa al Sevilla... del que el portero Mut no tiene 'ni un escudo' (puedes consultar AQUÍ), que concluía así, con palabras del propio Mut: "Tampoco sé si el penalti de ellos, el que pitaron a favor del Real Madrid, era como para pitar penalti. Creo que no era. Al final de todo, después de perder por 2-1, Di Stéfano se vino y me dijo: 'Pibe, hemos estado hablando con Dios'. Y yo le dije a Di Stéfano: 'No, Dios no tiene nada que ver con esto, Dios no tira los penaltis'. Casi nadie podría describir ni narrar hoy la encendida desesperación de Manolito Ruiz Sosa, 'el Ruiz Sosa' para Moya, ante el tétrico recuerdo de Mateos y su fallo; así, hasta casi cinco décadas completas.

Todo -incluidos 'Los Romeros de La Puebla'-, todo ocurría en otra época y en otra España, tan alejada de tanta basura que hoy, amontonada, nos asedia. Allí y entonces existió, existieron, -¿existen?- una serie de lugares, aires, coplas, dehesas de toros bravos, verdes tablas de arroz con flamencos, gallos azules, caballos, cigüeñas, zorros y ánades, todo al viento salino de interminables marismas semisalvajes, casi tropicales, tan cerca del Rocío; donde, 'al lubricán de la sierra', la no tan lejana Serranía de Ronda, se podía dejar volar la imaginación. No era ensueño. Fue realidad. Una realidad de la que apenas nos quedan poco -muy poco...- más que los recuerdos. 

MARTÍN VEGA.- Este entorno que rodeó la gran eclosión de las sevillanas en los años 60 y 70 del Siglo XX se describe mejor que nada con un texto extractado de Martín Vega Sanz, figura imprescindible en las letras de esas mismas sevillanas: Martín Vega, maestro nacional en La Puebla, rociero, gran amigo de la familia Infante -de Luisa Infante, en especial, la hija mayor de Don Blas, a cuyo 'Recreo Santa Alegría', Martín llegaba caminando a 'Santa Alegría', 'Dar Al-Farah, para tomar café, con sus gafas oscuras y desenfadada chaquetilla al hombro-, el mismo Martín Vega, que nos dejó en 2010. 

Va el texto de Martín Vega de 1972, para la presentación del LP de las 'sevillanas corraleras' de 'Flamencos de La Puebla': "...Manantial de agua clara que desde hace tiempo fluye en La Puebla del Río, este pintoresco y precioso pueblo nuestro, que parece la vara en flor de un almendro, sobre un cerro esmeralda de la margen derecha del Guadalquivir... porque La Puebla es una fuente de inspiración para este cante auténtico que refleja el alma popular de nuestra incomparable Sevilla y así como los soleares -que nacieron en Triana al calor de las fraguas- se extendieron hacia el Este por Alcalá de Guadaira y Mairena y bajaron por Utrera hasta llegar a Lebrija, las sevillanas se abrieron paso por el Aljarafe y, siguiendo el curso del río, llegaron a La Puebla, que es uno de los pueblos privilegiados que conserva y crea con garra propia estos cantes vernáculos de la ciudad de la gracia... a la afición sabia del pueblo andaluz que ha sabido descubrir en mis letras valores que ni yo mismo hubiera descubierto (...) le dedico estas nuevas creaciones... no hay mayor gloria para un autor que oír en boca del pueblo las canciones que hizo para el pueblo, al cual le devuelvo lo que me da, puesto que es en definitiva el pueblo andaluz y sevillano el que elige aquello que está más de acuerdo con su manera de pensar y de sentir".

'LOS ROMEROS'.- Como ahora nos relatará el propio José Manuel Moya, en grabación de 2011 para 'Sevilla FC Televisión', 'Los Romeros de La Puebla', hoy prácticamente inmortales, comenzaron a cantar como simples aficionados en 1966, muy poco después de que Moya se retirara del fútbol profesional, en el Recreativo de Huelva, y en lo que se conocía como 'Soberao del Moya' (el 'soberado'/RAE, 'piso alto con escalera exterior', en el mismo edificio del llamado 'Bar del Moya'), en La Puebla, calle Comercio; antes llamada 'Calle de los Postigos'. 

El primer disco de 'Los Romeros...' saltó al mercado en 1968, bajo el sello discográfico de 'Hispavox'. Aquel ciclo discográfico 'romerista' que se abrió en 1968 se cerró -sin interrupciones- en 2011 con un 'LP' definitivo, bajo un título que era toda una despedida: 'Cantando decimos adiós'. El título del disco de 2009 ya tenía cierto aire premonitorio: 'Otro año más'. Rumbo decidido a cumplir 75 años, Moya ya no se veía en condiciones de interpretar o aparecer en los escenarios, aunque sí para seguir componiendo. En 2015 falleció Faustino Cabello y en 2019 le llegó la hora a Juan Díaz, 'El Pintor', sendas piezas de incalculable valor para el grupo. Naturalmente, el implacable paso del tiempo y la desaparición de Faustino y de Juan 'El Pintor' descartaron cualquier idea de reaparición o 'reorganización'.

MOYA, EN SUS PALABRAS (I).- Antes de dar paso al relato de José Manuel Moya para el programa 'Fuera de Juego' de 'Sevilla FC TV', el 30 de mayo de 2011, no cabe olvidar que Moya formó parte de un 'importante' Sevilla Atlético que el domingo 2.4.1961, bajo órdenes de Diego Villalonga, se proclamó campeón del Grupo XI de Tercera División, al firmar el punto necesario para ello tras un 0-0 con el Melilla CF en el Estadio 'Ramón Sánchez-Pizjuán'.
En fase de ascenso para la Segunda División 1961-62, el filial sevillista, antiguo 'C. D. Puerto', no ascendería en esa primavera de 1961 (pese a ganar una eliminatoria inicial ante el 'Nástic' de Tarragona, 0-1 y 3-1), después de no superar ante el Alavés la siguiente eliminatoria, ya decisiva en esta 'promoción': 2-0 y 0-3.

Ese día 2 de abril de 1961, en Nervión, la alineación del Sevilla Atlético fue: Vicente Cardoso; Manolo Romero, Herrera II, Axpe; Ramoncito, Moya; 'Yiyi I' (el utrerano Joaquín Pérez García), Fábregas, Peñalver, Tiravit y Blanco. A Moya se le citó en la 'Hoja del Lunes' y en la prensa local como 'el mejor de los 22', 'figura destacada de la media, apoyó muy bien, yendo a más en cada encuentro, en una actuación magnífica en la que sobresalió como el mejor de los veintidós jugadores'. En ese equipo triunfante del Sevilla Atlético, cuatro jugadores eran de Coria del Río: Manolo Romero, 'El de las Vacas', Jerónimo Palacios, 'Herrera II', Ramoncito y Tiravit. Y Moya... de La Puebla.

Así se recordaba José Manuel Moya en 2011 para 'SFC TV': "Empecé con 13 años, en el Puebla CF (1952) y, tras pruebas 'debidas' ya pasé a los juveniles del Sevilla cuando estaban Alconero y Campanal, 'el viejo' ('Guillermo'), yo jugué con el sobrino de mi entrenador, con Campanal II ('Marcelo Campanal'), fui compañero de él, en los juveniles fui titular en la final de Copa perdida con la Real Sociedad (1955, 2-0). Fui al Sevilla Atlético, y al principio de 1961-62 me cedieron al Huelva, aunque a los pocos partidos, principios de temporada, ya pasé al primer equipo del Sevilla, con Antonio Barrios. Y ahí ya me encontré con los jugadores que íbamos a jugar la final de Copa contra el Real Madrid. La alineación 'no 'me se' olvida: Mut, Juan Manuel, Campanal, Valero (NB: 'Luque'), Ruiz Sosa, Achucarro, Agüero, Diéguez, Mateos, Areta (NB, 'José Luis Areta', 'Areta III')... y Moya, yo salía con el '11, pero pasaba el centro del campo. Estuve cuatro años en el primer equipo (1961-65) y no me gusta hablar, pero dejé de jugar, después de ir otra vez a Huelva, porque cogí una infección, tuve que operarme de las amígdalas, y también tuve problemas de riñón, dejé el fútbol... ahora me encuentro perfectamente bien, pero no para el fútbol, que dejé muy joven. Yo tendría 24 años cuando pasó todo eso (en realidad, como 26)... jugaba de medio volante o de interior que bajaba un poquito, interior de enlace se le llamaba...'.

... 'La final de 1962 con el Madrid no se pudo ganar, pero debiéramos de haber ganado, el Sevilla, digo, porque íbamos siempre por delante, marcando nosotros, pero a una duda que hubo... el problema fue el mío con el zorro de Puskás, un hombre muy veterano y un gran jugador, resulta que esa jugada en el área chica, entre 'el' Mut que pensaba que yo despejara y yo, que pensaba que él cogiera el balón, pues en esa duda, el 'zorro' Puskás cogió, la tocó con la punterita y vimos entrar ese gol, el 2-1, que no veas el disgusto que nos costó...".

MOYA (Y II); RECOPA EN GLASGOW... Y SEVILLANAS.- "En septiembre del 62 fuimos a jugar la Recopa, a Glasgow. Llevábamos muchísima ilusión, pero los del Rangers nos sorprendieron en Glasgow. Aquí estábamos acostumbrados a que sólo levantar la pierna era falta, allí entraban 'a plancha', entraban de una forma que nos cogió 'de sorpresa', no he visto una dureza igual y que los árbitros la admitieran. Vinimos de allí desilusionados, aquello no era habitual en España, no había que hacer un fútbol bonito ni rápido 'ni ná'... era todo 'a plancha', eran leñeros pero tela marinera. Ganar allí, en Glasgow (NB: Rangers, 4; Sevilla, 0), era como tenerse que pelear con once guerreros con una espada, fue horroroso, te pegaban 'planchazos' y no pasaba nada, y aquí ya era muy difícil con el 4-0 de allí; además de todo, ellos eran un gran equipo y con esa ventaja...difícil de poder remontar [NB; el Sevilla logró un insuficiente 2-0 en la vuelta], fue una pena pero ir a Glasgow fue una ilusión enorme. Cuando el Sevilla ganó la Copa de la UEFA en Glasgow, en 2007 sentí una alegría enorme pero también me vino el recuerdo de que lo pasamos fatal allí. Hoy, todo ha cambiado en el fútbol, los equipos están todos muy preparados, hay una facilidad para traer jugadores del extranjero y los que tienen economía buena, pues los ojeadores te traen lo que haga falta...'.

... 'Yo jugué un 'derbi' ese mismo año 1962 contra el Betis, en Copa, que ganamos [NB: 5-3 en Nervión, 5.4.62, ida de 1/8; la vuelta, con insuficiente 1-0 para el Betis]. Teníamos muy buenos jugadores en delantera, Mateos, Areta, lo que no recuerdo son los goles [Areta III, 2; Idígoras Oliveros, Mateos; Luis, Martín Esperanza y Bosch, para el Betis. José Manuel Moya también se alineó en un 3-1 para el Sevilla, en Campeonato de Liga 1963-64, en Nervión y con Otto Bumbel, como entrenador sevillista: 12 de enero de 1964]'...

... 'La música me ha gustado siempre. En los viajes del Sevilla iba detrás siempre con 'el' Ruiz Sosa y 'el' Gallego, la plebe ésa, los que eran de por aquí, de Andalucía, de Coria 'y del lío'... siempre íbamos cantando y jaleándonos un poco; formábamos la fiesta cuando las cosas iban bien, cuando las cosas iban mal había que estar callado". [Según el guardameta Salvador Mut, en 2022, palabras a quien aquí firma, el mismo Mut al que el Sevilla premió en 2023 con un escudo y una camiseta especialmente dedicados, 'José Manuel Moya, el que después fue cantante de sevillanas con 'Los Romeros de La Puebla', era el que nos daba la alegría en el autobús, con sus canciones y las sevillanas (...) hemos pensado muchísimas veces en ir por Sevilla, pero es que cada vez va costando más, claro"] ...

Así fueron la gestación y comienzos de 'Los Romeros de La Puebla', según José Manuel Moya: "Cuando dejé de jugar al fútbol, en mi casa [calle Comercio en Puebla del Río; en otro tiempo, 'de los Postigos', junto al Mercado de Abastos y la droguería]... teníamos un bar y un 'soberao' ('soberado', piso alto con escalera exterior); era 'el soberao del Moya', ahí empezamos Los Romeros y vinieron toreros, infinidad de artistas de 'La Trocha', los de 'El Semáforo', ahí empezamos una tertulia de amigos rocieros, empezamos a coger las guitarrillas, a mí me valía 'pá traé' gente al negocio y empecé a hacer cosas...'.

... 'Cuando grabamos el primer disco, el tema literario era cosa de Martín Vega Sanz, que ya murió, que era un autor extraordinario. En los primeros años, yo, porque entonces no había otro, me puse a componer temas... [para 1968], el distribuidor de Hispavox nos dijo que grabáramos... y grabamos ['Por la arena', 'Sevillanas de la barca', 'La Paloma'... todo, inspiración de Martín Vega, así como el segundo disco 'romerista', 'De Sevilla a la Marisma', 1969], entonces no teníamos ni idea de adónde podíamos llegar y yo sólo me puedo acordar de todos los que nos ayudaron con las letras y la composición: Martín Vega, Juan de Dios Pareja Obregón, Aurelio Verde, Francisco de Juan, Felipe Campuzano, García Tejero, Paco Coria, que al final de todo era de nuestra casa distribuidora ('Prodisco'); cuando en los 70 viajábamos por ahí y estaba todavía 'El Lute' por la parte de Ronda, pensábamos que si podía venir a sacarnos dinero, pero... ¿qué dinero, decíamos? Y de repente, la cosa empezó a funcionar... nos han inspirado y ayudado siempre El Rocío, el camino de ida y vuelta, la 'Misa de Alba', que es algo importantísimo. Mira el 'Ángelus'. He colaborado con Isabel Pantoja, con Gracia Montes, con 'Chiquetete'... y para 'Los Requiebros' compuse, yo precisamente 'Mírala cara a cara', con la letra de Manuel Melado. Fue para 'Los Requiebros' pero es que no se sabe nunca cuál es la sevillana que va a pegar y eso es algo que me ha quedado claro. Que no se sabe la que le va a gustar a la gente. Hoy no quiero estar triste, porque la vida sigue... y haremos lo que se pueda".

UNA ÉPOCA.- Ellos pusieron la música y la melodía de toda una época en la Baja Andalucía: José Manuel Moya Díaz y a 'Los Romeros de La Puebla', Martín Vega Sanz, Aurelio Felipe Verde Carmona, Juan de Dios Pareja Obregón, Felipe Campuzano (arreglos musicales), Martín Vega Sanz, los 'Amigos de Gines', ['Lloran los pinos del Coto' en 1970, de Alfredo Santiago y Juan Antonio Hurtado; en 1973, las espectaculares 'Sevillanas del Buen Rociero', con la inolvidable, 'La Promesa', de Aurelio Verde y el propio Santiago]...

... Época, que -nadie debería olvidar- había arrancado desde principios de los años 60, con sevillanas como monumentos que entonces, desde 1961, ya esculpían los 'Hermanos Reyes', Diego y Miguel de los Reyes. Ya nos dejaron, ambos: 'Y se amaron dos caballos, mire usted que maravilla...', con letra de Ángel Peralta y Juan de Dios; en 1972 aparecieron 'Flamencos de La Puebla', para los que inicialmente escribió Martín Vega, con arreglos de Felipe Campuzano... y las imponentes guitarras de Manolo e Isidro Sanlúcar: "Y ahora cuando un árbitro se inquieta va y te saca la tarjeta'... 'Sé que tienes otros amores, como el mármol me quedé, lloraban hasta las flores el día que me enteré'... 'Si tu madre quiere un rey, la baraja tiene cuatro', 'Te casas con la que quieras y tal día hizo un año... ' 'Déjame tranquilo, no me nombres a los diteros', 'con la llama de una vela jugaba una mariposa, así se quemó las alas y murió por caprichosa' o las célebres 'Sevillanas de la Esmeralda', todas éstas, siempre con las letras de Martín Vega: "En la Sevilla de hoy al llegar la madrugá, la Esmeralda y la Soraya es la pareja ideal; la Soraya es un suspiro y una copla puesta en pie...".

Hacia finales de los 70, rumbo a extenderse y a ponerse de moda incluso en las mejores salas de Madrid, aparecieron y se consolidaron 'Los de la Trocha', 'Sal Marina', las cadenciosas sevillanas 'corraleras' de Antonio Cortés Pantoja, 'Chiquetete', con 'Carmen la Cigarrera', 'Carmen de Triana' (...'con la flor en la pechera y el mantón ceñío al talle', Paco Palacios, 'El Pali', icono del Postigo y del Arenal, Pepe Da Rosa ('Sevillanas de los Cuatro Detectives', 'un banco de Chicago han 'atracao', que busquen a McCloud, Acaban de robarme en el chalet, que venga Banacek; se busca que hay un caso y tiene tongo al Teniente Colombo; aquí el Teniente Kojak de servicio, en plena vigilancia contra el vicio..."). O Los Marismeños y 'La Herida del Amor'... "ya no te atraviesas tú cuando estoy mirando a otra, que mis besos no se acuerdan del camino de tu boca". 

En 1974-75, los Hermanos Reyes sacaron las 'Sevillanas del Sevilla'... y 'del Betis'. Y en 1974, también, 'Los Rocieros' saludaron un ascenso del Betis con aquella célebre letra que arrancaba: 'Verdiblancos los colores que defiende mi afición...'. Más adelante, béticos entusiastas 'reconvirtieron' la sevillana de 'Los Romeros' de 1983 titulada... 'Tengo en mi casa un tambor y una estampa del Rocío' (letra de José G. de Quevedo y del propio José Manuel Moya) en... 'Tengo en mi casa un tambor y una estampa de Gordillo'. Fue tras el ascenso bético de 1994, en Burgos. 

En 1970, 'Los Amigos de Gines' dieron que hablar con esta letra así de 'contestataria'. Y sí que lo era, y mucho, en aquellos tiempos: "Caireles de plata fina, señorito de postín/date cuenta que al Rocío/no se va pá presumir/cuando pasas a caballo, cuando pasas a caballo/camino del Ajolí/ojos que no tienen nada se quedan fijos en ti". Y en 1977, en el disco 'Y se llama Andalucía', 'Los Romeros' incluyeron la sevillana verde, blanca y verde más cantada en la irrupción posfranquista de la autonomía andaluza: 'Viva mi Andalucía, viva mi pueblo...'.

Tantas emociones, tantos recuerdos, tanta lejanía. Impresionante, rotundo 'Embarque de Ganado', que retumbaba en la Feria de 1972 (Aurelio Verde, Moya), 'el embarque de ganao levanta una polvareda, los toros son negras sombras que avanzan por la vereda'...). Pero si uno se tuviera que quedar con una sevillana y una letra como símbolos de toda una época, de toda una vida, como letra de la nostalgia... sería ésta letra combinada de Martín Vega Sanz y José Manuel Moya (con guitarras de Félix de Utrera y Antonio Piñana, hijo, más el piano de García Tejero), del disco 'Andalucía por Sevillanas', en 1971: 'Sus caracoles, pregonaba la niña/sus caracoles... /son seis reales/un pote bien colmao/son seis reales/¿y un beso de tu boca, cuánto me vale...?/Mejor no darlo/El beso que usted pide/Mejor no darlo/Que no tiene dinero/Para comprarlo'. 

Nos quedan todos los recuerdos. Tantos. Y ya sin Faustino ni Juan 'El Pintor', cuando ya ni siquiera se puede sembrar arroz en las tablas de las zonas, entre el rancho de los Peralta, 'La Marmoleja', 'La Vuelta del Cojo', 'Los Pobres', 'Hato Blanco', 'El Matochal' y la Isla Mínima... aún nos quedan La Puebla y el propio José Manuel Moya. Pero siempre, la marisma. Es de 'ellos'. De nosotros, de Martín Vega y de 'sus caracoles'. Nuestra.