Coplilla de desagravio a López Catalán

Antonio Félix 10/04/2024

Ha pasado una semana,
y llora y llora Portugal
el desconsuelo de la pérdida
del hijo de López Catalán.
 
Los más grandes del grande fútbol
se rifaban al chaval.
Que si el Bayern, el City, el Barça,
venga que venga a llamar,
en vano pues el nene sólo cogía
el teléfono a papá.
 
Se entiende mejor ahora
aquella demanda frugal
que el vice del glorioso Betis
nos hizo el honor de entregar.
 
No quería el buen hombre,
y razón no ha de faltar,
que se levantara la liebre
del talento de su chaval.
 
Así que salió el líder
para a los cuatro vientos gritar
que aquí no se enchufa a nadie
que no se pueda enchufar.
 
Las maletas hizo el niño,
para su genio mostrar,
y rechazando a gigantes,
como dicho quedó ya,
decidió hacer gloria eterna
en el Amora de Portugal.
(Regido por otro bético,
mire usted la casualidad).
 
Por no alargarnos obviamos
los éxitos que allí logró.
No hubo día sin prodigio
hasta el día de su adiós. 

Fue un jueves Santo de lluvia
que el Betis supo arreglar
anunciando por lo bajini
el fichaje del santo zagal.
 
Sorprendió que no hubiera bombos
ni trompetas para celebrar.
Se prefirió la modestia
como seña de humildad.
 
Al fin ni se le ungió como jefe
a la hora de fichar,
sino su sombra,
en la pre-élite,
que cómo podía el Betis
sin ella poder estar.
 
Y a falta de las bondades
que pronto habrán de llegar,
ya los buenos presagios
no se han hecho de esperar.
 
Que el Athletic haya dejado
otra plaza para viajar
sólo se entiende como regalo
para el hijo de Catalán.
 
Da saltos Pellegrini,
y nosotros damos más.
Quede esta coplilla de desagravio,
y pelillos a la mar.