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Feria-1935: García Lorca y el 'Llanto' se juntan con Martínez de León, 'Oselito'... y la Liga del Betis

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
16/04/2024

La Feria de Sevilla de 1935 terminó el domingo 28 de abril. Este mismo día, el 'Betis Balompié' (el club había abandonado la corona, el 'Real' y toda referencia monárquica no bien proclamada la II República, en abril de 1931) se proclamó campeón de la Liga 1934-35 al golear por 0-5 al Racing de Santander en los viejos Campos de Sport del Sardinero. Dos goles de Caballero y tres de Unamuno dieron al Betis de Don Patricio O'Connell la ventaja definitiva en el pulso que los verdiblancos de O'Connell, aquel equipazo conocido como 'el Betis de los vascos', mantuvo con el 'Madrid CF' hasta el mismísimo final del Campeonato liguero.

Pero tres días antes de que la entidad verdiblanca [que todavía organizaba sus partidos 'de casa' en el recinto llamado de 'El Patronato Obrero', barrio de El Porvenir] sellara ese domingo 28.4.1935 el que hasta hoy es su único Campeonato de Liga, el jueves 25 de abril de 1935, Federico García Lorca, 'FGL', se reunió en la caseta llamada de 'La Venta de los Gatos' precisamente con una brillante porción de la mejor intelectualidad de la 'Generación del 27' y la propia II República. Fue en un almuerzo por invitación del abogado y escritor sevillano Santiago Montoto de Sedas, que para la ocasión reunió junto a FGL a la flor y nata de sus amigos de la llamada 'Tertulia del Arenal'. Justo a la izquierda de Federico, Montoto ocupaba la presidencia de la mesa.

Impresiona la lista de nombres en la mesa de 'La Venta de los Gatos' y en torno a FGL: Jorge Guillén (con la cara medio tapada junto a García Lorca, quien cierra o abre la fila de la mesa a la izquierda del lector), Joaquín Romero Murube -prácticamente frente a FGL y Guillén-, los periodistas Manuel Chaves Nogales (junto a Romero Murube) y, ya repartidos, José María del Rey Caballero ('Selipe') y Manuel Sánchez del Arco ('Justo Sevillano' o 'Giraldillo', autor de 'Cruz de Guía', cronista en África, Monte Arruit...), el celebrado escritor 'ultraista' de la 'Generación Mediodía' Antonio Núñez de Herrera (autor de 'Sevilla: Teoría y realidad de la Semana Santa'), el escritor y poeta José María Romero Martínez -de Olivares, fusilado en septiembre de 1936 por sus afinidades y convicciones republicanas-, los pintores Gustavo Bacarisas (de Gibraltar, instalado en Sevilla) y en fin, nada menos que el dibujante y pintor Andrés Martínez de León, de Coria del Río (Sevilla) amigo personal de José Stalin en Moscú, condenado a muerte, después indultado y encima de todo, autor del famosísimo personaje 'Oselito', el emblema de otro emblema que se llamó y se sigue llamando... 'Viva Er Beti Manque Pierda'.

Situados a izquierda y derecha en los primeros lugares que abren mesa, Sánchez del Arco y Martínez de León parecen ya sumidos en sus propias reflexiones; Martínez de León, cuyos herederos mantienen a día de hoy la 'Fundación Martínez de León', fallecería en Madrid el 25 de mayo de 1978, con tiempo de ver inaugurada una placa en su memoria en la casa donde nació en Coria del Río, calle de El Palomar.

EL 'LLANTO' Y EL ALCÁZAR.- El almuerzo comenzó a las dos de la tarde del jueves 25.4.1935 en la caseta 'Venta de los Gatos'. Muy poco antes quedó inmortalizada la fotografía de la reunión, presumiblemente a instancias de Chaves Nogales, que fue director del diario 'Ahora' (propietario, Luis Montiel Balanzat), antes de acabar su vida en el exilio. Chaves Nogales [autor del antológico libro 'Juan Belmonte, matador de toros; su vida y sus hazañas'] y con quien Martínez de León colaboró para ilustrar éste y otros trabajos... moriría en británico exilio, en 1944, en Londres, sin haber cumplido aún 47 años. En realidad, en el momento de la comida en la caseta de 'La Venta de los Gatos', Martínez de León ya había rematado su labor en las ilustraciones para 'Juan Belmonte, matador de toros...'.

Aquella primavera, FGL Lorca disfrutó mucho en Sevilla y así lo reconoció en una postal de la Feria de Abril de 1935 enviada a su familia en Granada, en ese mismo mes. Ahí escribe Federico: 'El lunes me iré. Ya he aprovechado ver la feria, que no conocía. Lo he pasado muy bien y Sevilla está hermosísima. Un abrazo de vuestro hijo, Federico".

Muy pocos días antes de este almuerzo, García Lorca había reunido a algunos de esos amigos (incluidos Romero Murube, Guillén, Chaves Nogales, Martínez de León, Pepín Bello y José Antonio Rubio Sacristán...) en los jardines del Alcázar de Sevilla donde FGL pernoctaría durante su estancia en esa Feria de Sevilla. Se alojaba allí bajo invitación expresa y suprema del alcaide del monumento: Joaquín Romero Murube

Y ese grupo de amigos de Federico García Lorca escuchó cómo el poeta de Fuente Vaqueros les leyó junto a las acacias del Alcázar de Sevilla una composición que acababa de finalizar. Se llamaba 'Llanto'. Se trató y se trata del mejor poema fúnebre escrito en lengua española, el 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías', a quien los versos desde las entrañas de su amigo Federico García Lorca nos describen como 'capitán herido por la muerte'.

En agosto de 1934, el asta del toro 'Granadino', de la ganadería manchega de los hermanos Demetrio y Ricardo Ayala [más tarde, fusilados por el bando republicano; sería aniquilada, inclusive, la misma ganadería de los Ayala]... había puesto fin a la vida de Sánchez Mejías al que 'Granadino' corneó en Manzanares, Ciudad Real, junto al estribo, el 11 de agosto de 1934. Ya trasladado a Madrid, la gangrena pondría fin el siguiente 13 de agosto a la vida de Sánchez Mejías, el lorquiano 'capitán herido por la muerte': 'A lo lejos ya viene la gangrena, trompa de lirio por las verdes ingles'. Ignacio murió, delirando, ese 13 de agosto de 1934, en Madrid.

"La cogida fue ... tontamente. El toro no era malo", evocaba Alfredo Corrochano, compañero de cartel de Sánchez Mejías en Manzanares, en entrevista de abril de 2000, en 'El País' [Corrochano moriría en agosto de ese mismo año]. El relato de Corrochano a Alejandro V. García: "Cuando Ignacio cogió la espada y la muleta fue a dar un pase en el estribo. El toro se venía un poco para adentro. El banderillero advirtió: 'Tenga cuidado, maestro, que el toro aprieta para adentro'. Lo cogió entre las tablas y le atravesó el muslo. Yo hice el quite. Cuando lo cogieron iba muerto... en la enfermería hablamos pero ya estaba mal. Yo le ofrecí mi coche para que lo llevaran a Madrid, pero no, prefirieron mandar una ambulancia a Manzanares y luego de Manzanares a Madrid, a 50 grados. Aquello aceleró la muerte por gangrena".

Según Alfredo Corrochano, "en 1934, cuando Sánchez Mejías volvió a la Fiesta, yo me estaba recuperando de una cogida y hacíamos la preparación física juntos, en el campo. Y venía Federico García Lorca. Era un hombre encantador, de gran conversación, admirado por las mujeres. Estábamos toreando y conversando de cosas. A última hora hablamos de metáforas. Federico se reía mucho de lo que yo decía. Al día siguiente fuimos a torear. Nos acompañaba García Lorca. Le di unos pases naturales a la vaquilla y un afarolado con los pies juntos y dije: 'Federico, esto es una metáfora'. Y él se reía, entusiasmado".

Ya en el verano de 1936, y según su misma narración, Alfredo Corrochano -que entonces iba a torear a Baeza-compartió con García Lorca el viaje desde Madrid, a bordo del Expreso de Andalucía, el tren que conduciría al poeta de vuelta a Granada, su último y mortal destino ya en agosto de 1936. "García Lorca tenía el presentimiento de que algo grave le iba a ocurrir; me decía: 'Esto se está poniendo muy mal. Por eso me voy de Madrid', recordaba en 'El País' Alfredo Corrochano...

SÁNCHEZ MEJÍAS... Y EL BETIS CAMPEÓN.- La visionaria, extraordinaria personalidad de Sánchez Mejías había cincelado en mármol verdiblanco el pedestal de aquel Betis, para el que Ignacio -'mecenas' y presidente oficial bético entre 1930-32; él ya acordó el traslado del club a Heliópolis- negoció y fichó, ya con los nuevos y jugosos contratos profesionales a unos jugadores históricos, sensacionales, la base del 'Betis de los vascos', el Betis campeón de Liga. Veamos: Joaquín 'El Gordo' Urquiaga (portero de la posterior Selección de Euskadi en el exilio), los defensas internacionales Pedro Areso y Serafín Aedo, los delanteros Victorio Unamuno ('Trofeo Pichichi' con el Athletic, ficha anual de 25.000 pesetas), y el formidable, finísimo internacional Simón Lecue ('el mejor 10' del mundo, para la FIFA), el mediocampista Rufino Larrinoa, incluso el extremo vallisoletano Saro (Ángel Martín Rodríguez), que se había formado futbolísticamente en Euskadi, en el Arenas de Guecho...

En la plantilla que 'Don Patricio' O'Connell (otra vida de película) guió hasta el título en 'El Sardinero' había también tres canarios -Timimi, Adolfito y Rancel-, tres sevillanos -Peral, Caballero, Valera-, un almeriense: Gómez. Y el meta suplente, Espinosa, era natural de La Carolina, Jaén...

Existió una placa dorada en la vieja Preferencia del 'Stadium Municipal de Heliópolis', tras la Puerta 1 de Preferencia, que conmemoraba cómo el Betis había estrenado en 1932 el colonial Stadium de la Exposición de 1929, 'siendo presidente Don Ignacio Sánchez Mejías'. Con la base de ese equipo profesional que Ignacio había cimentado, el Betis había perdido en 1931 (Madrid/Chamartín), la final de la 'Copa Presidente de la República', siempre el 'Campeonato de España', ante un imponente Athletic Club: 1-3. Ya en plena República, en 1933 y tras José Ignacio Mantecón, Antonio Moreno Sevillano se haría cargo del club para presidirlo formalmente en el Campeonato de Liga de 1935.

El 28 de abril de 1935, tres días después de la reunión lorquiana en la caseta ferial de 'La Venta de los Gatos', el Betis de Mr O'Connell ganó la Liga en Santander con esta alineación en '2-3-5': Urquiaga; Areso, Aedo; Peral, Gómez, Larrinoa; Saro, Adolfo, Unamuno, Lecue y Caballero. Dos goles de Caballero y tres de Unamuno sentenciaron el 0-5 del viejo 'Sardinero'.

Todo aquel grupo de amigos de Federico García Lorca y de Santiago Montoto en la Feria de 1935, con el mismo Federico al frente... se iban a enfrentar en sólo unos meses más, ya divididos y separados, a los delirios y tormentas de una guerra incivil y bajo el azote del océano del tiempo. En 1947, el Betis bajó a Tercera División.

De aquella placa dorada de Heliópolis, de Federico García Lorca, de aquella República y de aquel Betis 'de los vascos'... nadie conoce el paradero en la realidad más material. Ignacio Sánchez Mejías reposa eternamente junto a José Gómez Ortega, 'Joselito', su cuñado, bajo el mausoleo de Mariano Benlliure, en el Cementerio de San Fernando. Y han pasado 89 años desde aquella Feria de Sevilla dentro de la caseta de 'La Venta de los Gatos'...