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Jordi Figueras y su difícil paso por el Betis: del vaya paquete a no celebrar el ascenso por la UEFA del Sevilla 

Carlos Vizcaíno
Carlos Vizcaíno
08/05/2024

No es motivo de celebración, pero sí de contextualizar el logro. El Real Betis tiene encarrilada su cuarta clasificación consecutiva para Europa por primera vez en su historia, un éxito en el que ha sido clave Manuel Pellegrini, sin olvidar la cuota de responsabilidad de Ángel Haro y José Miguel López Catalán, presidente y vicepresidente verdiblanco, que esta temporada han hecho historia al militar el club bético diez temporadas seguidas en la máxima categoría, igualando su periodo más largo en la élite futbolística (entre 1979 y 1989).

Ángel Haro, junto a López Catalán, llegaron a la presidencia en 2016. Y pocos años antes, el Betis vivió su último ascenso, con Jordi Figueras como uno de los protagonista, que ha repasado su difícil paso por el Betis en el podcast deportivo Offsiders. "Yo llegaba al Betis, venía del Rayo Vallecano y pensaba que no me conocía nadie pero al final te conoce todo el mundo porque lo viven y lo sienten. Es duro ir a un restaurante con tu familia y escuchar 'vaya paquete'", rememoró.

El defensa central fue fichado al Brujas después de una buena campaña en el Rayo Vallecano abonando 300.000 euros. Participó en el fatídico descenso de los 25 puntos en la 2013/2014, ascendió a la temporada próxima con el Betis y se marchó al Eskisehirspor turco en el mercado de invierno de la 2015/2016. También pasó por equipos como  Rubin Kazán, Valladolid, Rayo Vallecano, Karlsruher, Kolkata indio, Racing de Santander y Algeciras, donde se retiró la pasada temporada.

El catalán recuerda que una vez logrado el ascenso no hubo celebración por un motivo: "El año del ascenso me llevé una desilusión increíble. Era la primera vez que subía de Segunda a Primera. Casi todos queríamos ir en el clásico bus descapotable, porque pensábamos que, siendo el Betis, iba a estar la ciudad llena, pero hubo compañeros que no lo veían bien, porque el Sevilla estaba jugando por ganar una Europa League, mientras que nosotros habíamos cumplido el objetivo principal que teníamos, subir". Hay que recordar que el Betis certificó el ascenso un 25 de mayo de 2015, goleando al Alcorcón (3-0) y tres días después el conjunto nervionense sumaba su cuarta Europa League al vencer al Dnipro por 3-2.

"Yo creo que había que celebrarlo como tal, olvidándote de la rivalidad. La realidad es que cumplimos el objetivo que era subir y además, de campeón. A mí aquello me dolió", añadió Jordi Figueras.

El ilerdense pasó por momentos duros, tal y como evoca. "El año de Segunda, durante el partido de presentación ante la Fiorentina, donde estaban Joaquín y Piccini, que luego lo firmamos, recuerdo que dijeron por megafonía 'con el número 6, Jordi Figueras'.... y, desde dentro, se oyó una pitada que... Luego, lo analizas fríamente, y es duro de parte de tu propia afición. Yo me quise quedar para devolver al equipo a su sitio, aunque no fuera por mí, pero sí quería ser partícipe de llevar al club de nuevo a Primera. Lo pasé mal, pero creo que no se me notaba. Siempre he sabido diferenciarlo mucho. Cuando entro al campo, me olvido de todo. A día de hoy, el que era el doctor (Tomás Calero) siempre me dice 'qué huevos tenías, con toda la gente en contra y pidiendo el balón como el primero'", rememora.