El Betis culminó en Getafe su semana 'horribilis'. Y de forma cruel, pues el partido no era para perderlo. Mínimo debió caer el punto. O la victoria, contabilizando las numerosas ocasiones de las que gozó en la primera parte. De sobra es sabido que en el fútbol no vale de nada apuntar y no disparar, amagar y no dar. Fue lo que hizo el Betis, que no mató cuando pudo y luego sufrió ante un Getafe que se puso a salvo llevando el partido por la vía de la tremenda. Nada de tocar, nada de triangular. Máxima actividad en el área del Betis, balones en largo y presión arriba hasta agobiar al rival. Justo lo que ocurrió hasta que llegó el golpe del VAR.
Justo es detenerse en los dos momentos del encuentro: el de la mano de Ángel y la posterior de Álex Moreno. El VAR sólo entendió que era penalti una, la de Álex Moreno, jugador al que definitivamente le pasan cositas y no muy buenas. Primero Ángel tiró una especie de gancho a lo Abdul-Jabbar en su área. La acción no quedó penalizada pese a que Loren se encontraba cerca y podía amenazar. Posteriormente, Álex Moreno despejó de puños y Prieto Iglesias sí enseñó el punto de penalti después de ir a la banda a ver la jugada. Quizás más descarada fuera la acción del delantero. Punible, ambas. Aquello de las dos o ninguna viene que ni pintado para aplicar justicia. Definitivamente, el reglamento ya tiene loco a todo el mundo. Nadie en el Betis daba crédito. Otra vez a la lona y esta vez de forma inmerecida.
Lo que ocurrió hasta ese momento fue un partido bastante bien jugado por el Betis en la primera parte. Hubo no menos de cuatro ocasiones para ponerse por delante en el marcador. Canales, Edgar, Loren, Fekir… Todos dispusieron de ocasiones para marcar. El Getafe no olía la pelota. El Betis imponía su superioridad en el centro del campo y sus toques precisos. Cuando el Getafe iba al robo, la pelota ya se encontraba en otra zona del campo, lo cual siempre termina generando huecos en la defensa contraria. Bordalás, que sabe arameo, niveló la segunda parte. El Getafe se acogió a sagrado. Es decir, como sabía que tocando sólo habría un vencedor, el Betis, se puso su traje preferido y fue a por el partido pero a lo bestia. Balones largos, empujar, faltas continuas, fricciones de equipo legionario, ataques en dos o tres toques... Así, sin ocasiones claras, el Getafe empezó a generar actividad en el área de Joel Robles. Podía llegar el gol del Getafe, aunque la defensa verdiblanca aguantó recia. Hasta que llegó el VAR y ahí la muralla cedió. El partido estaba perdido. De forma injusta, pero perdido. Esta vez, sin nada que reprochar ni a los jugadores ni al entrenador. Sólo esa candidez en los metros finales de la primera parte. Que no es poco.
Getafe CF (1): David Soria; Damián, Djene, Etxeita, Olivera; Arambarri, Maksimovic, Nyom (Etebo, minuto 85), Cucurella; Mata (Ángel, minuto 74) y Jorge Molina (Deyverson, minuto 65).
Real Betis (0): Joel Robles; Barragán, Mandi, Bartra, Edgar, Álex Moreno; Guardado (Guardado, minuto 33), Canales, Joaquín; Fekir (Tello, minuto 71) y Loren (Borja Iglesias, minuto 80).
Gol: 1-0, minuto 89: Ángel, de penalti.
Árbitro: Prieto Iglesias, navarro. Expulsó a Feddal por roja directa. Amarillas para Bordalás (técnico del Getafe), Maksimovic, Canales, Bartra, Joel Robles, Etxeita y Mandi.
Cada vez que sale cumple, como en Getafe. Y eso que era un partido tremendamentre complicado para un chaval que se movió por el mediocentro.
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