'Una estrategia que agrupa espacio, tiempo y engaño'. Así define el célebre filósofo César Luis Menotti lo que es el fútbol ofensivo. Y seguramente, el fútbol en general. En el juego de 'espacio, tiempo y engaño', el veterano Pellegrini propuso al Sevilla de Lopetegui un plano de rebuscada ingeniería que, inicialmente, dictó la confusión a ese mismo Sevilla, que también cargaba con una mochila extra: la que endosa la presión del favoritismo. Y en el duelo 'de eternos' entre el equipo más goleado del Campeonato, el Betis, y el segundo que menos encaja, o sea el Sevilla... el Betis de Pellegrini (al que el virus sólo había privado de uno de los titulares ante el Levante, Guardado) atrasó de salida el posicionamiento de las líneas -en 4-1-4-1- dentro de una alienación presuntamente muy ofensiva: pero era sólo por nombres. Era engaño. El retraso posicional de las líneas verdiblancas decía otra cosa e inducía a 'picar' a un fastidiado e incómodo Sevilla que no podía hacer valer su principal baza: el ritmo de combate.
Con los cierres de seguridad del Betis atrasados como casi nunca, los más topos pensaron que los verdiblancos se habían hecho con el control del juego; pero era más desconcierto del sorprendido Sevilla, que no acertaba a interpretar el mapa de partido que le habían puesto por delante: sencillamente, el que Lopetegui y los suyos no esperaban. Sólo por confirmar esto, en la primera parte... el Sevilla sí había perdido la iniciativa táctica: pero mandaba en posesión, en tenencia de la pelota, hasta por diez puntos: 55%/45%, con 53/47 al intermedio. Nadie vino a revelar esas cifras, que desnudaban 'la verdadera verdad'. Claro que lo que pasaba es que el Betis, súbitamente 'reconvertido' al fútbol directo de buscar las espaldas del rival, casi como un equipo 'pequeño'... había disfrutado de las dos mejores ocasiones hasta el descanso, ambas entre el cortocircuito de la confusión sevillista: se trató de dos disparos de Fekir -casi desde el punto de penalti, aunque no 'a balón parado'- y Canales, en los minutos 23 y 34, que acabaron fuera por centímetros; el de Canales, tras cruce de Gudelj. Ambos tiros, tras sendas jugadas de Diego Lainez, el jugador más desequilibrante en el extraño, frígido escenario: estábamos en el primer Betis-Sevilla a puerta cerrada en toda la historia del Stadium de Heliòpolis.
Con la ventaja del Sevilla en posesión... y en desconcierto, el descanso llegó con el 0-0 como bálsamo o campana salvadora para los de Lopetegui: simplemente, apenas sabían dónde estaban. Guido se llevó una tarjeta que le impedirá jugar en Huesca. Pero, para mayores albricias sevillistas, en el minuto 47, Mandi despejó sobre el cuerpo de Ocampos, que erraba de banda a banda; el rebote afortunado llegó a En-Nesyri, que había entrado por el inane Luuk de Jong (al igual que Rakitic por el tarjeteado Torres), el marroquí sirvió a Suso casi en línea tangente... y Suso ajustó con temple (y con el interior) el 0-1 al primer palo de Claudio Bravo.
El Sevilla no merecía ir por delante: pero la alegría no le duró mucho. Cinco minutos después, en el 52, Diego Carlos 'se la jugó' en un despeje lateral a centro de Ruibal: tocando balón, pero entrelazado con Loren encima. Del Cerro Grande vio tanto penalti en la arriesgada barredera de Diego Carlos que incluso se negó a ir al VAR. Canales convirtió brillantemente, a la derecha de Bono, que buscaba el poste izquierdo, el habitual de Canales: 1-1. Con el Sevilla estirándose en busca del ritmo perdido y rumbo a una posesión final de 55%/45% a favor... Fekir 'la hizo' por la derecha, buscó a Acuña y encontró en el choque un nuevo penalti... que Del Cerro no dio inicialmente, pero sí otorgó tras paso por el VAR: esta vez, sí. Ocurrió que Bono, buen musulmán, se debió a encomendar a Allah tanto como el propio Fekir, tanto o mejor musulmán, cazó el tiro de 'Nabile', que esta vez sí iba a la izquierda... y quizá en ese momento certificó el 1-1 definitivo. Lo que quedaba era un manojo de nervios por parte y parte; casi que ambas escuadras daban el punto por bueno.
Dato final. Sin Lorenzo Serra Ferrer en el club bético, como entrenador o director deportivo... el Betis no gana el Sevilla en Heliòpolis, con o sin público, desde el 23-3-1986, el llamado 'Domingo de Romo': aún con camisetas 'Meyba' en los cuerpos de los jugadores verdiblancos, a los que entonces entrenaba Don Luis del Sol Cascajares: 'Sette Pulmoni'. Así que al final el 'Gran Derbi' fue como una piedra en el vacío, unos pasos sin destino... por cuarenta mil caminos y un puntito para cada uno. Suerte con los 'viruses' que anden por ahí.
Real Betis (1): Claudio Bravo, Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Miranda, Guido Rodríguez, Sergio Canales (Paul, minuto 80), Aitor Ruibal (Rodri, minuto 88), Fekir, Lainez y Loren (Borja Iglesias, minuto 84).
Sevilla FC (1): Bono, Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Marcos Acuña, Gudelj, Óliver Torres (Rakitic, minuto 46), Joan Jordán (Óscar, minuto 76), Suso (Munir, minuto 76), De Jong (En-Nesyri, minuto 46) y Ocampos (Aleix Vidal, minuto 88).
Goles: 0-1, minuto 47: Suso. 1-1, minuto 52: Canales, de penalti.
Árbitro: Del Cerro Grande, madrileño. Amarillas para Miranda, Víctor Ruiz, Óliver Torres, Guido Rodríguez, Lainez, Emerson y Rakitic.
Ejemplo de vergüenza y de fútbol. Regresa de una lesión fea como si nada.
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Real Betis vs. Manchester United
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