0-1: El insuperable goce estético de contemplar la clasificación

Lucas Haurie
Lucas Haurie
03/01/2022

Un deleite para la vista este Sevilla, una maravilla, todos los versos de Alejandría, una fuente de felicidad, una hemorragia infinita de placer, un nirvana, una explosión sensorial, la pinacoteca del Prado sobre media hectárea de césped. Y al que no le guste, lo digo muuuuuy en serio, que reviente de rabia o de envidia o de esnobismo, que anda el mundillo balompédico últimamente con sobredosis de esnobs. Una primera vuelta de 41 puntos ha completado el equipo de Julen Lopetegui en medio de la más devastadora plaga de lesiones que se recuerda por Nervión. Ganó por la mínima con gol de Ocampos al Cádiz, a ese mismo equipo que cerró 2021 empatando en el Santiago Bernabéu. En el campo del líder y máximo favorito para ganar el título. Lo sigue de bastante cerca este equipo (¡equipazo!) complicado de calificar. ¿Es bueno? Pssss. Pero gana casi siempre. Equipazo, o sea.

La pinta de la alineación del Sevilla, después de tanto secretismo, era extraña pero no mala. Salió Julen Lopetegui con una defensa de cinco: Diego Carlos como único central sano, flanqueado por Gudelj y Acuña más Ocampos y Augustinsson en los laterales. Pareció una fórmula mágica durante cien segundos, lo que tardó el purasangre en robar e incurrir por el pasillo derecho y ponérsela rasita a Joan Jordán, que remataba a la base del palo tras un inteligente velo de Papu Gómez. ¡Cuánto vértigo en el arranque! ¡Qué ajeno a las costumbres de este Sevilla que, a domicilio, se toma los primeros tiempos a título de inventario!

En vista de que el once del Cádiz lucía como un disfraz de retales, ¿había decidido Lopetegui, por una vez, lanzarse a la yugular del rival? Ni por asomo. A partir del segundo minuto, el partido entró en ese falso ritmo tan del gusto del entrenador vasco, una larga nana que adormecía los furores atacantes que pudiera albergar el Cádiz, en verdad muy pocos, y que comprendía un cambio de esquema antes de la media hora: vuelta al 4-3-3 consuetudinario con Acuña en la banda derecha, que ensayaba un par de centros con el efecto hacia dentro la mar de peligrosos. Demasiada poca producción ofensiva como para impedir el empate a cero al descanso.

La cuestión era marcar, tanto valía si antes o después, porque los chicos de Cervera no parecían en condiciones de inquietar a Bono, que respondió en el tramo final con algunas intervenciones no muy complicadas pero que destilaron la seguridad que requería su equipo. Y un córner es una ocasión como cualquier otra para intentar reventar un cerrojo, así que ahí llegó Joan Jordán para pelear un despeje corto, Iván Romero se cambió el balón de pie en media loseta, sirvió a Rakitic, que vio aparecer a Ocampos con el rabillo del ojo y asistió para que el argentino anotase con la zurda, casi sin ángulo, con potencia y por el palo del portero.

Acusaron la desventaja los locales, cuyo único plan era aguantar, pero no aprovechó el Sevilla esos minutos en los que el Cádiz andaba grogui para asestarle el golpe de gracia. La película del triunfo mínimo que se malogra al final la hemos visto cien de veces, pero también han repuesto en un millar de ocasiones el filme en el que Lopetegui y sus muchachos aguantan esa ventaja hasta el final cumpliendo a rajatabla el mandamiento divino de la portería-a-cero. Rakitic, Munir, Óscar, Joan Jordán, un centro envenenado de Acuña que se fue al poste… medio equipo visitante pudo marcar el segundo que jamás llegó y por eso se pasaron fatiguitas al final, más por agotamiento propio que por empuje ajeno. Llegará el día en que no, pero ha sido otra vez que sí.

Ficha técnica:

Cádiz CF (0): Ledesma, Akapo, Chust (Carcelén, minuto 62), Haroyan, Espino, Jonsson (Iván Alejo, minuto 62), Alarcón, Martín (Álex Fernández, minuto 55), Chapela (Rubén Sobrino, minuto 77), Osmajic (Andone, minuto 55) y Álvaro Negredo.

Sevilla FC (1): Bono, Acuña, Gudelj, Diego Carlos, Augustinsson (Óliver Torres, minuto 85), Fernando (Rekik, minuto 55), Joan Jordán, Rakitic, Ocampos, Papu Gómez (Óscar, minuto 85) e Iván Romero (Munir, minuto 71).

Goles: 0-1, minuto 57: Ocampos.

Árbitro: Alberola Rojas, castellano-manchego. Amarilla para Augustinsson.