0-5: A nadie le amarga una manita

Lucas Haurie
Lucas Haurie
04/01/2023

Que sí, que sí, que hay que estar zumbado para imaginarse a este Sevilla dándose un alegrón copero con la que tiene formada en la Liga con su firme candidatura al descenso. De acuerdo pero, ¿qué plan mejor había para una noche invernal en Linares que el pase a octavos con una goleada de adorno? El sábado habrá un sorteo que puede ser disuasorio, o no. Sobrevive algún modesto, puede tocar recibir a un Primera en el Sánchez-Pizjuán o quizá algún entrenador envanecido abuse de las rotaciones en la siguiente eliminatoria. Un poquito de optimismo nunca viene mal, amigos, y el año nuevo es momento ideal para espantar cenizos. Sobre todo, porque el envés de la victoria habría sido una eliminación por completo deprimente.

Algo debería poner la Convención de Ginebra sobre los partidos del Sevilla en el último año. No sé, la prohibición de su uso como instrumento de tortura exhibiéndoselos en bucle a los prisioneros… El estreno de 2023 en Linares tenía un aire narcótico muy similar al de todo 2022, con secuencias de pases interminables e insoportables entre los centrales y el portero para terminar con una pérdida peligrosa o, en el mejor de los casos, una pérdida sin más. Frente a un rival de la tercera categoría, este sesteo permite aguardar el error fatal para sus intereses, y así apareció por partida doble En-Nesyri en el tramo final de la primera mitad con un doblete vivificante que liquidó la contienda.

Hasta entonces, pasaron casi tres cuartos de hora que sirvieron para confirmar algunas impresiones ya bastante consolidadas en el imaginario colectivo. Una, que este gili-toque que se empeña en practicar el Sevilla es un estilo abocado al fracaso. Dos, que la amenaza cierta de descenso no obedece sólo a una ausencia total de calidad física en la plantilla, sino que su presunta calidad técnica es cuestión más que impugnable. Y tres, que ni la FIFA ni la RFEF someten a sus árbitros a test psicotécnico alguno porque permiten que un señor de dudoso equilibrio mental como Mateu Lahoz, la prima donna del pito, dirija partidos de alta competición. Al cuarto de hora de un partido de guante blanco, echó a Sampaoli para envilecer un ambiente hasta entonces festivo. Es cierto que el entrenador santafesino tampoco es un dechado de flema, pero…

Y al borde del descanso, después de que Alex Sancris amenazase a Dmitrovic con un derechazo insidioso que salió cerca de su escuadra y que el sevillismo alucinase con el deplorable estado físico de Suso, todavía y quizá para siempre, Acuña centró desde su costado para que En-Nesyri marcase gracias a uno de sus brincos prodigiosos… y a una mala salida del portero linarense, un lituano llamado Ernestas Juskevicius que serigrafía su zamarra con un españolizado “Ernesto”. En la jugada siguiente, Lolo González negoció horriblemente un voleón de Gudelj y permitió que Lamela le robase la cartera. El argentino avanzó, fijó al último defensor y dejó a En-Nesyri solo delante del guardameta báltico, al que batió por bajo. ¿Y si el marroquí rompiese de nuevo en goleador? No hay que volverse loco con un triplete a un rival de 1ª RFEF, vale, pero cuántos problemas le resolvería su resurgimiento al muy necesitado Sevilla.

La segunda parte fue un plácido entrenamiento para los sevillistas debido al escaso entusiasmo que pusieron los futbolistas locales, que debieron reflexionar en el intermedio sobre las pocas opciones de competir que les quedaban después del 0-2 al descanso. Rondaron Óliver Torres y Nianzou el tercero que marcó en propia meta Squadrone al rematar sin querer un centro de Suso que quería ofrecer a En-Nesyri el hat-trick que luego le regaló Jesús Navas. Mateu, incapaz de renunciar a un plano televisivo, corrió hasta el área local para consolar al desafortunado central con unas palmaditas palmaditas en la coronilla. Si es que…

La asistencia de Joan Jordán a Lamela en la jugada del cuarto gol, tras una buena anticipación, ojalá que ayude a rehabilitar al catalán, que estaba completando un partido horroroso a pesar de la debilidad de la oposición. Permitirán que lo dude. Como quedó escrito, un pase de la muerte de Navas rematado por En-Nesyri cerró la goleada en un tramo final en el que Sampaoli (o Desio) ensayó una variante con el capitán palaciego como extremo por delante de Montiel. Podría ser interesante. 

Ficha técnica:

Linares Deportivo (0): Ernesto, Javi Duarte, Esquadrone (Cañete, minuto 72), Lolo González, Alfonso, Rodri (Fran García, minuto 65), Aitor Gelardo (Lorente, minuto 79), Álex Sancris, Fermín (Edu Viaña, minuto 65), Abeledo (Fran Callejón, miuto 65) y Hugo Díaz.

Sevilla FC (5): Dmitrovic, Montiel, Gudelj, Nianzou, Acuña, Joan Jordán, Rakitic (Rakitic, minuto 72), Óliver Torres, Lamela (Carlos Álvarez, minuto 77), Suso (Jesús Navas, minuto 61) y En-Nesyri (Nacho Quintana, minuto 77).

Goles: 0-1, minuto 37: En-Nesyri. 0-2, minuto 40: En-Nesyri. 0-3, minuto 57: Esquadrone, en propia meta. 0-4, minuto 69: Lamela. 0-5, minuto 74: En-Nesyri.

Árbitro: Mateu Lahoz, valenciano. Roja para Jorge Sampaoli.