A esto vino don José Luis

Lucas Haurie
Lucas Haurie
16/04/2023

Siete de nueve y la cola se mira ya con catalejo. Mendilibar ha cumplido con la misión de apagafuegos que se le encomendó (un saludo al flamante entrenador del Flamengo). El Sevilla no está salvado todavía, por supuesto que no, pero puede mirar al futuro con cierta calma después de ganar en Mestalla, donde dejó a un Valencia herido de muerte y un incendio social de proporciones considerables. El tal Peter Lim arderá como un ninot en cuanto asome el careto por la Malvarrosa. Dos goles, de Badé y Suso, en la segunda parte y una actuación de Del Cerro Grande extrañísima, como si el comunicado del club de Nervión hubiera surtido milagroso efecto, llenaron las alforjas de optimismo de cara a lo del jueves.

Más nervios que fútbol. Nadie podrá discutir que este viejo aforismo recobró toda su vigencia en Mestalla, donde Valencia y Sevilla podrían haber versionado el verso de Quevedo: “Miré los puntos de la Liga mía…”. Para empezar, sin embargo, Foulquier casi sorprende a Dmitrovic con un centro-chut parabólico y Cenk casi le regala a Ocampos el gol que le negó la salida fulgurante de Mamardashvili. Fueron un espejismo esas dos ocasiones porque la primera parte, excepto por las escaramuzas en la banda derecha de los locales, poco ofreció. Tuvo suerte Rekik, lateral zurdo de lance, porque enfrente tenía al mencionado Foulquier. El caribeño es rápido y fuerte, pero nada fino. Un extremo más baqueteado en el puesto le habría dado la noche al quebradizo defensa neerlandés (en la segunda parte, salvó un gol cantado y se volvió a lesionar… como asimismo cantado estaba).

Mendilibar salió esta vez con la alineación esperada, al timón Fernando y Joan Jordán. Es de temer que el brasileño esté dando sus últimas boqueadas en la élite –suple con oficio y clase lo mucho que le falta ya– y es de esperar que el catalán responda a la confianza del técnico que lo lanzó en el Eibar con prestaciones mejores que las que está ofreciendo en estos primeros partidos del reencuentro. Su conexión con Suso y con quienes debían llevar peligro en las bandas era nula, ni un palito de cobertura, así que el Sevilla estuvo casi una hora sin más plan ofensivo que el encomiable buscarse la vida de los atacantes.  

Al poco de reanudarse encuentro, más o menos en el mismo minuto que en Cádiz, el Sevilla cantó bingo en un córner, de nuevo por gentileza de un error defensivo. La zaga local permitió varios rebotes en su área hasta que la pelota cayó ante Badé, que recién se levantaba tras haber mantenido un combate singular de lucha grecorromana con Musah. El francés, colosal en su parcela, la mandó a la red y los nervios desatados en la grada se convirtieron en furia cuando Del Cerro desoyó a su asistente de VAR, que lo reclamó para revisar un posible penalti por mano de Fernando. Tras un par de minutos ante el monitor, el colegiado madrileño decidió dejarla sin castigo, arguyendo que el brazo estaba en posición natural. Bueno, que lo explique quien lo entienda.

El siguiente momento decisivo fue el segundo gol sevillista, precioso, fruto de una combinación por la izquierda entre Ocampos y Montiel, que jugó a pierna cambiada tras la lesión de Rekik. El campeón del mundo irrumpió hasta el punto de penalti para dejársela con sutileza a Suso, que embocó con el interior de zurdo un putt digno del mismísimo Jon Rahm. El partido parecía resuelto… excepto que también lo parecía el del Viernes Santo. Siempre pueden pasar cosas y algo no andaba sereno en la cabeza del árbitro, que se inventó un penalti alucinante de Marcao que habría metido al Valencia en el partido de no haber mediado revocación del VAR, herramiento salvífica esta vez para un Sevilla sin otro horizonte que el Manchester United y la (posible) semifinal europea. Mira que si…

FICHA TÉCNICA

Valencia CF (0): Mamardashvili, Foulquier, Diakhaby, Cenk, Gayà, Lato (Jesús Vázquez, minuto 69), Musah (Lino, minuto 58), Ilaix Moriba, André Almeida (Javi Guerra, minuto 79), Castillejo (André, minuto 79) y Cavani (Hugo Duro, minuto 69).

Sevilla FC (2): Dmitrovic, Jesús Navas, Badé, Gudelj, Rekik (Montiel, minuto 68), Joan Jordán (Rakitic, minuto 68), Fernando, Ocampos, Suso (Marcao, minuto 76), Bryan Gil (Lamela, minuto 91) y En-Nesyri (Rafa Mir, minuto 91).

Goles: 0-1, minuto 55: Badé. 0-2, minuto 75: Suso.

Árbitro: Del Cerro Grande, madrileño. Expulsó a uno de los ayudantes de Rubén Baraja y a Ilaix Moriba. Amarillas para Ocampos, Joan Jordán, Gudelj y Hugo Duro.