1-2: La bolsa y la vida están en Budapest

Lucas Haurie
Lucas Haurie
27/05/2023

Mediados los ochenta, cuando Gorbachov ya mandaba en el Kremlin, comenzaron a soplar vientos de libertad en las naciones sojuzgadas por las tiranías comunistas (valga la redundancia), que poco a poco se iban abriendo a las maneras de Occidente. En la primavera de 1986, se disputó el primer gran premio de Fórmula Uno al este del telón de acero, en el Hungaroring de Mogyorod, pocas semanas después de que se inaugurase en Budapest el primer casino de la Europa prosoviética. La capital magiar es, hoy, uno de los grandes centros del juego y al doble o nada se juega el Sevilla allí su temporada 22/23. Todo al blanco. Había una especie de back-up con la plaza de Conference, algo parecido a un plan B, pero la remontada del Real Madrid lo truncó.

El día de San Jorge –Sant Jordi– de 2006, domingo víspera del alumbrado antes de la Feria vitaminada de Juan Espadas, un Barcelona matemáticamente campeón de Liga visitaba el Sánchez-Pizjuán, donde el anfitrión andaba más pendiente de su compromiso europeo de la semana siguiente que del estertor de la temporada doméstica. ¿Le suena de algo cierto partido contra el Schalke 04? Pues eso mismo. Una tromba de agua, tormenta primaveral, se abatió sobre Nervión y los buenos oficios de Cristóbal Soria, más la complicidad del grande que nada se jugaba, propiciaron el aplazamiento. Evitable, sí, pero conveniente para que la tropa descansase.

El delegado más famoso del mundo ya no trabaja en el Sevilla, vale, pero seguro que a alguien se le ocurrió, cuando a media tarde caían chuzos de punta sobre la ciudad de la gracia, que a este Real Madrid prevacacional no le importaría quizás dejar el partido para dentro de unos días. Pajas mentales de aficionados a la cábala, seguramente, porque el partido empezó sobre un césped encharcado y poco más de tres minutos después, Rafa Mir acertaba con la escuadra de Courtois para hacer el 1-0. El cartagenero, pese a todos sus defectos, ve puerta con cierta asiduidad.

Mendilibar puso a Bono, su hombre en Europa, para que hiciese portería y el marroquí regaló el empate al filo de la media. En una falta frontal y muy cercana, el superhéroe sevillista miró cómo entraba el tiro de Rodrygo, ni demasiado fuerte ni demasiado colocado… y por la zona que el guardameta milagrero debía tapar, desertada de forma imprudente en un intento por anticipar el viaje al palo más lejano. Una cantada en toda regla. A pesar del mazazo inesperado, seguía alegre el Sevilla al ritmo del debutante Manu Bueno –zurda notable, buenas maneras– frente a un adversario que es cierto que dejaba jugar: Lucas Vázquez cometió la primera falta visitante cumplido el minuto 33. Antes del descansa, Lamela rozó el desequilibrio con un tiro al palo y con un remate tras centro de Papu Gómez que incomprensiblemente mandó fuera.

El Sevila, en la segunda parte, empezó a pensar más de la cuenta en el miércoles. Más de la cuenta si quería ganar este partido, claro. Los cambios de Mendi fueron con el GPS a la vista y las carreras que no ahorraba a quienes dejaba en el campo, las racaneaban motu proprio los jugadores. Se permitió incluso el lujo el técnico vasco de relanzar al lesionado Joan Jordán quien, sin ánimo de señalar, sacó nada más salir una falta horriblemente y propició el contragolpe que culminó Rodrygo, tras un doble recorte que desnudó a Montiel en toda su blandenguería, en el 1-2. Este chico también es negro, también es un crack desquiciante para el rival por su enorme talento y, qué casualidad, nadie lo vilipendia.

Quienes sí destilaron estimulantes dosis de veneno fueron Dani Ceballos y Acuña, que definitivamente tiene un cable ‘pelao’. Se picó el argentino con el utrerano –éste es blanco y, sin embargo, se meten con él hasta en el campo del Betis, su equipo del alma– por un agarroncito cuando iba a sacar de banda y, en la jugada siguiente, le arreó una patada considerable en el tobillo. Tarjeta roja lógica, visto cómo están las cosas, y la confirmación de que a este hombre lo van a echar hasta de su comunidad de vecinos. ¡Qué carácter! En una entrevista con los compañeros de Relevo, Mendilibar afirmaba que su lateral zurdo posee nivel futbolístico para jugar en cualquier equipo del mundo. Quizá sí, y quizá nunca lo haya hecho por ciertos comportamientos incompatibles con la superélite.

Ficha técnica:

Sevilla FC (1): Bono, Montiel, Gudelj (Badé, minuto 80), Rekik, Acuña, Rakitic (Joan Jordán, minuto 61), Manu Bueno, Bryan Gil (Suso, minuto 61), Lamela (Óliver Torres, minuto 75), Papu Gómez (Tecatito, minuto 75) y Rafa Mir.

Real Madrid (2): Courtois, Lucas Vázquez (Nacho, minuto 80), Militao, Alaba, Mendy (Álvaro Rodríguez, minuto 65), Kroos, Tchouameni, Modric, Valverde (Camavinga, minuto 54), Ceballos y Rodrygo (Rudiger, minuto 80).

Goles: 1-0 minuto 3: Rafa Mir. 1-1, minuto 28: Rodrygo. 1-2, minuto 69: Rodrygo.

Árbitro: Soto Grado, castellano-leonés. Roja para Acuña. Amarillas para Lucas Vázquez, Tchouameni, Nacho, Ceballlos, Óliver Torres y Joan Jordán.