Nervión, Domingo de Ramos de 1987: el Valladolid de Azkargorta gana al Sevilla con el meta Wirth de defensa central

Alejandro Delmás
Alejandro Delmás
23/03/2024

Un extraño Domingo de Ramos sin fútbol de alta competición en Sevilla ('Domingo...' en el que se han llegado a disputar hasta cuatro 'derbis' en los últimos 46 años con balance de 2-2, ya hablaremos...) da para recordar uno de los más insólitos sucesos que se hayan producido en el fútbol español de grandes clubes... y que se produjo exactamente en el 'Estadio Ramón-Sánchez Pizjuán'. 

Fue en un Domingo de Ramos casi sumergido ya en el océano del tiempo; el 12 de abril de 1987, en partido de Primera División de la llamada 'Liga del Playoff' 1986-87 y se trató del triunfo del Real Valladolid en el recinto sevillista por 1-2, algo nada descabellado en sí mismo... de no ser porque el equipo de Pucela, al que entonces dirigía el vasco Xabier Azkargorta (hoy, ciudadano de Bolivia, ya se ve) formó y ganó el partido con un buen portero en el puesto de defensa central. 

Y tampoco se trató de cualquier guardameta. Fue Óscar Raul Wirth Lafuente, 'El Chino', por la apariencia de su rostro: Santiago de Chile, 5.11.1955; después, entrenador. Fernando Wirth, padre de Óscar, jugó de defensa en la Primera División chilena, en 'Santiago Morning'. Rainer Wirth, hijo de Óscar, ha sido hasta hace poco portero con buena trayectoria en la máxima categoría de Chile. Y su hija Beatriz, 'Bea Wirth', muy parecida a 'El Chino', es hoy seleccionadora nacional del equipo femenino de Chile en hockey sobre hierba, después de haber sido guardameta internacional en este mismo deporte.

Wirth, el arquero en cuestión, fue internacional 'A' con 'La Roja' de Chile en una docena de ocasiones. Figuró en las actas del Mundial de España/1982 con el número '1' de Chile, aunque no interviniese en ninguna de las tres derrotas de 'La Roja' en el Mundial español, ante Austria (0-1), República Federal de Alemania (1-4) y... Argelia: 2-3. Óscar Luis Santibáñez, 'Luisandi' o 'Yoyo', mítico director técnico y Seleccionador de Chile hizo jugar en aquellos compromisos de Oviedo y Gijón al hoy fallecido Mario Osbén, entonces en Colo-Colo y al que se consideraba 'el mejor portero de Chile'. 

En Chile, Wirth, de 184/185 centímetros de altura defendió los marcos de Universidad Católica, Colo-Colo, Cobreloa, Everton, Universidad de Chile (donde, entre 1983-85 tuvo de compañero a un defensa llamado Manuel Luis Pellegrini...) y, en fin y en 1985, el 'Provincial Osorno', de donde ya fue buscado para ir a la Bundesliga 1985-86, al Rot-Weiss, 'Rojo-blanco',  Oberhausen [hoy, en 'Regionalliga'] por el trotamundos técnico yugoslavo -serbio- Slobodan Cendic.

En el verano de 1986, Vicente Cantatore otro ciudadano de Chile -curioso el cruce de caminos Cantatore/Wirth/Azkargorta/Nervión- hizo contratar a Óscar Wirth para Pucela desde Oberhausen, donde Óscar jugaba poco y estaba harto del clima, con la 'cantatoresca' intención de que Wirth aportara bajo palos del Valladolid la estabilidad que a veces se echaba a faltar en el desempeño del hasta ahí meta titular en Pucela: Carlos Alberto, 'El Loco' Fenoy. 

Pero Cantatore también se hartó de promesas. Se sentía defraudado en un Real Valladolid al que ya había hecho décimo en 1985-86, con buen trabajo -y adonde ya había llevado a otros dos internacionales chilenos, Jorge Aravena y Patricio 'Pato' Yáñez-... y abandonó el club tras caer por 2-0 en Las Palmas en el turno inaugural del Campeonato 1986-87, justo cuando el Sevilla de Luis Cuervas arrancaba en sus primeros pasos competitivos de la mano de 'Jock Wallace Jr.', toda una leyenda en los banquillos de... Escocia.

AZKARGORTA: HACIA NERVIÓN.- Al marcharse Cantatore el primer día de septiembre de 1986, sin perder un minuto tras la derrota en el 'Estadio Insular' grancanario, el Valladolid contrató en su reemplazo nada menos que a Francisco Javier Azcargorta Uriarte. Es decir, 'Xabier Azkargorta', ingenioso médico donostiarra (exactamente y como Ignacio de Loyola, de Azpeitia, 26.9.1953), que había hecho historia en la temporada 1983-84 al convertirse, al frente del banquillo del RCD Espanyol y con sólo 29 años en el técnico más joven en dirigir en Primera División.

Dejemos que sea el propio Azkargorta, hoy residente en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el que sintetice -lo hizo en 2021, a Enrique Ortego- aquellos postreros años 80 que desembocaron también para Azkargorta -casi increíblemente-... en el banquillo de Nervión:

"(El Espanyol, entre 1983-86)... Puede que fuera mi mejor época. Allí tenía a jugadores que eran mayores que yo. La relación era muy buena. Hicimos hasta una obra de teatro. Había comenzado a aprender catalán en el Nàstic y seguí con ello. Les hablaba en catalán... necesitaba el catalán para entenderme con Forcadell, el Nano Soler, Sirvent... y si algún día iba a entrenar al Barça, entonces tendría que aprender holandés, inglés o alemán".

('Cuando llama el Valladolid, 1986)... "Había decidido dejar el fútbol y dedicarme a la medicina. Se había ido Cantatore porque no le daban los jugadores que pedía. Llegué tras la primera jornada. Todo salió bien. Fue el año del play-off y nos clasificamos para el grupo del medio, el de los solteros contra casados. Ni era para luchar por la Liga, ni para descender. Ahí fue cuando en un partido contra el Sevilla en el Pizjuán puse al portero chileno Óscar Wirth de central y fue el mejor sobre el campo.

(Sevilla 1987-89)... "El recuerdo es fantástico, pero me enfrenté con el presidente, que le llamaban ‘caragato’ y 'el juguetero' (Luis Cuervas). No eran claros en el objetivo que querían. Conocí a Del Nido, que era vicepresidente. Llegué con la pretemporada hecha. La había hecho Wallace, el escocés. Debuté contra el Betis y perdimos en casa. Y a la semana siguiente ganamos en el Camp Nou al Barça. El inicio fue duro. La segunda temporada llegaron Dassaev y Polster. Tenía que haber aprendido a callarme algunas cosas".

(Tenerife, 1989-91)... "Llegué en diciembre. Nunca podré olvidar la promoción que jugamos contra el Deportivo. Empatamos en casa (0-0) y fuimos a Riazor todo engalanado, con un ambiente tremendo. Estaban convencidos de que iban a ascender y les ganamos (0-1) y nos quedamos en Primera. A la temporada siguiente fichamos a Fernando Redondo".

Más adelante, Azkargorta, que habla euskera, catalán, japonés, inglés, español, traduce latín... entrenaría en Japón, Bolivia, Chile, China (aquí, como en México, ejercería de 'Director de Escuelas Internacionales' del primer Real Madrid de Florentino Pérez), hasta que decidió poner proa definitivamente a Bolivia, como seleccionador del país del Lago Titicaca y en el que fuese ejecutado Ernesto 'Ché' Guevara de la Serna. De Azkargorta a Ortego: 'Exacto, mi madre pensó que me iba de misionero; es que yo, hasta los 15 años, había estudiado cuatro años en el seminario jesuita de San Francisco Javier, en Javier (Navarra). A los diez años ya traducía 'La Guerra de las Galias', de Julio César".

El 25 de julio de 1993, y en las eliminatorias para la Copa Mundial de 1994, en EE UU, la Bolivia de Xabier Azkargorta batió por 2-0 a Brasil; fue la primear derrota de la 'canarinha'  en eliminatoria mundialista... y primera y última vez que Bolivia se ha clasificado para un Mundial en toda su historia. De Azkargorta: "En el Mundial, para que todo me fuera redondo, nos enfrentamos a la España de Clemente, que nos ganó 3-1, pero nos pitaron un penalti que no fue y los tuvimos ahí… Meter a Bolivia en un Mundial es más que ganar una Champions".

Tras dirigir hasta 2020-21 al recién ascendido Palmaflor, Azkargorta, ya prácticamente un boliviano más, se ha quedado a vivir en Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más poblada del país del Lago Titicaca. "La gente me quiere y me lo demuestra. Sigo siendo alguien para ellos. No olvidan lo que conseguimos, no han vuelto a estar en un Mundial. Creo que soy más boliviano que otra cosa. Mi pasaporte es español y no me olvido de los amigos que hice y tengo todavía en España, pero aquí, en Santa Cruz se vive bien. Hace mucho calor, es una ciudad tropical, pero es una ciudad muy abierta. Ya tiene tres millones de habitantes".

'ESTADIO RAMÓN SÁNCHEZ-PIZJUÁN', 12.4.1987.- Con Azkargorta y Wallace a los mandos, Sevilla y Valladolid habían repartido victorias en el tramo inicial de esa 'Liga del Play-Off', 1986-87: 1-0 en Pucela y 2-1 para el Sevilla, esto último ya tan cerca del Domingo de Ramos como el domingo 1 de marzo de 1987.

El 12 de abril de 1987, jornada 35ª, en pleno mediodía, a la luz cenital de un radiante Domingo de Ramos y con bastante floja entrada en las tribunas de Nervión -ambiente casi de partido de pretemporada o veraniego-, la sorpresa de periodistas y técnicos 'exteriores' -cabe suponer que de los mismos jugadores implicados- resultó mayúscula. Frente al Sevilla de Wallace, tres puntos por arriba [34-31], los dos rivales en ese 'Grupo B' de la llamada 'Liga del Play-Off', que Azkargorta calificaría como de 'solteros contra casados', el médico y técnico de Azpeitia disponía a un Valladolid sin sus estrellas defensivas Manolo Hierro, Juan Carlos Rodríguez -ya rumbo al Atlético de Madrid- o sin el emergente atacante Onésimo Sánchez... pero con el guardameta Óscar Wirth -que no se había alineado un solo minuto bajo los palos en 1986-87, eclipsado por el halo del 'Loco' Fenoy- ¡¡como defensa central!! 

Aquí citamos por el orden de la fotografía -de izquierda a derecha- del Real Valladolid en aquel Domingo de Ramos que nos abre este texto. En pie: Pepe Moré, Jorge Alonso (luego, Jesús López), Martín Sáez, Minguela -capitán-, Óscar Wirth y 'Loco' Fenoy, guardameta. Debajo: Sánchez Valles, Eusebio Sacristán, Torrecilla, Gaby Moya (después, Jacinto Cabrera) y Manolo Peña. El guardameta canterano leonés José Luis Rodríguez, 'Rodri', (que después jugó en Mérida, Levante...) quedaba como portero reserva del Valladolid.

Enfrente, Jock Wallace Jr, la leyenda en el banquillo del Glasgow Rangers, firmaba un Sevilla con: Fernando Peralta; Manolo Zambrano, Antonio Álvarez, Nando (Ruda) Manuel Jíménez; José Luis Benítez (de Alcalá de Guadaira), Jesús Choya, Ted McMinn (Amaro Carlos Nadal); Moisés, Ramón Vázquez y Cholo. 

Entre la conmoción general, venció el Valladolid por 1-2, goles del punta gallego Peña, veloz y resolutivo -y tempranamente fallecido, en 2012-, en los minutos 6 y 46. Un minuto después del segundo gol de Peña, José Luis ajustó distancias con el 1-2... pero desde ahí, el Sevilla ya no hizo más que sufrir contragolpes visitantes y estrellarse en impotencia ante una defensa morada en la que el 'cacique' era... Óscar Wirth. El Valladolid no ganaba fuera de casa desde el mes de septiembre, cuando se impuso por idéntico resultado (1-2) a la Real Sociedad en el viejo 'Atocha'. 

El 'ranger' Jock Wallace, entrenador del Sevilla en ese Domingo de Ramos, hablaba muy claro, aunque fuese en inglés con fortísimo acento escocés; Jock nunca aprendió español y eso le costaría el cargo, algunos meses más adelante, en Cádiz, en un peripatético 'Trofeo Ramón de Carranza'. En Sala de Prensa de Nervión, Wallace soltó: "Hemos tenido suerte de no perder por 1-6". 

Según crónica de Juan Méndez, en 'El País', al día siguiente, lunes 13 de abril: 'Wirth brilló como defensa central. Organizaba la línea defensiva con su liderazgo y talento. Siempre estuvo en posición, aunque a menudo jugara como 'líbero' que como marcador al hombre. También dominó los duelos aéreos y no dejó que el delantero del Sevilla, Ramón, ni el propio Cholo, que últimamente se habían mostrado violentos ante la portería rival, mostraran su mejor juego... Wirth fue el punto culminante de la victoria del Valladolid".

'ABC de Sevilla' publicó el 13.4.1987 como pie de una fotografía en el viejo suplemento 'Campeón', titulada... 'Un portero jugó de central: "... Los sevillistas pudieron haber encajado una goleada de escándalo... pero lo verdaderamente insólito del partido estuvo en la alineación de los violetas. Javier Azcargorta, su entrenador, sacó de defensa central al chileno Óscar Wirth, un hombre que habitualmente juega de portero y que, al decir de su entrenador, tenía mucha habilidad en las pachanguitas de los entrenamientos. El portero-central cuajó un buen encuentro, anuló totalmente a Ramón, puso orden en su defensa y salió más que airoso de la prueba. Él mismo diría después del encuentro que los jugadores deben mentalizarse para jugar bien en cualquier puesto. Óscar Wirth lo demostró. No sólo jugó sino que ganó la partida. La cruz de la moneda fue McMinn, el escocés que reaparecería en el Sevilla, que todavía no sabe lo que es ganar con su equipo. El Sevilla estuvo de desastre y el mejor análisis del encuentro lo haría Jock Wallace en Sala de Prensa: 'Hemos merecido perder por uno-seis".

En efecto, "todo jugador profesional debe poder jugar en muchas posiciones"; eso fue lo que Wirth dijo a los periodistas tras la victoria de su equipo en el 'Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán'. Analizaría el chileno: "Me doy cuenta de la dificultad de esta situación para el técnico, que finalmente se arriesgó. Pero me había preparado. Y creo que hice un buen trabajo”.

LAS EXPLICACIONES.- De su teórica defensa titular en Pucela, Azkargorta sólo contaba con el lateral derecho Juan Antonio Torrecilla. Javier Sánchez Valles (que ese mismo verano ficharía por el Betis de Gerardo Martínez Retamero, junto a 'Pato' Yáñez, en cierto histórico momento para los medios sevillanos) y el central Pablo Martín Sáez eran suplentes. Esa misma temporada 86-87, hasta abril, Martín Sáez sólo había jugado un total de 180 minutos. Azkargorta pensaba -piensa- mucho. Hasta que tomó 'la decisión de Wirth'. La explicaría así en 'El País', a Luis Miguel de Dios

"La idea no surgió de la nada... en los entrenamientos de cada semana, al haber tres porteros, y en los '11 contra 11', Óscar ha actuado a veces de defensa y lo ha hecho con soltura. Cuando jugaba en Chile, también jugó de lateral derecho y de defensa central, hasta los 15 años. Por tanto, esta opción no es completamente ajena a Wirth". 

Pero sí fue completamente inesperado que Óscar Wirth tuviera que volver a jugar en esa posición en un partido del más importante Campeonato de Liga en Europa... que el Valladolid ganó en Nervión con dos porteros al mismo tiempo como jugadores de campo.

En el reportaje de 'El País' donde Azkargorta explicaba la situación también se afirmaba que algunos aficionados del Valladolid incluso pidieron a Wirth jugar en esa posición hasta final de temporada, en lugar de que se alineara otro defensa central. Eso no ocurriría. Aunque al fin, el chileno sí tuvo la oportunidad de demostrar sus habilidades en la portería. Aparecería cuatro veces en el tramo final, los dos últimos meses de competición de 1986-87, en un 1-1 en casa ante el Atlético de Madrid, una victoria 'a domicilio' por 0-1 ante el Atlético, otro 1-1 en Valladolid ante el Betis (goles de Jesús López y Allal-Mohand, 'Alex') y el cierre de campaña, en 'La Condomina', con derrota pucelana por 4-1 ante el Real Murcia.

Todavía hoy en los medios vallisoletanos se especula con que el Real Valladolid liquidó a Azkargorta a final de temporada, en el verano de 1987, por 'la frivolidad' que supuso la alineación de Wirth como defensa central, afirma 'El Norte de Castilla'. Y eso, aunque se ganó el partido. En 1987-88, ya con Xabier Azkargorta en el Sevilla de Cuervas... y Vicente Cantatore de regreso a Valladolid, Wirth volvió a verse sin apenas oportunidades, aunque Fenoy cumpliera los 39 años casi al comienzo de temporada. Con su 'patrón' Cantatore, Wirth sólo jugó -siempre de portero- seis de los 38 partidos de una Liga que regresó al formato 'clásico'. Firmó bajo palos dos victorias y cuatro derrotas, incluida entre estas últimas la victoria del Real Madrid sobre el Real Valladolid por 2-1 en el Estadio 'Santiago Bernabéu', el adiós a la temporada 1987-88.

En el mismo 1988, algo decepcionado, Wirth se volvió a Sudamérica. Jugó en Independiente de Medellín (Colombia), antes de regresar a Chile, de nuevo a Universidad Católica, con quien disputó -y perdió los dos partidos, global de 3-5- la final de la Copa Libertadores de 1993, ante Sao Paulo. Colgó las botas tras jugar en Alianza Lima en 1994. Aquellos 90 minutos como central del Valladolid en Nervión serían el mejor recuerdo en su trayectoria, algo confirmado por el mismo Wirth.

En el minuto 76 del amistoso Noruega-España del miércoles 24 de abril de 1996, en el. Estadio Ulevaal de Oslo... José Francisco Molina, portero en el Atlético de Madrid 'del doblete'... saltó al pasto noruego para alinearse de extremo izquierdo en lugar del lesionado defensa 'atlético' Juanma López. El entonces seleccionador, Javier Clemente Lázaro, otro vasco, pero de Baracaldo, había agotado cuatro de los cinco eventuales cambios; en el banquillo, Clemente sólo podía disponer de Molina y del defensa Sergi Barjuán... no inscrito en acta. 

El portero-extremo valenciano fue el único jugador español que disparó hacia la portería de Noruega -aunque no entre los tres palos- en toda la segunda parte de aquel Noruega. "Hay que evolucionar y ver estas cosas como normales en momentos determinados", explicaría Javier Clemente. Y eso que no era Domingo de Ramos... ni Clemente nunca ha tenido el 'bigotón' de Azkargorta. Pero los dos entrenadores vascos, los dos 'Javieres', pusieron a sendos porteros como defensas centrales. Los dos 'Javieres', el de Baracaldo y el de Azpeitia, eran entrenadores de verdad y no politicuchos jugando a la lucha de clases.