La cláusula de Ceballos

Vía de Escape

Ya deben conocer los lectores que me siguen de forma fija o discontinua que mi valoración como gestores deportivos de Ángel Haro y Jose Miguel López Catalán, y por supuesto de Miguel Torrecilla, no es muy favorable, por decirlo de una forma amable. No sé si aprenderán y lograrán cambiar una opinión que pienso que es mayoritaria, no unánime pero sí muy extendida. Pero hay un tema que empiezo a ver que le pueden echar en cara de una forma relativamente injusta. Me refiero a la renovación para subir la cláusula de rescisión de Dani Ceballos. Sería ideal, desde luego, que se pudiera acometer, que en vez de 15 millones (o doce) pues fueran 30, claro que sería mejor. En primer lugar, porque si así fuera, querría decir que el jugador desearía seguir creciendo en el Betis como mínimo hasta que su valor de mercado fuera ése, y que por tanto, algún club de los que pagan 30 millones se fijara en él. Sería lo ideal para todos. Primero para el Betis, porque lo disfrutaría más tiempo y obviamente ganaría más en un posible traspaso. Y para el jugador también, porque a los futbolistas que cuestan mucho dinero se les da más tiempo y oportunidades de poder triunfar en un equipo de esos grandes de verdad. A ese tipo de clubes hay que llegar de esa manera. Es así aunque parezca, porque lo es, triste. 

Dando por sentado por tanto que dentro de unos parámetros económicos razonables (tampoco se le debe dar al chaval un dinero que todavía no se gana), sería una muy buena noticia que su cláusula fuese mayor, también creo que se debe reflexionar sobre una cuestión relevante antes de criticar más de la cuenta a los dirigentes que no lo consiguieran. Imaginen que la cláusula es de 30 millones, o 35, pero llega el Real Madrid con 15. Y el jugador decide que se va. Pues les aseguro que se va por esos 15, o 17, no más. Porque la presión del jugador se terminaría imponiendo, pero es que voy más lejos, retener a un jugador que se escapa de la dimensión de un club, si el propio futbolista no desea crecer con ese club hasta donde llegue, es incluso malo, porque se puede 'perder' el jugador y el dinero, por su posible depreciación y bajada de rendimiento. 

Rara vez se pagan las cláusulas. Cada club tiene su grado de resistencia a la agresión exterior. Perdonen la comparación, pero vamos a utilizar lo más cercano para tratar de explicar todo esto algo mejor. El Sevilla, cuando vende caro, cuando deja o tiene que dejar ir a sus estrellas, está en la media de los 25-30 millones, más o menos. El Sevilla, cuando ficha a un jugador de su escala salarial alta, suele gastar entre 10 y 12 millones, alguna vez 15. Así compra y así vende. Y ha logrado, eso sí, que equipos no top que antes le 'quitaban' jugadores, por ejemplo el Valencia, pues ahora no lo consiga. Va a ser difícil que un jugador top del Sevilla se vaya al Valencia o al Villarreal, por ejemplo. Los cracks del Sevilla aspiran a irse al top 10 de los clubes mundiales. Para lograr ese estatus ha tenido que ganar mucho y colocarse en esa posición de equipo intermedio-alto que sirve de prueba de calidad para un jugador de los que terminan jugando en la élite absoluta. Les pongo otro ejemplo, para que se me entienda mejor. El FC Barcelona sigue desde hace años a Nzonzi, lo tiene muy controlado, pero a un jugador así no lo firma del Stoke City por ocho millones, ellos prefieren esperar a verlo en el Sevilla, y si sigue progresando y les interesa, pues pagar los 30 que costaría, más caro, pero más testado. Y si su cláusula es de 45, pero llega el Barcelona con 35, pues se va, casi se lo aseguro. 

Y cuento todo esto porque creo que ese grado de resistencia del Betis actual ronda los 15 millones, más o menos. Por mucho que se le suba la cláusula a Ceballos, que es el caso al que nos referimos, si un club de los que le hacen tilín al utrerano llega por derecho no creo que pague más de esos 15 millones, porque el Betis no está en estos momentos en condiciones de retener a ese tipo de jugador. No es un descrédito. No es no ser hombres de fútbol no poder retener a Dani Ceballos si los pretendientes son de alto nivel, porque sencillamente se convierte en imposible, para Haro y para Santiago Bernabéu que resucitase.