Mal día para la envidia

Vía de Escape

Paco Cepeda 12/05/2018

Me da la impresión de que muchos, demasiados, aficionados, lo que desean es que su felicidad, que hay motivos de sobra para tenerla, no sea completa ni disfrutada si no va  acompañada de la infelicidad del rival. Pues lo van a tener complicado los que conviven con gatitos en la barriga. Porque el bético tiene sus argumentos, muy sólidos argumentos, para celebrar su trayectoria. Vuelve a Europa, tiene una idea de juego ya ajustada que le puede dar muy buenos resultados y asentarlo en una sitio donde va a ir peleando por las cosas que de verdad merecen la pena en el fútbol. Que ha podido darle un rejón muy gordo al Sevilla dejándole la clasificación europea muy complicada, pues sí. Pero hasta ahí. Haro y Catalán ganan confianza y tiempo para seguir en sus cosas, las buenas y las malas, Serra pone otra piedra para la estatua que se merece, Setién por fin hace algo relevante en un equipo de nivel, la gente ha recuperado la alegría gracias a un equipo que le da cosas...

Y el Sevilla, pues sigue siendo europeo, no lo tumban ni cuatro Óscar Arias ni la peor delantera de los últimos tiempos. Puede presumir además de una final de Copa, aunque la terminara (y la empezara) de forma indigna, y recordar para siempre una participación en la Champions sencillamente histórica. Pepe Castro le vuelve a dar otra 'guantá' sin mano a quien todos sabemos con despacho en Los Remedios, Caparrós recupera su esencia y se queda en el club como fiel guardián, el próximo año se comienza jugando otro título...

Todos felices, y quien no lo vea así, pues peor para él y mejor para su psicólogo.