Publicidad y precio

Vía de Escape

Paco Cepeda 09/07/2018

Está claro que necesito ir a las clases de dirección deportiva de la Federación, a parvulito de esa diplomatura, para que me expliquen algo que está siempre en la boca de aficionados y, lo peor, de profesionales del sector. Hay una afirmación que a mí me parece acojonante: las operaciones se encarecen por la publicidad de las mismas. Que eso ocurre debemos darlo por hecho, porque así lo reconocen las partes, pero yo no entiendo bien el porqué. Vamos a recrear cómo se gesta una operación y reflexionemos un poco. Un club, el que sea, Sevilla o Betis, se interesa por un jugador. Lógicamente se pone en contacto con el jugador, en primera persona o por medio de su agente, y con el club de origen, igualmente de forma directa o por intermediario. Cuando tanto jugador como club conocen de ese interés, ponen un precio al negocio. Supongo que todos, cuando pasa eso, ya conocen el interés del club comprador, si alguien ofrece 15 millones para un club y dos millones limpios para el jugador, deben suponer que hay un fuerte interés del club que quiere ser comprador. ¿No es así? Pues resulta que el mercado da por hecho que la operación se encarece si, por ejemplo, los muy avispados redactores de Muchodeporte publican ese interés. ¿No piensan ustedes que es absurdo? Yo doy por seguro que el Salzburgo, por ejemplo, se siente en una posición de fuerza cuando el Sevilla le ofrece ni más ni menos que quince millones por Caleta-Car. Y si luego aumenta ese precio, sospecho que será más por una más acertada o equivocada política de regateo o porque aparezca otro posible comprador que suba el precio, no porque cuatro chiflados en calzonas digan que las conversaciones entre clubes y con el jugador existen. Los que están dentro ya sabían que existía, obviamente.

La otra cuestión es que aparezcan supuestos compradores al calor de la noticia. Puede ser. Pero es igual de ridículo. Otro ejemplo. William Carvalho. Sospecho que las direcciones deportivas del mundo saben que el internacional portugués ha rescincido con el Sporting Clube. Todo el mundo sabe que está en el mercado. Pero si no lo sabes, y eres un club con posibilidades de invertir decenas de millones de euros, ya aparecerá un representante de William Carvalho que te ofrezca al jugador. Da igual o debe dar exactamente igual que se sepa que el Betis lo quiere, porque quien debe saberlo, Sporting y Carvalho, lo conocen antes que nadie y de sobra. Así que yo necesito una lección de parvulito de dirección deportiva para que me expliquen bien de qué va este cuento.