Aquí un analfabeto

Vía de Escape

Paco Cepeda 16/12/2018

Estaba esperando el rejonazo en cualquier momento, porque tengo varios trienios anotados en 'lucashauriecultura'. No había que ser muy listo, porque en los podcast se estaba ya gestando la cuestión. Para Lucas, mi querídisimo y admirado Lucas, a los que no nos guste la venta del Sevilla FC a capital no sevillista nos pasa un par de cosas, o ambas: somos analfabetos, catetos intelectuales u otros grados diferentes de pequeñez, o directamente xenófobos. Su argumentación es casi impecable, como todo lo que hace, pero anda falta de algo que en este caso al menos me parece imprescindible, inteligencia emocional, más de lo segundo que de lo primero. A mí, con los clubes que me importan, en este caso el Sevilla, me pasa como en los negocios, me gusta estar entre amigos. Porque con los amigos se da uno más calor. Sí, sé que hay malas experiencias, yo afortunadamente nos las he tenido, pero en general, cuando hay que apretar los dientes, con el amigo al lado es más fácil de resistir y reflotar que con un señor o señora con el que sólo me una la cuestión mercantil. Si así fuera, Muchodeporte se habría ido al mismísimo carajo al segundo problema. Y ha aguantado 18 años, y se ha hecho mayor, porque es algo más que una sociedad mercantil, es un grupo de amigos de diferente intensidad que va más allá del deber. Un grupo que además, si alguien quiere vender su participación, obligatoriamente se ha fijado que tienen preferencia los otros socios. Por cierto, como pasaba en Sevillistas de Nervión, que se autoimpusieron venderse entre ellos antes de que lo dinamitara José María del Nido. Perdonen la comparación con nosotros mismos, tan fea, tan ombliguista, pero como quiero y estoy replicando a Lucas, así me ha salido. Pienso que hasta aquí, estamos incluso de acuerdo, respeto a la postura del que no piensa como el otro, pese a estar en los antípodas en cuanto al fondo del asunto.

Pero me pongo serio, y le vuelvo a decir, ahora por escrito, que por ahí no, cuando deja caer que algunos de los que no estamos de acuerdo con la venta estemos incitando diferentes grados de violencia o intimidación sobre los accionistas principales que quieran o no vender. Eso de señalar a los discrepantes como posibles inductores a algo feo no le pega a mi querido Lucas. Eso no es tolerable. En este caso no voy ni a poner ejemplos, que los habría, porque la cosa es seria. Lucas puede tener hasta razón, pero los que discrepamos no nos convertimos en peligrosos fascistas, pero ni mucho menos. Lo mismo son otros los que han utilizado a las masas cuando les ha convenido.