El paso que le queda al Sevilla

Vía de Escape

Paco Cepeda 27/01/2019

Lo mismo el próximo miércoles sale Messi y unos amiguetes que tiene y le meten un saco al Sevilla. No sería capaz yo de decir que eso no es posible. Lo mismo Ciro Immobile y Luis Alberto le forman un lío a los de Machín dentro de un par de semanas en una de las eliminatorias más interesantes e igualadas de la Europa League. Tal vez. Pero igual no pasa. Desde luego si atendemos a lo que dice la historia ya cada vez menos reciente es que el Sevilla debe competir y lo mismo hasta salir airoso de compromisos de tan de alto nivel. Y quizá, después de este próximo mes, el Sevilla ya no esté entre los cuatro primeros. O lo mismo sí está. Pero lo que podemos decir, lo que debemos ratificar, es que este club ha dado el salto definitivo que le permite pertenecer de pleno derecho a la élite del fútbol europeo, que como sabrán es tanto como decir del fútbol mundial. Con lesionados o sin ellos, de una forma o de otra, siempre espoleado por su gente en esos partidos mágicos que se juegan en el Sánchez-Pizjuán, donde cae casi todo el mundo, este Sevilla FC acepta cada vez retos más complejos y es casi imposible que no termine saliendo a flote en mitad de esas lógicas crisis que afectan a todos los equipos y que sólo los grandes son capaces de superar una vez detrás de otra. Queda por delante otro paso más. El Sevilla fundamenta su grandeza en casa, donde se siente casi imbatible. Al menos, cree que con su público es capaz de ganarle a cualquiera, por muy grande que sea, y lo hace. Es cierto que todos los equipos del mundo rinden mejor en su casa, pero en el Sevilla es muy exagerado. Incluso cuando logra resultados, porque el Sevilla fuera también gana, se le ve pequeño, y eso lo aprovechan sus rivales. Lo próximo, después de saber jugar dos veces a la semana, después de saber sobreponerse a las derrotas que aparecen, lo que toca para ser más grande, es inocular en el grupo esa puntito de grandeza que obliga a no dar por bueno el repliegue intensivo y el puntito fuera de casa. Suena fácil, pero es tremendamente complicado. Pero no es imposible. Y cuando lo logre, todavía será más difícil de batir. La búsqueda de la permanente mejoría, en todo, en cada detalle, termina encontrando la excelencia.