¿Qué club necesita un cambio?

Vía de Escape

Paco Cepeda 07/08/2020

Anda el Sevilla, hoy por hoy, como un cohete. Ha logrado el reto mayor, el que en estos días de empresas quebradas más importa para la supervivencia: la plaza Champions para tener, en principio, ese dinero extra que sin duda va a faltar por otros mucho lados. Ayer daba una exhibición a nivel europeo ante la Roma, que es un club que gana mucho menos de lo que debe, pero que es la Roma de la capital de Italia. Lo mismo hasta trae más plata este Sevilla que siempre quiere más. Y sin embargo Del Nido Benavente vuelve a hablar de vuelta de tuerca en lo accionarial, en realidad de lo que quiere hablar es de quitar a Castro, y a su hijo, para ponerse él. Cambios donde no se necesitan a la vista de lo que se observa. Pero si tomamos el autobús rumbo a Heliópolis, el 2 desde mi barrio, creo, pasa justo lo contrario. Allí no se ganan partidos, por momentos se hace el ridículo deportivo, se dicen cuatro tonterías, con un gran altavoz, y sus dirigentes salen reforzados, con una mayoría accionarial más potente que la de antes de perpetrar este desaguisado, y no es el primero. Estas posturas absolutamente opuestas no se producen ante hechos parecidos, pero en el Sevilla, aunque sea uno, hay un señor, o lo que sea, que piensa que puede hacerlo mejor, que el cambio es posible, aunque su motivación sea altamente egoísta y seguramente equivocada. Pero en la otra Sevilla nadie le tose a los que no dan una a derechas. No quiero ni pensar qué pasará cuando acierten, que lo harán por la famosa teoría de la probabilidad. Van a tener trabajo los escultores más famosos de la tierra, porque las estatuas de Haro y Catalán, cuando ganen tres o cuatro partidos seguidos, van a ser colosales. No, no se entiende lo de Benavente, pero menos todavía lo de Haro y Catalán. Pero, oiga, cada uno es cada uno y el observador a lo máximo que puede llegar es al asombro, sereno asombro.