Destinos unidos

Redacción 25/06/2023

No es muy común que un padre y un hijo coincidan en el mismo equipo, aunque esta rara circunstancia se dará la próxima campaña en Unicaja Costa de Almería de voleibol con los Carreño, con el regreso de Carlos, el progenitor y mítico exjugador internacional español, a su banquillo y el salto definitivo a la primera plantilla de Marco, su vástago y destacada promesa del laureado club andaluz.

Padre e hijo unen así sus caminos después del regreso del legendario Carlos Carreño Cejudo (Almería, 19 de abril de 1973) a su equipo de siempre, con el que debutó como jugador en 1992 y tras su largo periplo por distintos banquillos, una labor que comenzó, no obstante, en Unicaja antes de pasar por Teruel, Chenois (Suiza) y, en voley femenino, por Oporto o EMEVÉ Lugo, entre otros.

El reencuentro de los Carreño, 'Charly' y Marco, un chaval de 21 años que, como su padre hace años, ha estado ya en la concentración permanente de la selección española, supone un nexo de unión por coincidir ambos por primera vez en el mismo club, para lo que antes habían tenido el impedimento de la condición de ‘nómada’ de los banquillos de su progenitor.

"Tengo mucha ilusión de estar en el primer equipo esta temporada, ya que es el primer año que voy a entrenar con mi padre, pues antes, por la distancia, nunca podíamos estar juntos", subrayó Marco Carreño Milán (Almería, 7 de agosto de 2004), quien vivirá su tercera campaña en Unicaja desde su debut de la mano de Manolo Berenguel.

Su padre, de 50 años, ocupaba el puesto de central y es uno de los jugadores con mayor número de internacionalidades en un deporte colectivo, y Marcos, de 17 años, es un receptor de 193 centímetros.

Sobre la influencia de su padre, un clásico del voleibol español, en su carrera, la joven promesa de Unicaja Almería reconoció que "ser un Carreño es algo que siempre está presente en las expectativas de los demás, pero no es algo" que a él le "influya ni lo más mínimo".

Eso sí, resalta los valores que siempre ha vivido en su casa, en su familia, ejerce, orgulloso, de buen hijo y deja claro que 'Charly' Carreño es la figura en la que siempre se fija para seguir progresando. "Mi jugador referente siempre ha sido mi padre; igualarlo ha sido como una meta que alcanzar y es en quien me inspiro", recalcó Marcos.

Curiosamente, se trata de la segunda ocasión en la que Unicaja Costa de Almería unirá apellidos ilustres y de la misma familia en el equipo almeriense, que esta temporada fue eliminado en los cuartos de final de la fase por el título por Pamesa Teruel Voleibol, aunque atesora un impresionante palmarés con 12 Superligas masculinas, 11 Copas del Rey, 7 Supercopas de España y cuatro participaciones en la Final a Cuatro de la Copa de Europa (CEV).

Así, en la campaña 2015-16, los Pascual cerraron el círculo. Aquel año, en el que el equipo andaluz consiguió el triplete, Rafa Pascual Jr llegó a la entidad blanquiverde para continuar la historia que comenzó su padre en 1992, tras los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Rafa Pascual padre, considerado el mejor jugador en la historia del voleibol español, no coincidió con su hijo en el club, pues en 1993 inició una exitosa trayectoria con su marcha al Banca Sasari italiano y luego pasó por Japón, Francia, Puerto Rico, de nuevo Italia y España y también Grecia y Bulgaria.

Aun así, el receptor y atacante madrileño regresó puntualmente a Almería para jugar con Unicaja la Copa del Rey de 1995, que precisamente supuso el primer título del conjunto blanquiverde. Su hijo, Rafa Pascual Júnior, logró, en cambio, tres coronas con el equipo almeriense: la Superliga, la Copa del Rey y la Supercopa de España.

El primer año de Pascual padre coincidió también con el primero en el club de Carlos Carreño Cejudo, que había despuntado en la concentración permanente de la selección de la mano de José Miguel Serrato y formó parte de los ‘juniors de plata’ que ganaron ese metal en Poznan (Polonia), con Luis Muchaga como técnico y entre los que estaban el añorado Miguel Ángel Falasca, Juanjo Salvador, los hermanos De la Fuente o Juan Colom, entre otros.

Carreño apuntó maneras que Gilberto Herrera, el seleccionador nacional de entonces, aprovechó para que trabajara con la selección española absoluta con vistas a los Juegos Olímpicos de Barcelona’92.

Ahora, 21 años después, su hijo Marco también cierra el círculo también y trabajará, como curiosidad, a las órdenes de su padre, que dirigirá esta temporada a Unicaja Costa de Almería. Todo un reto.

"Marco Carreño es talento almeriense; después de su paso por la concentración permanente de la selección española y de varias temporadas en el club, debe empezar a dar más pasos hacia adelante. Se le espera la mejora en su rendimiento en los entrenamientos, una responsabilidad que debe aceptar y cumplir", afirmó su padre y ahora también su técnico.

La circunstancia de que un hijo tenga como entrenador a su padre no es inédita en la élite del voleibol. Así, el exjugador y entrenador francés Laurent Tillie, que llevó a la selección de Francia a un crecimiento espectacular hasta hacerla campeona olímpica en Tokio, en 2021, tenía en su plantilla a su hijo Kevin, el mayor de tres hermanos con gen deportivo, ya que Kim y Killian son jugadores profesionales de baloncesto.