La renovación de José Luis Mendilibar ha sido la guinda a un final de temporada sobresaliente para un Sevilla por la consecución de su séptima Europa League. Bien es verdad que el duodécimo puesto liguero ha dejado un sabor agridulce, pero no hay que olvidar que cuando el técnico vasco arribó en Nervión eran dos puntos los que separaban a los nervionenses del descenso.
Como coloquialmente se suele decir, Mendilibar ha caído de pie y, por ello, su continuidad era prácticamente una cuestión de estado. El de Zaldivar puso todo en orden después de una temporada tumultuosa y se confía en que siga aportando estabilidad la temporada próxima, una campaña, la 23/24, que se empezará desde cero y con cuestiones importantes que abordar, siendo una de ella la portería: Bono-Dmitrovic.
Desde su debut en el Nuevo Mirandilla, Mendilibar apostó por el serbio, al que dirigió en el Eibar y cuya llegada avaló el balcánico cuando le cuestionaron por el posible fichaje del vizcaíno. La cuestión no es baladí porque siendo Dmitrovic un cancerbero de garantías, sentaba al tercer clasificado del trofeo The Best, actual Zamora y una de las estrellas del pasado Mundial de Qatar con Marruecos. Incluso, el ex del Girona rechazó una oferta del Bayern de Múnich en el mercado invernal.
El asunto no llegó a mayores porque las victorias en el fútbol sanan todas las heridas y apagan los fuegos y por la profesionalidad y compromiso de un Bono que tuvo su premio particular en la final de la Europa League siendo decisivo ante la Roma y proclamándose MVP del partido. Sin embargo, con la renovación de Mendilibar la portería se convierte en una patata caliente.
Lo lógico es que Dmitrovic siga siendo el portero del técnico nervionense. ¿Aguantaría Bono una temporada completa rotando en Champions o Copa? En el Sánchez-Pizjuán este verano sí se van a escuchar ofertas, incluido Bono, con un valor de mercado de doce millones de euros y con contrato hasta 2025. La cuestión es si las propuestas que llegasen agradarán al meta y al club. De no salir, Mendilibar tendría que tirar de su tirón en el vestuario para sobrellevar la situación.
Estadísticamente hablando, desde el fichaje de Mendilibar, Dmitrovic ha jugado once encuentros en Liga (no jugó ante el Real Madrid por unas molestias) y ha recibido diez goles (una media de 0,90 tantos por choque). Bono, por su parte, además del partido en Liga contra el Real Madrid, ha jugado cinco duelos en Europa League (las eliminatorias frente al Manchester United y Juventus y la final). Siete goles en seis encuentros, 1,16 de media, pero con dos prórrogas incluidas y una participación clave en la decisiva tanda de penaltis en la final.
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Manchester City vs. Sevilla FC
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