Sí, Jesús, es para llorar
Paco Cepeda 15/05/2024 |
Sí, querido Jesús, es para llorar. Ojalá que esas lágrimas no sean porque se te pase por la cabeza retirarte y no vayas a jugar contra el Barcelona. Ojalá que no sea porque fue la última vez. Prefiero pensar que aunque no lo digas ni lo vayas a decir que sea porque no entiendes por qué narices el Sevilla no ha montado lo más grande por tu partido 500 con la misma camiseta en Primera división. Eso lo ha hecho gente como Raúl, Casillas, Xavi, Messi... gente así. Pero el Sevilla dice no sé qué de un protocolo de entrega de camisetas. Por Dios. ¿Somos tontos? ¿Tenía otra cosa que hacer el Sevilla más que rendirse a su leyenda viva con el pretexto que haga falta? Los protocolos son para Januzaj o Mariano, pero ¿para Jesús Navas? La persona o las personas que hayan pensado eso no tienen ni la más remota idea de nada, al menos de Jesús Navas, de Sevilla, de hacer marca, de sensibilidad... Hay mil equipos en el mundo que hubiesen matado para tener una ocasión así de poner en valor cosas importantes, pero en el Sevilla deben ser más listos que todos ellos. Esto no tiene discusión y me parece que es uno de los errores más grande que recuerdo, porque además no depende de la pelotita.
Lo mismo también has llorado, Jesús, de ver a tu equipo tan vulgar, tan poca cosa. Resulta que necesitaba tranquilidad para mostrar juego, y ahora dice que es que no tiene tensión competitiva. Lo que no tiene son jugadores como tú, incluso hoy, en este día tan raro.
Como eres buena gente, seguro que no has llorado por lo de Mariano. Yo no soy tan bondadoso Jesús, yo sí aseguro que es para llorar que un entrenador del Sevilla le dé minutos a un señor como Mariano. Miles de niños que han pasado por la ciudad deportiva donde te criaste deberían de presentar una demanda en un juzgado por eso. Quique lo ha hecho. El mismo que ha salvado al Sevilla, ha hecho esto.
Debería de llorar mucha gente, Jesús. Y luego trabajar de forma seria, sin complejos, sin miedos, haciendo lo sensato. Porque si alguien ha creído que el partido número 500 en Primera del mito sevillista no debía de ser celebrado en condiciones para evitar una pitada, si eso es así, sigo llorando en vez de escribir para que mis hijas no vean a su padre en prisión.