1ª División (2014/2015) > Jornada 23

3-0: El día placentero que se necesitaba

El Sevilla logró el triunfo que necesitaba para frenar la corriente negativa que le estaba empezando a pesar. Las dos derrotas en Madrid, más la eliminación copera ante el Espanyol, tenían a la gente en un momento bajo, alimentado además por el aluvión de bajas. Así que se precisaba ganar y bien al Córdoba. Y se hizo, sin problemas, con un partido muy aceptable, sólo enturbiado por la expulsión más que innecesaria de Krychowiak que en este momento se considera muy negativa, por la importancia del polaco y por las numerosas bajas que ya padece el equipo sin este tipo de tonterías.  

El Sevilla salió con la gente esperada, no hay mucho más, con la vuelta de Reyes, que claramente estaba fuera de tono, pero que aporta la calidad en los últimos metros siempre necesaria, pero más que nunca ante un rival que concedía tres cuartos de campo para replegarse de forma intensiva y con el único plan de salir a a la contra para rentabilizar lo poco que pudiera hacer en ataque de ese modo. Muy poca cosa el Córdoba en esa primera mitad. Banega y Reyes, con esos espacios y a ese ritmo, eran los capitanes generales del partido. Sus ojos estaban puestos en las apariciones de Aleix Vidal desde el costado derecho y de Iborra, en segunda oleada. Y todo salía según ese guión, pero sin la claridad necesaria en los ejecutores para convertir ese claro dominio, esa manifiesta superioridad, en algo tangible en el marcador. Con el paso de los minutos, se temía incluso que una contra del Córdoba castigara todavía más esa falta de eficacia sevillista. Pero no fue así y cuando más plano se encontraba el partido, el Sevilla, a balón parado, con Reyes al golpeo y Krychowiak en el remate, abrieron la lata, mano de santo. 

Ese primer gol fue el padre del segundo. Poco después, hecho lo más complicado, Vitolo bajó un balón magistral en profundidad de Pareja y tuvo la habilidad de ver con el retrovisor a Bacca. Un ingenioso pase de espaldas dejó al colombiano sin portero y a dos metros para fusilar. Era el 2-0, en principio, con esa ventaja y lo visto en juego, diferencia más que suficiente para zanjar de nuevo una mini crisis con tres puntos de oro. 

Tras el descanso, Djukic trató de cambiar el rumbo de los acontecimientos con dos cambios, pero no entraron Messi y Cristiano. Además, a las primeras de cambio, uno de esos hombres de refresco, el tal Ekeng, se 'engoriló' con Vitolo y acabó en la calle. Dos a cero, mucho mejor juego y un 2-0 en el marcador. Ventaja galáctica para el Sevilla, quien se vio tan fácil que empezó a economizar esfuerzos, pensando en la Europa League. Lamentó el Sevilla un cabezazo al palo de Carriço. Deulofeu, que entró por Reyes para reservar al recién salido de una lesión, puso esas cosas diferentes, para lo bueno y lo malo. Jugadas marcas de la casa que una vez el individualismo y otra vez lo previsible del pase, impidieron que saliera a hombros. Así es este chico. Pero lo peor no fueron esas jugadas desaprovechadas. Lo más lamentable de la segunda mitad fue que Krychowiak se equivocó y acabó expulsado. Nada relevante para el encuentro en cuestión, pero sí para el futuro, porque los dos partidos no se los quita nadie. Como mínimo se perderá el choque en San Sebastián ante la Real. Mientras tanto, Iborra, a pase de Banega, le dio brillo al partido de los dos con un tercer tanto, el que cerraba un partido ya cerrado en realidad desde el primer tiempo, incluso antes, desde la pizarra. 

Sevilla FC (3): Sergio Rico, Aleix Vidal, Nico Pareja, Daniel Carriço, Fernando Navarro, Krychowiak, Iborra, José Antonio Reyes (Deulofeu, minuto 62), Éver Banega, Vitolo (Denis Suárez, minuto 83) y Carlos Bacca (Carlos Fernández, minuto 82).

Córdoba CF(0): Juan Carlos, Gunino, Pantic, José Ángel Crespo, Edimar, Deivid (Ekeng, minuto 46), Zuculini (Bebé, minuto 46), Krhin, Fede Cartabia, Heldon Ramos (Abel Gómez, minuto 56) y Ghilas.

Goles: 1-0, minuto 38: Krychowiak. 2-0, minuto 43: Carlos Bacca. 3-0, minuto 77: Iborra.

Árbitro: Vicandi Garrido, vasco. Roja directa para Ekeng y para Krychowiak. Amarilla para Krhin.

Banega

Brillante. El partido se jugó a su tirno y así es muy pero que muy buen jugador.