La Crónica

Eibar vsSevilla FC
02

Ficha técnica · El Mejor

1ª División (2020/2021) > Jornada 21

0-2: El tanque arrasa otra trinchera

Lucas Haurie

Con la seguridad de un vehículo blindado, camina el Sevilla por las tres competiciones que tiene entre manos hacia otra primavera ilusionante. El triunfo en Eibar, cómodo por el 0-2 que campea en el marcador aunque trabajoso como una jornada de recolección agrícola, es una señal poderosa enviada a los rivales directos por la cuarta plaza –los dos más cualificados se miden este mismo sábado–. El puesto en la Champions de la próxima temporada va a haber que arrancárselo con fórceps a este grupo que no se detiene ante casi nada y sólo pierde cuando el rival lo saca a empujones del campo. Equipazo.

La expresión “Ipurua en enero” suena a partido áspero frente a un rival aguerrido hasta el fanatismo sobre un barrizal en un día norteño, desapacible, gélido y con sirimiri ante una concurrencia bramante y desabrida. Eso era antes. En fin, la comarca llamada Debabarrena (Bajo Deva), en la linde de Guipúzcoa y Vizcaya, no se ha convertido de repente en el Caribe y al Sevilla lo recibieron en Eibar, que es un pueblo feo hasta para los estándares del barrio industrial, unos meteoros propios de la fecha, a pesar del polo de manga corta de Mendilibar (vaya crack). Por lo demás, reinaba el gran confort del fútbol moderno: césped impecable, un rival que juega a la pelota con criterio, pocas patadas y el triste corolario de la puerta cerrada que, sin embargo, alivia la condición de visitante.

Un día perfecto para ganar, o sea, excepto que la zamarra número 25 de los azulgranas la vestía un chico de Barbate, Bryan Gil, que no estaba por la labor. Dio una exhibición el habilidoso extremo, un recital de regates, recortes, frenazos, arrancadas, conducciones y balones con intención –centros o pases interiores– con el que martirizó al costado diestro de la defensa sevillista. El compuesto, atención, por Jesús Navas y Jules Koundé. ¡Insolente! Estos niños no respetan a nadie. Es posible que Oussama Idrissi deba reencarnarse varias veces antes de ofrecer una primera mitad como la del futbolista cedido por el Sevilla. Entre las diabluras del chaval y la presión alta del Eibar, Lopetegui no tenía otro remedio que esperar a que el chaparrón pasase.

La primera vez que el Sevilla se desperezó fue para provocar un penalti sobre En-Nesyri que el árbitro revocó tras consulta al monitor. Arrolló Dmitrovic al marroquí después de tocar el balón, despeje leve que Sánchez Martínez consideró suficiente para dejar correr la jugada. Poco después, el VAR volvió a llamar al colegiado, que había ignorado una patada de Bigas a En-Nesyri, otra vez él, y el claro penalti lo transformó Ocampos con la calma que suele. Un tiro alto de Pape Diop y un cabezazo al poste de Kike García pudieron poner el empate antes del descanso, momento en el que Navas abandonó el campo de nuevo renqueante para variar del todo los laterales, ya que Rekik había reemplazado al “roto” Acuña a los diez minutos.

El segundo periodo pintaba igual hasta que Aleix Vidal apareció por vez primera en ataque. Llegó el tarraconense hasta la línea de fondo y puso un centrito raso que Joan Jordán interceptó en el primer palo, dejando con el molde a Dmitrovic. La doble desventaja desinfló al Eibar, fatigado por su trabajo de la primera parte y que asustó mediante Bryan Gil, de nuevo, con un tiro demasiado cruzado tras una pérdida tonta de Koundé, en la misma área, más o menos por el mismo minuto y con el mismo 0-2 que en el encuentro de la pasada campaña. Como el primer gol local no entró, el arreón final de los muchachos de Mendilibar, indesmayables, no llegó a desatar el pánico pues no había lugar.

Y una última consideración: aunque Suso apenas ha aparecido en esta crónica porque no marcó ni asistió (aunque habilitó bien a Vidal en la jugada del segundo gol), es obligatorio consignar que el gaditano está de dulce. Mejora todas las jugadas cuando el balón pasa por él, se le ocurren unas ideas malévolas y tiene esa chispita que alumbra a los futbolistas en vena. Una amenaza permanente para el rival y la solución que encuentran sus compañeros cada vez que se atascan.

Ficha Técnica

SD Eibar (0): Dmitrovic (Yoel, minuto 60), Alejandro Pozo (Robert Correa, minuto 75), Oliveira, Bigas, Arbilla, Inui (Pedro León, minuto 46), Pape Diop (Aleix García, minuto 75), Expósito, Bryan Gil, Muto (Sergi Enrich, minuto 59) y Kike García.

Sevilla FC (2): Bono, Jesús Navas (Aleix Vidal, minuto 46), Koundé, Sergi Gómez (Diego Carlos, minuto 82), Marcos Acuña (Rekik, minuto 7), Fernando, Joan Jordán, Óliver Torres (Rakitic, minuto 70), Suso (Munir, minuto 82), Ocampos y En-Nesyri.

Goles: 0-1, minuto 27: Ocampos, de penalti. 0-2, minuto 55: Joan Jordán.

Árbitro: Sánchez Martínez, murciano. Amarillas para Oliveira, Pape Diop, Sergi Gómez, Óscar Cano (ayudante de Lopetegui), Arbilla, Rakitic, Pablo Sanz (segundo de Lopetegui) y Munir.

El mejor del Encuentro

Jordán

Sobrio, bien en los pases y gol que mató al Eibar. Plan perfecto.

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