Leyenda Luuk

La tregua

Lucas Haurie 03/07/2022

Se parecen como un huevo a una castaña, vale, pero uno ve marcharse a Luuk de Jong y enseguida lo traslada la memoria al bético Dani Martín, que no es ese portero embarcado en mil cesiones sino aquel delantero que marcó los dos goles, hasta esta temporada, más memorables de la historia del Betis en el siglo XXI. El trianero resolvió la final de Copa de 2005 en la prórroga ante Osasuna y derribó ese mismo año, en la noche de Todos los Santos, al formidable Chelsea de Abramovich y Mourinho. Fue un futbolista al que le costó más entrar en las alineaciones que en la Historia con mayúscula del club; y lo mismo cabe decir del neerlandés.

Los diecinueve tantos en dos temporadas que ha marcado De Jong constituyen una marca discreta, máxime si se considera que ha disputado casi un centenar de partidos (94). El ariete de origen suizo pasó 256 minutos sobre el césped (4.864 en total) por cada gol anotado, casi tres encuentros completos. Y, lo que es peor, muchas de sus actuaciones fueron desesperantes bajo todos los puntos de vista, excepto para el demencial criterio de esos hombres de fútbol (e imitadores) que se extasían, o quizá fingen extasiarse, con la contemplación de un pressing al portero o el despeje en un saque de banda. Cada cual es libre de cultivar las parafilias que más le gusten, oye…

Luuk de Jong es técnicamente limitadísimo y lento como una película de cineclub. Todas sus virtudes tienen que ver con la abnegación, a falta de talento, aunque de vez en cuando sorprende con un remate de cabeza digno de Santillana. En esa faceta concreta, sin llegar a la excelencia de En-Nesyri, sí sobresale e incluso el miccionador de colonia Xavi Hernández, que está trufado de prejuicios, le sacó provecho durante su coincidencia en el Barça. No fue caro en demasía, no presenta unos números del todo deshonorables, no puso problemas para irse cedido y no ha saboteado la recaudación del Sevilla por su traspaso pese a que sólo le quedaba un año de contrato. Futbolista regulero y mejor persona, ¿qué más?

Pues que en los cinco días transcurridos entre el domingo 16 y el viernes 21 de agosto de 2020, se convirtió en una leyenda del Sevilla. La memoria es tan feble, que muchos se han olvidado de que Luuk de Jong comenzó aquella fase final de la Europa League como suplente de En-Nesyri, que marcó contra la Roma en octavos. El marroquí fue el titular en los dos siguientes partidos y él lo suplió en la segunda parte de la semi ante el Manchester United. Menos de veinte minutos después, resolvía (2-1) la eliminatoria al rematar un centro de Navas. En la final, frente al Inter, mandó a guardar dos cabezazos formidables para encarrilar el sexto título (3-2). Si a alguien le sigue pareciendo poca cosa, que repare en el pedigrí de los victimados. O que le pregunte a Juan Arza, Bertoni, Polster, Zamorano y Suker cuánto habrían pagado por vivir unos momentos así.