La (excesiva) preocupación de Pellegrini

La tregua

Lucas Haurie 17/02/2023

Cirujano de la pulla, que utilizaba como un escalpelo contra sus adversarios políticos, Winston Churchill escarneció la insustancialidad de su sucesor con esta fineza: “Un taxi vacío llegó al nº 10 de Downing Street y de él se bajó Clement Attlee”. Con maldades similares se refieren en las entrañas del Benito Villamarín a Antonio Cordón, cuya dimisión en diferido en nada debería preocupar al bético de buena fe excepto si en algo influyese en Manuel Pellegrini, quien ha escenificado en la rueda de prensa previa a la recepción del Valladolid una afectación quizá exagerada. ¿De verdad es para tanto? Parece que algo se nos escapa.

Sólo el ahorro de los disparatados, vista la futilidad de sus funciones, emolumentos de Cordón ya convertiría en una buena notica su adiós justo en la semana en la que se ha sustanciado el préstamo de 65 millones que ha debido pedir el Betis para sacar la cabeza del agua de la bancarrota. Dos kilos por campaña parecen demasiados billetes para quien coordina el scouting y lima asperezas en el vestuario, ya que el peso de las decisiones deportivas se reparte entre Pellegrini y la vicepresidencia, según afirma toda fuente conocedora del funcionamiento del club. Las cosas han ido bien con el técnico pacense, desde luego, pero no hay ningún motivo para pensar que vayan a ir peor sin él.

Entonces, ¿a qué viene tanta preocupación en el entrenador chileno? Los éxitos recientes del Betis reposan sobre un Pellegrini que asumió con flema los forzados saldos de titulares como Bartra o Álex Moreno, consciente de que la viabilidad económica de la entidad estaba en juego. Pero ahora, se marcha un actor secundario y reclama sin ambages su reemplazo, como si temiese que algún otro figurante (¿Quizás José Miguel? ¿Tal vez López? ¿A lo mejor Catalán? ¿Puede que todos ellos a la vez?) quisiera ocupar más espacio de la cuenta en escena. Entre la calma de la dirigencia y la agitación del santiaguino deberían mediar algunas explicaciones.