Sin alardes pero con contundencia, el Sevilla resolvió la noche en Lucena tirando de gol y galones. Se trataba de ganar de forma cómoda y que pase el siguiente. Por supuesto, sin lesionados. No debe estar el listón de las exigencias muy alto en noches como las de Lucena, donde pueden ocurrir muchas cosas malas y pocas buenas. Rápidamente, el Sevilla neutralizó los sustos a base de la única verdad del fútbol: el gol. Marcó Óscar antes de romper a sudar. Buen control, quiebro y definición. El Ciudad de Lucena salió animoso, bien colocado, con gusto por salir con el balón jugado. Como era de esperar, no le dio. Cada vez que pisaba el área el Sevilla, marcaba. El segundo tanto cayó antes del cuarto de hora. De Jong recibió en el área y después de dos recortes un poco a sí mismo, remató con acierto. El partido quedaba resuelto. La duda era que la noche rompiera en la típica goleada de escándalo o que se mantuviera la compostura entre parte y parte para cerrar el encuentro con un marcador contundente, pero sin sangre.
Ocurrió lo segundo. El Sevilla, conforme pasaron los minutos, arriesgó menos. Sin perder la energía, conservó la pelota. Cuando se oteaba el hueco, allá que iba. No hubo demasiado peligro en la segunda parte. Algún amago de disparo, una falta lanzada por Joan Jordán parecida a la Getafe... Cuando la Copa se pone en ese plan, el interés pasa a los suplentes, a la valoración de si los jugadores que buscan continuidad la merecen. En ese sentido, Óscar marcó y le provocaron el penalti. Idrissi dio el pase del segundo y tiró al palo. Llamó la atención que Carlos Fernández no jugara desde el inicio, al igual que Gnagnon, que como se pudo comprobar no está como una sílfide, pero tampoco indigno; Aleix Vidal sigue cumpliendo...
Noticias en una noche poco laboriosa del Sevilla, aunque sí muy profesional. Que un equipo de Tercera pille a uno de Champions es un milagro. Los galones no se reparten en una tómbola. Hubiera sido demasiado despistarse... Como guinda al partido, y probablemente de forma anecdótica, Koundé jugó los minutos finales de mediocentro. Sería el mejor en ese puesto. ¿Alguien lo duda?
Ciudad de Lucena (0): Soto; Antonio, Gallardo, Álvaro Pérez, Zurdo (Molina, min. 46); Adrián Ruiz; Morillo (Mario Sánchez, min. 68), Mario Ruiz, Nacho (Marcos, min. 58), Conejero (Trujillo, min. 85); y Maero (Roldán, min.46).
Sevila FC (3): Bono; Aleix Vidal, Gudelj, Sergi Gómez, Rekik; Joan Jordán (Koundé, min. 87), Óliver Torres (Ocampos, min. 80), Óscar; Mudo Vázquez (Gnagnon, min. 61), Idrissi (Zarzana, min. 80) y De Jong (Carlos Fernández, min. 46).
Goles: 0-1, min. 2: Óscar. 0-2, min. 14, De Jong. 0-3, min. 45, Joan Jordán de penalti.
Árbitro: Alberola Rojas, castellano-manchego. Amonestó al local Conejero; y a los visitantes Mudo Vázquez y Sergi Gómez.
Un gol y un penalti provocado ante el Ciudad de Lucena. Apareció en los momentos oportunos.
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