El Betis, un líder solvente y a disfrutar

Zona mixta

Rafael Pineda 27/08/2022

No es solo el fútbol de seda de William Carvalho. Es el juego aéreo de Edgar en un colosal tramo final del partido. Es el espíritu de un equipo que no se descompone ante la adversidad y que ha aprendido a competir de una manera increíble. Un Betis capaz de jugar al fútbol de manera soberbia y también de defender a muerte el 1-0 producto de un soberbio disparo de Borja Iglesias. Un Betis con esa pizca de fortuna que le permite marcar justo después de que Osasuna lanzara al palo. Ese Betis donde Rui Silva hace la parada milagrosa de cada jornada y en donde, por fin, se van inscribiendo jugadores como Joaquín, Guardado o Luiz Henrique. Luiz Felipe debutó también y mostró su oficio en defensa. Un Betis, en definitiva, donde futbolistas como Aitor Ruibal disimulan sus carencias con una entrega encomiable.

El Betis, competitivo y fiable, líder de Primera, ha encontrado también una comunión increíble con una grada que supera todo lo imaginable. 52.000 espectadores es una absoluta barbaridad. En ese tramo final del encuentro, con Osasuna apretando, la grada tuvo un papel esencial. El Betis es una máquina fiable, dirigido por ese gran entrenador que es Manuel Pellegrini. El chileno ha llevado al equipo a un nivel altísimo. Se merece que los dirigentes béticos logren la inscripción de Bravo y de Willian José porque la temporada es larga y muy exigente. La Liga Europa está a punto de empezar y obligará al Betis a un esfuerzo tremendo. Con este grupo tan comprometido y fiable, de la mano de un técnico como Pellegrini, uno se pregunta si la entidad no estará perdiendo una oportunidad histórica para hacer un equipo todavía más fuerte y pelear con todas las garantías por la cuarta plaza.

Este Betis, sin duda, se merece creer en él con toda la confianza del mundo. Con el fútbol que dibuja Carvalho todo es posible. Por cierto, gran arbitraje de Martínez Munuera, que expulsó con justicia a Pezzella y consideró que el codo de David García no impactó con la suficiente fuerza en la cabeza de Canales como para ver la roja. Eso sí, el central de Osasuna se la jugó.