¿Qué entrenador necesita el Sevilla? Quizás sea Pablo Machín

Zona mixta

Rafael Pineda 22/05/2018

"Uno que gane mucho", respondería el sabio. Sin duda, pero eso solo podrá saberse después de que transcurra un cierto periodo de tiempo. Pasada la época gloriosa de Unai Emery, ahora a punto de entrenar al Arsenal después de dirigir al PSG (no ganaba fuera de casa), al Sevilla lo dirigió Jorge Sampaoli, que ganó mucho, engañó bastante y se marchó con el rabo entre las piernas ante el irresistible encanto de dirigir a Messi y sus compatriotas. Lo peor no fue que se marchara Sampoli. La tragedia llegó cuando se plasmó el adiós de Monchi. El Sevilla de Óscar Arias, un sustituto lógico, apostó, con lógica, por un entrenador que había triunfado en el Celta y que se merecía dirigir a un equipo de mucha entidad como el Sevilla, Eduardo Berizzo. Al argentino le vino grande el Sevilla. Como a Marcelino y como a Míchel. Mejor no hablar de Montella. La papeleta es delicada. Puede ocurrir que el nuevo director deportivo venga con un entrenador de la mano, asumiendo él toda la responsabilidad, con lo que el consejo se quitaría un peso de encima. Pero podría no ocurrir eso...

Obligado a una reconstrucción a pesar de haber realizado una más que aceptable temporada, el Sevilla tiene una complicada papeleta por delante. Pienso que estamos ante un club que debe fichar al mejor entrenador posible de Primera que no esté en el Madrid, Barcelona o Atlético. Como Marcelino ha renovado en el Valencia y Setién está en el Betis, los caminos conducirían a la llegada de Pablo Machín, un técnico que viene realizando grandes temporadas en el Girona y que se encontraría ante el gran reto de su carrera deportiva. Conocedor de la Liga y de la cultura futbolística española, tengo la impresión de que sería un magnífico entrenador para el nuevo Sevilla. Lo que no tengo tan claro es cómo sería la respuesta de la afición y de un entorno que recelaría del escaso pedigrí de este técnico. Tampoco veo a muchos entrenadores del denominado prestigio para encabezar un proyecto del Sevilla que necesita sacar resultados desde el minuto uno. Puede que Machín no sea un nombre rutilante, pero se merece una oportunidad en la que tendrá que mostrar mucho carácter ante la exigencia de un club que se ha hecho grande, curiosamente, desde la humildad y el trabajo, cualidades que acompañan a Machín. Despreciar a Machín porque no tenga nombre es propio de ignorantes y nuevos ricos. Tampoco conviene olvidar a Javi Gracia.

Y ya puestos y si me lo permite el presidente Castro, el director deportivo del Huesca, Emilio Vega, ha subido a Primera con tremendas limitaciones económicas. Otro más. Jordi Cruyff, de profesión director deportivo, está en el paro. ¡Anda que no daría literatura asociar el nombre de Cruyff al Sevilla!