Setién, mejor la presión del Lugo

Zona mixta

Rafael Pineda 20/06/2018

Me da la impresión de que Quique Setién desea que lo destituyan como entrenador del Betis. No puedo entender de otra forma sus palabras a una emisora de radio cántabra, donde el técnico del conjunto verdiblanco ha emitido un mensaje tan preocupante como falso. Unas palabras llenas de conservadurismo y falta de ambición que pueden explicar por qué Setién solo ha encontrado el éxito como entrenador cercano a los 60 años y en esta última temporada con el Betis. Lo que más me molesta del mensaje del entrenador es que destila una enorme ignorancia. El preparador del conjunto bético no puede decir que el Betis desciende a Segunda cada vez que juega en Europa. Lo mínimo que se le puede pedir al cántabro antes de emitir esos juicios es un mínimo de información. El Betis sólo bajó en dos de las doce ocasiones en las que disputó competición europea, en concreto en 1978 y 2014. Hubo años, como en 1998, donde llegó a los cuartos de la Recopa (con Luis Aragonés y contra el Chelsea) y se metió en la UEFA ese mismo año. Aunque a Setién le parezca increíble, una clasificación europea no es algo excepcional en la historia del club, que alcanzó grandes cotas antes de su llegada. En 2005, por ejemplo, ganó una Copa y fue el primer equipo de Andalucía en jugar la Liga de Campeones.  

La sarta de tópicos expresada por Setién tuvo su culminación gloriosa en la siguiente frase: “No sé si es bueno que el Betis se haya metido este año en Europa y además por ahí abajo esto de perder lo llevan muy mal”. Por supuesto que en el Betis la derrota sienta mal, estimado Setién, y si como entrenador acumula muchas a partir de septiembre pues le pondrán de patitas en la calle. Así funciona este invento del fútbol. Mejor que emborronar el gran trabajo realizado en un fantástico año, del que sin duda es en parte gran responsable, Setién debería acumular energías en apretarle a Lorenzo Serra Ferrer para intentar hacer el mejor equipo posible y competir con las mejores garantías en el apasionante ejercicio que el Betis tiene por delante. Hablar de milagro por haber quedado sexto en la Liga es una forma de restar mérito al trabajo de una planificación que le ha puesto a su disposición a un buen elenco de futbolistas. O, a lo mejor, lo que quiere decir Setién  es que él ha hecho un milagro con lo que le ha puesto por delante la citada dirección deportiva. Es posible, al mismo tiempo, que la presión que tendrá el técnico después de un año tan fantástico aumente hasta ponerle en aprietos. Quizás es que el cántabro navegue mejor bajo la presión de, por ejemplo, el Lugo, donde, por lo visto, daba igual perder o ganar. Y todo, en plena campaña de renovación de abonos. Muy atinado, Quique.