¿Qué está haciendo el Sevilla?

Zona mixta

Rafael Pineda 23/07/2018

Dejemos a un lado a Barcelona, Madrid y Atlético, aunque Simeone no pare de llorar. El Valencia se ha quedado en propiedad con Kondogbia y ha fichado al central Diakhaby por 15 millones, más el centrocampista Wass del Celta por seis. Si confirma el regreso de Guedes, con un estilo de juego asentado, se presenta como firme defensor de la cuarta plaza. Se ha gastado en refuerzos 48 millones de euros. El Villarreal lleva invertidos 75 millones de euros. Ha fichado a los delanteros Gerard Moreno, Ekambi y se ha hecho con Roger Martínez en propiedad. Además, han llegado el pivote Cáseres, el defensa central Funes Mori y el centrocampista Layún, ex del Sevilla. Si le sale bien lo de Cazorla… El Betis lleva gastados 21 millones. Han aterrizado William Carvalho y se hizo con la propiedad de Barragán. Además, llegaron libres los porteros Pau y Yoel, más Inui y Sergio Canales. 

El Sevilla, que vuelve el jueves a la competición oficial en la primera previa de la Liga Europa, está parado como un marmolillo. Se ha gastado ya la considerable cifra de 28 millones en refuerzos (Amadou, Vaclik y Roque Mesa), pero es evidente que el equipo no está llevando a cabo la necesaria transformación que requiere un nuevo proyecto. El club se ha puesto en manos de un técnico que parece muy competente, Pablo Machín, que pone en práctica un sistema para el que los técnicos del Sevilla no le están surtiendo de suficientes elementos. El equipo se marchó el pasado 9 de julio a Benidorm y ha venido de la concentración veraniega con un central menos, el mejor de su plantilla, Lenglet. Machín, por ejemplo, no dispone de dos carrileros por banda con la suficiente jerarquía como pelear por la cuarta plaza en igualdad de condiciones que el Valencia. Navas lleva lesionado desde la previa del derbi y nadie lo explica. Machín ha tenido que utilizar a Correa de carrilero por esa zona ante las dudas que ofrece Corchia. Amadou ha tenido que jugar de central en compañía de Pareja y Carriço, muy propensos a las lesiones, por lo que no ofrecen garantías para el largo ejercicio que se avecina. Mientras Kjaer y Mercado se acoplan después de sus vacaciones, el club se plantea el fichaje de Sergi Gómez, un suplente del Celta. La ausencia de un central de jerarquía viene acompañada por las dudas que ofrece Arana como carrilero por la izquierda. Mientras, jugadores como Vázquez deben actuar de pivote, Nolito es más de lo mismo en la banda, Sarabia apunta a no poder llevar en solitario el peso del equipo en ataque, Roque Mesa va a lo fácil y Ben Yedder es un islote en la delantera. El Sevilla, a pesar de lo poco que se lleva de pretemporada, presenta una ausencia de gol y velocidad alarmantes para pelear por un objetivo tan importante como es la cuarta plaza. La solución a la ausencia de gol no puede ser Muriel, un futbolista que habrá que amortizar un año más, pero que no ofrece fiabilidad anotadora. Todo esto, sin contar con que el portero Sergio Rico puede salir, con lo que habría que actuar de manera urgente sobre una zona tan sensible como la portería.  

Lo mejor, sin duda, es el regreso de Banega y próximamente el de N’Zonzi. Sobre la implicación del argentino no hay dudas, pero más reservas existen en el caso del campeón del mundo, que anda como loco por cambiar de aires, lo que obligaría a reemplazar a una pieza vital en el esquema del equipo. El jueves empieza la competición y el Sevilla asume el riesgo de esperar y no completar su plantilla. La llegada de un central de jerarquía y un delantero fiable son absolutamente indispensables sin contar con lo que pueda pasar con el meta Rico, el rebelde N’Zonzi, el eterno lesionado Navas o la incógnita Arana.