La hora de la verdad para Sevilla y Betis

Zona mixta

Rafael Pineda 24/03/2019

Transcurrido tres cuartas partes de la temporada y alejados Sevilla y Betis de la posibilidad de conseguir un título, el curso 18-19 entra en su fase definitiva. El Sevilla es sexto clasificado con 43 puntos. Ha dejado escapar una gran oportunidad para haber amarrado la cuarta plaza, una posibilidad que parecía muy cercana en enero. El equipo ha pagado la inexperiencia de Joaquín Caparrós y sus colaboradores en los despachos, que se ha traducido en una planificación deficiente y la elección de un entrenador, Pablo Machín, al que le vino grande el banquillo de Nervión. Cuando restan 10 partidos, Caparrós ha cogido el mando del equipo, que presenta unas señales horrorosas a pesar del afortunado triunfo ante el Espanyol.

El Sevilla, realmente, no juega a nada y presenta una reseñable debilidad en defensa. Los dos próximos partidos ante Valencia y Alavés, en el Sánchez-Pizjuán, marcarán buena parte de las opciones de seguir alimentando las opciones de pelear por la cuarta plaza. Visto al Sevilla a lo largo de un curso tan irregular, me atrevo a indicar que el regreso a la Liga de Campeones está lejos de las posibilidades de un equipo que cumpliría con el mínimo logrando una clasificación europea mientras Monchi diseña el nuevo proyecto. La llegada del director deportivo es una garantía para que el Sevilla nunca esté fuera de los puestos europeos. Eso sí, la clasificación continental supondría un aprobado en una temporada en la que se tenía como objetivo la cuarta plaza, se ha caído de forma lógica en la Copa y se perdió de forma lamentable en octavos de la Liga Europa ante el Slavia de Praga.

El Betis es octavo, con 39 puntos. Por momentos, juega al fútbol de maravilla, pero me transmite la sensación de que le cuesta una barbaridad ganar los partidos por una ausencia de pegada que debe ser resuelta por Serra para la próxima temporada. Este Betis forjado por Setién no está preparado todavía para agarrar la cuarta plaza. Repetir clasificación europea significaría cumplir con el objetivo en una campaña en la que se llegó a las semifinales de la Copa y se compitió bien en Europa hasta caer de forma inesperada con el Rennes. El Betis debe acostumbrarse a esta dinámica de jugar muchos partidos, pero ha faltado experiencia en los despachos y en el propio banquillo para competir de forma continuada en dos competiciones. El equipo, con un centro del campo magnífico, ha tenido problemas de planificación en los laterales y en la delantera. Defectos lógicos y propios de una entidad en crecimiento. Si Setién y sus hombres repiten la clasificación europea, el cántabro tendría todo el aval del mundo para continuar con su proyecto. Si queda fuera de Europa, habría que ver la forma. Bajo mi humilde punto de vista, incluso en ese caso Serra debería apostar por la continuidad de Setién a pesar de los francotiradores que han disparado sobre el entrenador prácticamente desde su llegada al banquillo de Heliópolis.